Estados Unidos se apresura a enviar 500 interceptores a Ucrania antes del regreso de Trump.
Con el reloj en marcha, la administración Biden se apresura a enviar 500 interceptores de defensa aérea a Ucrania, con el objetivo de completar la transferencia antes de que el próximo presidente de Estados Unidos asuma el cargo en enero.
La urgencia se debe a la clara posibilidad de que, si el expresidente Donald Trump llega a la Casa Blanca, el apoyo a las capacidades de defensa de Ucrania podría sufrir un cambio significativo.
Trump, durante su reciente campaña, expresó escepticismo sobre la asistencia militar en curso a Ucrania, sugiriendo que podría reducir, o incluso detener, estas disposiciones.
El rápido impulso de Washington se centra en la entrega de interceptores PAC [Patriot Advanced Capability] para los sistemas Patriot y AMRAAM [Advanced Medium-Range Air-to-Air Missiles] para NASAMS, ambos de los cuales Ucrania opera actualmente para contrarrestar las persistentes amenazas aéreas de los ataques de drones y misiles rusos.
Los interceptores PAC y AMRAAM son fundamentales para el sistema de defensa aérea por capas de Ucrania, diseñado para neutralizar diversas amenazas, desde drones hasta misiles balísticos y de crucero. Estos misiles ofrecen precisión, velocidad y fiabilidad, respaldados por avanzados sistemas de radar y navegación.
El interceptor Patriot PAC-3, que ha sido objeto de numerosas actualizaciones, sigue siendo uno de los medios de defensa aérea más avanzados de Estados Unidos. Esta última versión se dirige a amenazas balísticas con un enfoque mejorado de impacto, lo que significa que destruye los objetivos utilizando fuerza cinética en lugar de una ojiva explosiva.
El PAC-3 MSE [Missile Segment Enhancement], un perfeccionamiento del PAC-3, está diseñado para ofrecer una gran maniobrabilidad y un alcance ampliado. Puede interceptar amenazas a una distancia de hasta 37 millas [60 kilómetros] y altitudes de alrededor de 9 millas [15 kilómetros]. La velocidad del interceptor, de casi 1.700 metros por segundo [3.800 mph], lo hace capaz de neutralizar amenazas que se desplazan rápidamente, incluidos misiles balísticos dirigidos contra infraestructuras clave.
El AMRAAM, por su parte, aunque inicialmente era un misil aire-aire, ha sido adaptado para los sistemas de defensa aérea NASAMS basados en tierra. Versiones como el AIM-120C-7 y el AIM-120D están diseñadas para interceptar aviones y drones a media distancia, lo que los hace muy eficaces contra amenazas aéreas a distintas altitudes.
Con alcances de entre 20 y 50 kilómetros y velocidades que alcanzan Mach 4 [aproximadamente 3.000 mph o 1.360 metros por segundo], el AMRAAM ofrece flexibilidad y una rápida intervención en el objetivo, especialmente eficaz contra objetivos en movimiento.
A diferencia de la aproximación directa del PAC-3, el AMRAAM se basa en un sistema de guiado en dos fases: navegación inercial al principio, seguida de radar activo en la aproximación final, lo que aumenta la precisión en el seguimiento de objetivos impredecibles o evasivos.
Los dos sistemas se complementan; el Patriot PAC-3 se despliega normalmente para proteger objetivos estratégicos de amenazas de misiles balísticos. Los NASAM equipados con AMRAAM ofrecen una defensa más móvil y versátil, ideal para contrarrestar drones y aviones en zonas disputadas.
La postura de Trump sobre el conflicto ucraniano, tal y como se articuló en su campaña, sugiere un alejamiento del enfoque de la administración actual.
Afirma que podría poner fin rápidamente a la guerra, una promesa que reiteró en múltiples ocasiones, afirmando que lo haría a las 24 horas de asumir el cargo. Su propuesta implica negociaciones directas entre el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, y el presidente ruso, Vladimir Putin, con Trump ofreciéndose como mediador.
Sin embargo, no ha detallado las condiciones o concesiones que podría imponer a ninguna de las partes. Sus comentarios anteriores apuntan a una estrategia de apoyo condicional que probablemente daría prioridad a la negociación sobre la ayuda militar, y ha insistido constantemente en que los aliados de la OTAN deberían asumir una mayor parte de la carga de defensa.
