Japón despliega su nuevo avión de caza furtivo F-35A en medio de controversias.
Japón desplegó ayer viernes su primer caza furtivo F-35A en la base aérea de Misawa, en la prefectura de Aomori, en el noreste del país, según ha informado el Ministerio de Defensa.
El despliegue del caza de quinta generación fabricado en Japón por Mitsubishi Heavy Industries (MHI) marca el comienzo de la formación del primer escuadrón de la Fuerza Aérea de Autodefensa (ASDF) que se compone de 10 aviones F-35A estacionados en la base aérea a partir del mes de abril.
Japón tiene inicialmente previsto la fabricación de 42 aviones del F-35A, de acuerdo con los planes del Ministerio de Defensa, y está previsto que todos los aviones puedan llevar de serie el moderno misil de ataque conjunto JSM (Joint Strike Missile) Kongsberg de largo alcance.
Los misiles antiaéreos lanzados desde el aire son, con muchas controversias, capaces de atacar bases enemigas, cuyo escenario contravendría la postura de Japón, que sólo se limita a la defensa y está obligada por la Constitución.
Sin embargo, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, está tratando de modificar una cláusula clave de la Ley Suprema para lograr su objetivo profesional de flexibilizar las restricciones a las Fuerzas de Autodefensa del país, a pesar de que la mayoría de los japoneses está en contra de cambiar la Carta pacifista por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial.
Las medidas de Abe para normalizar el ejército de Japón también han afectado a algunos de los países vecinos de Japón y a la comunidad internacional en general.
El ministro de Defensa de Japón, Itsunori Onodera, fue citado diciendo a la prensa el viernes que los misiles (JSM), no se utilizarían para atacar las bases enemigas.
«La introducción de los misiles no tiene como objetivo atacar las bases militares enemigas. Confiamos en las capacidades de ataque de los EE.UU. para atacar bases enemigas y esto no cambiará».