Estados Unidos y Corea del Sur inician importantes ejercicios aéreos militares.

Seúl y Washington han iniciado hoy lunes, su mayor ejercicio aéreo conjunto hasta la fecha, una maniobra calificada por el Norte» como provocación total», pocos días después de que Pyongyang disparara un poderoso misil.

Es el mayor ejercicio aéreo jamás realizado por los Estados Unidos y Corea del Sur.  El lunes 4 de diciembre, los dos países han iniciado las maniobras anuales Vigilant Ace, que moviliza alrededor de 230 aviones, incluyendo el caza furtivo F-22 Raptor, y decenas de miles de soldados. La operación debe durar cinco días. Cinco días después del lanzamiento por Corea del Norte de un misil balístico intercontinental (ICBM) capaz de alcanzar cualquier lugar en territorio continental de Estados Unidos.

No es de extrañar que Corea del Norte haya denunciado la operación, acusando a la administración del presidente estadounidense, Donald Trump de «querer una guerra nuclear a toda costa». Este tipo de maniobras nunca deja de despertar la ira de Pyongyang, que las considera como una repetición de la invasión de su territorio.

En este contexto de tensión, un influyente senador estadounidense, Lindsey Graham, dijo que se acercaba el espectro de una «guerra preventiva». «Si hay una prueba nuclear subterránea, tendremos que prepararnos para una respuesta muy seria de los Estados Unidos», advirtió Graham en el canal CBS. Desde 2006, el país aislado ha llevado a cabo seis ensayos nucleares, el más poderoso de los cuales tuvo lugar en septiembre. Estos comentarios se hacen eco de los del asesor de seguridad nacional de Donald Trump, el general HR McMaster, quien estima que la probabilidad de una guerra con Corea del Norte «aumenta cada día”.  «Estamos en una carrera para encontrar una solución a este problema», dijo el General.

Opciones militares limitadas

El líder norcoreano Kim Jong-un aseguró que su país se había convertido en un estado nuclear por derecho propio con la prueba del ICBM Hwasong-15. Este fuego intercontinental de misiles fue ampliamente celebrado durante las festividades organizadas por el gobierno Pyongyang. Miles de norcoreanos, tanto civiles como militares, asistieron a la plaza Kim Il-sung, con fuegos artificiales y coreografías. La puesta en escena continuó cuando un medio oficial publicó fotografías impactantes del lanzamiento, típicas de la propaganda norcoreana.

 

Sin embargo, los analistas creen, que el Hwasong-15 probablemente portaba una cabeza falsa muy ligera y que habría sido muy difícil cubrir una distancia tan grande con una cabeza nuclear, mucho más pesada. Los expertos tampoco están convencidos de que el Norte tenga la tecnología necesaria para garantizar la supervivencia de las cabezas nucleares durante el calentamiento que se produce en el momento de la reentrada a la atmósfera desde el espacio.

Los programas nucleares y balísticos de Corea del Norte han avanzado a un ritmo vertiginoso desde que Kim Jong-un asumió el poder en diciembre de 2011, a pesar de las múltiples sanciones de la ONU. La crisis entre el líder norcoreano y Donald Trump, alimenta el temor a un conflicto renovado más de 60 años después de la Guerra de Corea (1950-53). Sin embargo, algunos incluso en el séquito de Trump señalan que sus opciones militares son limitadas, sabiendo que Pyongyang podría lanzar un bombardeo de artillería contra Seúl, donde viven 10 millones de personas a solo 50 kilómetros de la frontera.

Fuente: Le Figaro

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