Un elemento polémico del plan de Trump podría consistir en presionar a Ucrania para que se plantee hacer concesiones territoriales. Las recientes declaraciones de Trump sugieren que podría instar a Ucrania a aceptar una «zona de seguridad» alrededor de las zonas en disputa, respaldada por fuerzas de paz europeas.
Según algunas afirmaciones emergentes, podría incluso proponer que Ucrania renuncie a sus aspiraciones de entrar en la OTAN durante al menos dos décadas, lo que podría no ser un punto de partida para Kiev, pero sí un aliciente para Moscú. A cambio, Trump ha indicado que Ucrania seguiría recibiendo ayuda militar occidental -principalmente estadounidense-, pero probablemente no en forma de subvenciones.
En su lugar, podría esperarse que Ucrania financiara sus necesidades de defensa a través de préstamos respaldados por Estados Unidos, un marcado cambio de la estructura de ayuda actual.
Estas propuestas reflejan la orientación más amplia de la política de Trump, que aboga por reducir la participación de Estados Unidos en conflictos extranjeros e incitar a los aliados de la OTAN a asumir una mayor responsabilidad en la defensa regional.
Sus comentarios indican una preferencia por un acuerdo de paz que podría incluir garantías de seguridad para Ucrania, pero sin la plena adhesión a la OTAN.
Aunque Trump ha respaldado el derecho de Ucrania a la autodefensa, su enfoque sugiere que ve la ayuda estadounidense supeditada a serios esfuerzos de negociación por ambas partes, una posición que podría atraer a los votantes recelosos de los compromisos militares indefinidos de Estados Unidos.
Recientemente, las redes sociales se han llenado de rumores sobre la posibilidad de que Trump presione a Zelensky para que renuncie a Crimea, así como a las zonas del este de Ucrania actualmente en manos de las fuerzas rusas, como parte de un paquete de paz más amplio.
Sus defensores argumentan que un compromiso de este tipo, si está garantizado por supervisores occidentales, podría estabilizar la región al tiempo que permitiría una retirada gradual de algunas fuerzas rusas.
Sin embargo, este enfoque, aunque probablemente popular entre la base de Trump, podría provocar la resistencia de los aliados y de la propia Ucrania, ya que las concesiones territoriales siguen siendo uno de los aspectos más polémicos de cualquier propuesta de acuerdo.
En última instancia, la visión de Trump sobre Ucrania podría desplazar a Estados Unidos de un papel de apoyo a un papel de mediador, con el objetivo de reducir la implicación estadounidense alcanzando un «acuerdo justo» que satisfaga las preocupaciones de seguridad, pero exija compromisos a Kiev.
Este enfoque, aunque conveniente en teoría, podría desestabilizar la alianza si se percibe como una aquiescencia a las demandas rusas.
B.Military
Desde hace tiempo ambos bandos comprendieron que se encontraban en una guerra de desgaste con 3 posibles finalizadores: el cese de la ayuda occidental a Ucrania, el agotamiento del pueblo ucraniano o la caída de Putin. Si Trump decide cortar la ayuda, es muy probable que Europa no pueda compensarlo y nos encontraremos en el primero de los 3 escenarios.
Lo que de verdad hubiera ayudado es que Israel hubiera enviado un par de las baterías Patriot que tiene almacenadas. Pero como Putin y Netanyahu tiene acordado algo ni los misiles HAWK almacenados quisieron enviar para que se recuperan los motores y acabarán en Ucrania. No SA sabe si hay baterías y misiles HAWK en camino desde Corea o Taiwán. Ahora hay que ver si Ucrania puede aguantar la ofensiva rusa y cual es la reacción de Trump a la presión de Putin par imponer sus condiciones de paz.
Debes de desconocer el estado de alarma en el que está inmerso Israel 24/7 desde hace años. Y debes de desconocer que el constructor de esos misiles no da a basto en su producción. Son dos cositas casi casi sin importancia.
Con la nueva impresión 3D de aleaciones para motores de cohetes, la producción de estos se septuplica con la misma cantidad de trabajadores y espacio, incluso, cambiar el tipo de motor es cuestión de una hora, antes con el forjado, era hasta dos días para cambiar las piezas.