Israel aprovecha el no gobierno en Siria para destruir las lanchas misileras.

Han surgido las primeras imágenes y videos de las consecuencias de los ataques israelíes contra el puerto sirio de Latakia durante la pasada noche, que destruyeron al menos seis lanchas de misiles de la clase Osa II de la era soviética.

El ataque a los activos de la Armada siria fue parte de una operación más amplia lanzada por Israel que incluyó cientos de ataques destinados a evitar que los activos militares del ahora extinto régimen de Bashar Al Assad cayeran en manos de facciones rebeldes.

Israeli Airforce destroyed last night several Syrian navy vessels docked in Latakia. It looks like old OSA-2 Class missile boats. pic.twitter.com/p9XznxVau2

— (((Tendar))) (@Tendar) December 10, 2024

El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, confirmó los ataques al puerto de Latakia, diciendo que la “marina de su país operó anoche para destruir la flota siria con gran éxito” como parte de esfuerzos más amplios para “atacar y destruir capacidades estratégicas que amenazan al Estado de Israel”. 

Según informe, los barcos israelíes emplearon misiles tierra-tierra no especificados para alcanzar sus objetivos en Latakia. La Armada israelí tiene una variedad de corbetas y lanchas misilísticas, incluidos los tipos capaces de disparar misiles antibuque Harpoon y Gabriel, misiles navales SPIKE sin línea de visión (NLOS) y municiones merodeadoras.

Independientemente de las municiones empleadas, como ya se ha señalado, las imágenes disponibles muestran que al menos seis Osa II sirias fueron destruidos en la operación israelí.

También el llamado barco misilístico Proyecto 205, se trata de un diseño soviético de la década de 1960 cuyo armamento principal es el igualmente anticuado misil antibuque P-15 Termit (también conocido en Occidente como SS-N-2 Styx). El P-15 es un misil guiado por radar activo, cuya versión básica tiene un alcance de 25 millas (40 kilómetros) y la variante mejorada P-15M (que se dice que recibió Siria) lo amplía a 50 millas (80 kilómetros).

Los Osa II, que miden 38,7 m de eslora y desplazan 235 toneladas con una carga completa, pueden transportar hasta cuatro de los grandes P-15 a la vez.

Los barcos, que pueden alcanzar velocidades máximas de alrededor de 40 nudos, también tienen un par de sistemas de armas de corto alcance AK-230 dirigidos por radar, cada uno armado con dos cañones automáticos de 30 mm, uno en la proa y el otro en la popa.

Antes de los ataques, no está claro cuántos Osa II tenía todavía en inventario la Armada siria, en qué condiciones navegaban y si todavía había misiles P-15 disponibles para cargarlos. Siria había adquirido previamente una combinación de Osa I, incluso más antiguos, así como Osa II, siendo estos últimos los buques de superficie más capaces que todavía estaban en servicio en Siria antes de la caída de Assad.

Las imágenes disponibles muestran que otras embarcaciones más pequeñas fueron atrapadas en los ataques israelíes, que también dañaron la infraestructura portuaria, como se ve a continuación.

No está claro el destino de otros activos que se sabe que están en el inventario de la Armada siria, incluidos los barcos misilísticos de clase Tir II más pequeños suministrados por Irán, capaces de disparar misiles antibuque Noor (un clon iraní del C-802 chino) y las patrulleras de clase Raptor de fabricación rusa.

Además de los ataques contra el puerto de Latakia, Israel ha lanzado más de 300 ataques contra objetivos en toda Siria, al parecer con especial atención a misiles tierra-tierra y tierra-aire, así como a otros medios de defensa aérea.

También fueron atacados aviones y helicópteros, así como sitios vinculados al programa de armas químicas de Siria.

El ministro de Defensa israelí, Katz, ya ha prometido más ataques contra objetivos en Siria si el nuevo régimen que surja en el país representa una amenaza o intenta realinear su postura con Irán.

Israel también ha lanzado una incursión terrestre en territorio sirio, que según afirma, tiene como objetivo proporcionar un amortiguador en medio de la incertidumbre actual en su vecino del norte. Las acciones de Israel han suscitado críticas de las Naciones Unidas, así como de varios países de la región y del Oriente Medio en general, incluidos Egipto, Irán, Irak, Qatar, Arabia Saudita y Turquía.

Por lo demás, la situación en Siria sigue siendo extremadamente inestable.

Varias facciones están tratando de consolidar sus posiciones después de que el avance relámpago de una coalición rebelde hacia el sur, hacia Damasco, precipitara la caída de la brutal dictadura de Asad, que lleva décadas en el poder, el pasado fin de semana.

Además de Israel, varios actores extranjeros, entre ellos Rusia, Estados Unidos y Turquía, también participan activamente en los asuntos actuales del país.

Pase lo que pase en los próximos días, semanas y meses, Israel ya ha asestado un golpe significativo a lo que quedaba de la Armada siria, así como a otros activos militares pertenecientes al régimen de Assad.

José Trevithick