Francia denuncia la actitud de la armada china hacia los barcos franceses.

Durante una comparecencia en el Senado en abril de 2018, el almirante Christophe Prazuck, entonces jefe del Estado Mayor de la Armada francesa [CEMM], recordó que, para «hacer prevalecer el derecho marítimo internacional», los buques franceses navegaban «de seis a diez veces al año» en el Mar de China Meridional sin despertar la más mínima reacción agresiva de «nuestros socios chinos». Este podría haber sido el caso dado que Pekín reclama la soberanía sobre casi toda la zona.

Posteriormente, en septiembre de ese mismo año, el almirante Prazuck se reunió con su homólogo chino para, según explicó más tarde, acordar un «ritmo regular de escalas en el puerto – idealmente, dos escalas de buques franceses en China y dos escalas de buques chinos en Francia – para conocerse mejor, desarrollar medidas técnicas de descoordinación y evitar así malentendidos en el mar que puedan provocar accidente.

En agosto de 2019, el «destructor» de misiles chino Xi’an hizo escala en Tolón, tal y como se había acordado un año antes. Sólo, en cuatro meses anteriores, la fragata de vigilancia Vendémiaire, fue declarada persona non grata en Qindao, donde se la esperaba para el 70º aniversario de la armada china, por cruzar el estrecho de Taiwán.

Un «barco francés entró en aguas territoriales chinas sin permiso. El Ejército Popular de Liberación ha enviado buques de guerra, de acuerdo con la ley, para identificar al barco francés y ordenarle que se marche», declaró posteriormente un portavoz del Ministerio de Defensa chino.

Evidentemente, las relaciones entre la Marina francesa y las fuerzas navales chinas [que incluyen el componente naval del EPL, la guardia costera y la milicia marítima] no han mejorado…

En una entrevista publicada por el diario Le Monde ayer 10 de junio, el actual  jefe del Estado Mayor de la Defensa, el almirante Pierre Vandier, denunció la actitud de la marina china hacia los buques de la Armada francesa. «Tenemos muchos elementos que muestran un cambio de actitud. Nuestros barcos son seguidos sistemáticamente, a veces obligados a maniobrar delante de los barcos chinos para evitar una colisión, desafiando las normas de libertad de navegación que defendemos», dijo.

Además, «algunas de nuestras escalas en países de la región que solíamos visitar se cancelan en el último momento, sin explicaciones claras», continuó el jefe del Estado Mayor Marítimo, antes de evocar «la lógica de las restricciones» que ejerce Pekín sobre ciertos países «para no acoger a los buques extranjeros».

Si esta tendencia se mantiene -y hay muchas razones para creer que así será- ya no será posible «dentro de unos años» cruzar un estrecho «sin contar con la presencia de fragatas chinas», advirtió el almirante Vandier. Peor aún: puede que ya no sea posible cruzarlas. «Tendremos un alto nivel de presión, con maniobras para subordinar a los países ribereños. Los chinos están dando rienda suelta a su poderío militar. Se están comportando de una manera que plantea dudas sobre sus intenciones», concluyó sobre este punto.

En cuanto a si el formato de la Armada francesa es suficiente, con sólo 15 fragatas de primer orden, el almirante Vandier señaló que sí podría ser suficiente para un contrato operativo limitado a dos o tres zonas de intervención, como se preveía en 2012. Excepto que, actualmente, los barcos franceses están presentes en cuatro o cinco teatros. El CDS no lo dijo, pero tener al menos tres fragatas más no sería un lujo.

Laurent Lagneau