Japón y Vietnam acuerdan impulsar lazos de defensa ante la creciente influencia de China.
El primer ministro japonés Yoshihide Suga, en su primera cumbre en el extranjero desde que asumió el cargo el mes pasado, acordó con su homólogo vietnamita intensificar la cooperación en materia de defensa y seguridad ante la creciente influencia de China en la región.
En conversaciones mantenidas en Hanoi el lun, Suga y el primer ministro vietnamita Nguyen Xuan Phuc establecieron un acuerdo básico que permite a Japón exportar equipos de defensa y tecnología a Vietnam. Japón ha estado persiguiendo tales acuerdos en los últimos años para reforzar los lazos con el sudeste asiático y sostener su propia industria de defensa.
Suga dice que su viaje de cuatro días a Viet Nam y posteriormente a Indonesia es clave para perseguir la visión «indopacífica libre y abierta» de la cooperación económica y de seguridad multilateral para contrarrestar el creciente poderío de China y proteger las rutas marítimas en las zonas en disputa del Mar de China Meridional.
«Vietnam es crucial para lograr nuestra visión del ‘Indo-Pacífico libre y abierto’, y nuestro valioso socio», dijo Suga en una conferencia de prensa después de su reunión con Phuc. «Japón, como nación indopacífica, seguirá contribuyendo a la paz y la estabilidad en esta región».
Suga dijo que Vietnam, en el centro del Indo-Pacífico, era el destino más adecuado para su primer viaje al extranjero como líder de Japón.
Japón ya tiene acuerdos de transferencia de equipos de defensa con EE.UU., Gran Bretaña y Malasia, entre otros países. Vietnam es el duodécimo socio. En su primera entrega real, Japón exportó en agosto un sistema de vigilancia por radar a Filipinas.
No se mencionaron los detalles de las posibles ventas de equipos, pero Suga calificó el acuerdo como «un gran paso» para la cooperación bilateral en materia de defensa, diciendo que espera nuevos avances.
Japón levantó parcialmente su prohibición sobre el equipo militar y la transferencia de tecnología en 2014 como parte del intento del ex primer ministro Shinzo Abe de reforzar la capacidad de defensa de Japón.
Suga y Phuc firmaron otros acuerdos para cooperar en una serie de ámbitos económicos y en medidas antiterroristas.
Las dos partes también acordaron facilitar las prohibiciones de entrada y permitir visitas de negocios de corta duración y reabrir los vuelos entre Vietnam y Japón, que en cierto modo han logrado estabilizar los brotes de COVID-19.
Suga también prometió prestar apoyo a los trabajadores vietnamitas en el Japón afectados por el impacto de la pandemia en la economía. Los vietnamitas representan más de la mitad de los trabajadores extranjeros que Japón ha aceptado en los últimos años para compensar la disminución y el envejecimiento de su población.
Japón es uno de los principales socios comerciales de Vietnam, con un comercio bilateral de 28.600 millones de dólares en lo que va de año. Japón es también el mayor donante de ayuda al extranjero de Vietnam, proporcionando 23.000 millones de dólares a partir de 2019 y representando más de un cuarto de los préstamos extranjeros de Vietnam.
El gobierno ha estado tratando de atraer a las empresas japonesas para que inviertan en Vietnam y en otros países del sudeste asiático para frenar la dependencia del país de la industria manufacturera y otros negocios en China.
En agosto, Vietnam acordó comprar seis barcos de patrulla de la guardia costera por valor de 345 millones de dólares al Japón para aumentar su capacidad marítima. Ese acuerdo se produce en medio del continuo desarrollo y militarización de las islas artificiales en las disputadas aguas del Mar del Sur de China.
El predecesor de Suga, Abe, también eligió Vietnam para ser el primer país que visitó después de asumir el cargo. Suga es el primer jefe de estado extranjero que visita Vietnam desde que el país cerró sus fronteras para contener a COVID-19.
The Economic Times
La zona se esta calentando, solo falta Corea, que tiene problemas historicos con Japon, pero podria incluirse en el club. Sin esto los chinos se los comen a todos.
Parece que ya se está gestando la alianza del Pacífico contra la China comunista pandémica.
Japoneses, surcoreanos, filipinos, vietnamitas y hasta australianos y singapurenses podrían meterse en el cesto, y por supuesto, los useños. Es hora de plantar cara a la China genocida neoimperialista.
Japón ha comenzado a disminuir su recelo histórico con Corea del Sur (durante generaciones ha considerado a la península coreana como el «patio trasero» de Japón, elevó a su territorio a categoría de colonia y sus habitantes condenados a poco menos que esclavos desde fines del S.XIX hasta el fin de la SGM), restableciendo la cooperación en temas tan sensibles como el intercambio de información clasificada respecto a actividades militares y terroristas de países como Corea del Norte, China y Rusia. Evidentemente la visión de Abe ha sido continuada sin cambios por su reemplazo en el sillón de Primer Ministro. Japón está reforzando sus relaciones bilaterales con todos los países involucrados en el área Indo-Pacífico, con la intención de generar una suerte de alianza estratégica comercial y militar para intentar disuadir a China de continuar con su actividad expansionista (que a consideración de Japón es indidcriminada y podría terminar en una guerra de proporciones descomunales), a costa de los países más débiles en su área de influencia en el mar de China meridional.
En esta ecuación también hay que anotar a Singapur, que tiene entre sus objetivos a mediano plazo incorporar un buque anfibio con capacidad para actuar como portaaviones ligero STOVL operando F-35B, aviones que ya pertenecen al inventario futuro de su FA.
Ya hacen bien en unirse, el agresivo expansionismo chino no tiene freno, necesitan territorios extra para seguir consumiendo perros, murciélagos, ratas, gatos, pangolines, serpientes y todo lo que mueva o arrastre.