Gran Bretaña estudia dar armas de defensa aérea ‘Starstreak’ a Ucrania.

Gran Bretaña ha aumentado su suministro de armas al ejército ucraniano, añadiendo misiles antiaéreos Starstreak a una lista que ya incluye un número significativo de armas antitanque.

El secretario de Defensa, Ben Wallace, dijo a los legisladores el 9 de marzo que el gobierno estaba «explorando» el suministro de Starstreak, pero más tarde confirmó que ya se había tomado la decisión en principio de proporcionar el arma de corto alcance fabricada por Thales en el Reino Unido.

Sin embargo, el secretario de Defensa dijo que aún debían resolverse cuestiones como el entrenamiento.

Wallace también dijo al Parlamento que Gran Bretaña suministraría un número limitado de misiles antitanque Javelin, fabricados por Lockheed Martin y Raytheon, junto con artículos no letales como paquetes de raciones y suministros médicos.

«Creemos que este sistema se mantendrá dentro de la definición de armas defensivas, pero permitirá a la fuerza defensora defender mejor los cielos», dijo Wallace, refiriéndose a las capacidades del Starstreak.

Wallace dijo a los legisladores que Rusia estaba utilizando ahora bombas no guiadas, y que con el 95 por ciento de sus fuerzas alrededor de Ucrania comprometidas, Moscú estaba tratando de animar a las tropas privadas rusas de organizaciones como el Grupo Wagner a unirse a la lucha.

Citando datos ucranianos, dijo que se cree que Rusia ha perdido 285 tanques, 985 vehículos blindados, 44 aviones, 48 helicópteros y 109 piezas de artillería. Unos 11.000 soldados rusos han muerto, añadió, señalando que las cifras ucranianas no estaban verificadas.

El Starstreak es un misil de alta velocidad diseñado para proporcionar defensa aérea contra helicópteros, aviones de ala fija de bajo vuelo y vehículos aéreos no tripulados con un alcance de más de 6 kilómetros.

Los británicos llevan utilizando el arma desde 1997, primero montada en un vehículo blindado, pero más recientemente como un lanzador ligero de múltiples misiles y en configuraciones lanzadas desde el hombro.

El Starstreak es el segundo sistema de armas importante suministrado recientemente al ejército ucraniano.

Justo antes de la invasión rusa, los aviones C-17 de la Real Fuerza Aérea entregaron a Ucrania armas ligeras antitanque de nueva generación (NLAW).

Al igual que el Starstreak, el NLAW se construyó en una fábrica de Thales UK a las afueras de Belfast (Irlanda del Norte), aunque el arma antitanque fue desarrollada en gran parte por Saab en Suecia como un esfuerzo de colaboración entre ambos países.

Wallace puso al día a los legisladores sobre el volumen de NLAW suministrado a Ucrania, diciendo que Gran Bretaña había proporcionado inicialmente 2.000 armas, pero que ahora había aumentado ese número a 3.615 misiles, y que continuaban los esfuerzos para entregar más.

Las armas proceden de los arsenales militares británicos. Wallace dijo que se estaba trabajando para reponerlos.

El suministro de armas forma parte de una contribución de ayuda más amplia por parte de los británicos, que incluye un gran aumento de las donaciones humanitarias por parte del gobierno.

Aunque Gran Bretaña está destinando dinero a la ayuda y al suministro de armas, Wallace no abordó el tema más amplio del aumento del gasto en defensa durante su declaración.

El gobierno anunció un aumento de 16.500 millones de libras (22.300 millones de dólares) en cuatro años en 2021, pero un aumento aún mayor parece contar con un amplio apoyo en el Parlamento.

La Comisión de Defensa del Parlamento lleva varios años abogando por un aumento sustancial de las fuerzas armadas británicas, que están infradotadas.

Un plan de aumento del gasto podría llegar tan pronto como en las próximas semanas.

Cuánto es suficiente es una pregunta difícil, dijo John Louth, un analista de defensa independiente.

«Tendrán que considerar volver a los niveles de gasto de los años 80, si no antes», añadió. «Ciertamente, puedo ver que se sube al 3,5% del producto interior bruto [desde el 2 por ciento actual], quizá un poco más». Pero la lección de la Guerra Fría es que no sirve de nada hacerlo a menos que se adopte un enfoque integrado con los aliados».

Al igual que otros analistas, Louth considera que la revisión de la defensa integrada del gobierno, publicada hace tan sólo 12 meses, necesitará un replanteamiento, si no una destrucción, tras la invasión rusa.

Louth dijo que repensar el papel y las capacidades del cada vez más reducido Ejército británico era la prioridad inmediata.

«El ejército británico tiene que darse cuenta de que el futuro no va a ser de armas exquisitas y altamente técnicas. Probablemente va a ser mucha gente en vehículos de aspecto tradicional con capacidad de maniobra. Esto cambia el sentido de que el Ejército sea sólo un campo de reclutamiento para las fuerzas especiales», afirmó.

Andrew Chuter