Estados Unidos y Turquía siguen divididos sobre la compra de los S-400 rusos.
Altos diplomáticos estadounidenses y turcos no han logrado superar las agudas diferencias sobre la compra por parte de Turquía del avanzado sistema de defensa aérea ruso, que Washington considera una amenaza para la seguridad.
El ministro turco de Asuntos Exteriores, Mevlut Cavusoglu, dijo a los periodistas tras una reunión con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, en Bruselas, que Turquía no se retractaría de su decisión de utilizar los S-400 rusos. La reunión, celebrada al margen de un encuentro de la OTAN, fue la primera que mantuvieron desde que la administración del presidente Joe Biden asumió el cargo en enero.
«Les hemos dicho una vez más que Turquía ya ha comprado los S-400 y que la cuestión está cerrada», dijo Cavusoglu en comentarios televisados, a pesar de la presión de Estados Unidos sobre Ankara para que se deshaga del sistema.
Añadió, sin embargo, que también dijo a Blinken que Turquía pretendía adquirir sus futuras necesidades de defensa aérea de Estados Unidos u otros aliados de la OTAN.
Estados Unidos y Turquía están enfrentados por una serie de cuestiones, pero especialmente por la adquisición por parte de Turquía del sistema antiaéreo, que según Washington supone una amenaza para la OTAN y para el programa de aviones de combate F-35 de Estados Unidos. Washington expulsó a Turquía del programa de producción del F-35 y el año pasado impuso sanciones a altos cargos de la industria de defensa turca, así como prohibiciones de licencias de exportación militar. Las sanciones se impusieron en virtud de una ley que pretende hacer frente a la influencia rusa.
Turquía sostiene que el sistema ruso, que le costó 2.500 millones de dólares, no es una amenaza para la OTAN, y ha pedido repetidamente que se dialogue para resolver la cuestión. Washington insiste en que las sanciones no pueden levantarse mientras el sistema ruso siga en posesión de Turquía.
Un comunicado del Departamento de Estado de Estados Unidos dijo el miércoles que durante su conversación, «Blinken instó a Turquía a no conservar el sistema de defensa aérea ruso S-400».
El martes, Blinken dijo durante una conferencia de prensa con el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, que «no es un secreto que tenemos diferencias con Turquía, incluso sobre los S-400».
Continuó: «Tampoco es un secreto que Turquía es un antiguo y valioso aliado, y que creo que tenemos un gran interés en mantenerlo anclado a la OTAN.»
Mientras tanto, Cavusoglu dijo a los periodistas que sus conversaciones con Blinken también se centraron en los planes apoyados por Estados Unidos para que Turquía acoja las conversaciones de paz entre las partes en conflicto en Afganistán, antes de la fecha límite del 1 de mayo para la retirada de las tropas de Estados Unidos y la OTAN del país.
Turquía y Estados Unidos están trabajando para que el gobierno afgano y los talibanes lleguen a un acuerdo sobre una «hoja de ruta» para Afganistán durante la conferencia organizada por Turquía, dijo Cavusoglu.
The Associated Press
¡Viva el libre comercio, siempre que compréis mis productos, porque de lo contrario os penalizo y sanciono económica y políticamente!.
Esa es la manera que entiende Estados Unidos el libre comercio.
Aparte de eso, pienso que Turquía hace muy bien en comprar el S-400, el segundo mejor sistema de defensa aérea del mundo solo por detrás del S-500 (también ruso) y que deja en ridículo al sistema estadounidense Patriot.
¡Ya me gustaría a mí que España consiguiera la licencia de fabricación de este fabuloso sistema antiaéreo!.
Y sobre todo versatil al integrar distintos misiles con distintos desempeños. Lo unico comparable es el sistema AEGIS si tomamos los misiles ESSM, SM-2, SM-3 y SM-6 y sobre todo con el SM-3 que si es un misil ABM fabuloso y exoatmosferico.