Francia confirma el envío de su portaaviones Charles de Gaulle al Mediterráneo Oriental.
El Jefe de Estado Mayor de la Armada Francesa, el Almirante Pierre Vandier, declaró que el grupo aeronaval que rodea al portaaviones nuclear Charles de Gaulle se dirigirá al Mediterráneo oriental y más tarde al Golfo Pérsico en su próximo despliegue programado para febrero de 2021. Esto fue confirmado por la ministra de las Fuerzas Armadas, Florence Parly, ante los miembros del Parlamento ayer 12 de enero.
Naturalmente, en vista de los acontecimientos de las últimas semanas, con las actividades de prospección turca en las zonas marítimas reclamadas por Grecia y la República de Chipre, se habría pensado que la presencia del portaaviones Charles de Gaulle en el Mediterráneo oriental se presentaría como una señal de apoyo a Atenas y a Nicosia, que París apoya frente a Ankara. Pero este no es el argumento que la ministra ha elegido para presentar el futuro despliegue.
«La próxima misión del portaaviones Charles de Gaulle será reforzar nuestras fuerzas en el marco de la Operación Chammal», declaró Parly, refiriéndose a la participación de Francia en la coalición anti yihadista dirigida por Estados Unidos. «El grupo de aviación naval se desplegará en la primera mitad de 2021 en el Mediterráneo y el Océano Índico. Este compromiso demuestra nuestra voluntad de luchar contra el terrorismo de forma permanente e incondicional», añadió.
Actualmente, la fuerza Chammal está compuesta por cuatro aviones Rafales desplegados en Jordania, así como los del escuadrón de cazas de Provenza, con base en los Emiratos Árabes Unidos en la Base Aérea de al-Dhafra, con 6 aviones.
Si bien el año 2020 se caracterizó por algunos ataques de estos cazabombarderos [especialmente desde territorio jordano], la actividad de la fuerza Chammal es, en promedio, de unas quince salidas por semana… Asimismo, y aunque Francia evoca una «forma de resurgimiento» del Daesh en el Oriente, la presencia del portaaviones con su grupo aéreo embarcado en el Mediterráneo oriental debería dar lugar, como el año pasado, a intercambios con las fuerzas griegas, chipriotas e israelíes.
Al finalizar una descripción de las operaciones en curso, Parly deseó «reafirmar la plena vigilancia de las fuerzas armadas francesas en el Mar Mediterráneo». «En 2020, observamos que se había convertido en el teatro de muchas tensiones, rivalidades e incluso codicias. A través de sus acciones internas y de la operación IRINI, dirigida por la Unión Europea, Francia defiende el respeto del derecho internacional, Francia defiende el principio de la libre navegación frente a los actores que no dudan en cuestionarlos. Junto con nuestros socios, redoblaremos nuestros esfuerzos en esta área en 2021”.
En cualquier caso, este despliegue del grupo aeronáutico francés debería coincidir con la reanudación de las discusiones entre Atenas y Ankara sobre sus disputas territoriales y la explotación de los recursos de gas. Las conversaciones entre ambos gobiernos se interrumpieron en 2016.
Además, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan parece haber cambiado de tono desde principios de este año. El 12 de enero, dijo que estaba listo para «volver a poner en marcha» las relaciones entre su país y la Unión Europea, que han sido tumultuosas durante varios meses. «Hacer del 2021 un año exitoso para las relaciones UE-Turquía está a nuestro alcance. Podemos lograrlo trabajando con una visión a largo plazo, lejos de los prejuicios y la aprensión», aseguró.
Anteriormente, el Ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Mevlüt Cavusoglu, había dicho que Turquía estaba dispuesta a «normalizar» sus relaciones con Francia, a pesar de que los dos países habían estado acumulando cuestiones polémicas.
«Finalmente, tuve una constructiva discusión telefónica con mi homólogo Jean-Yves Le Drian y acordamos trabajar en una hoja de ruta para normalizar nuestras relaciones», explicó Cavusoglu.
Laurent Lagneau