La historia de los Cuatro Vientos: La hazaña aérea olvidada de España.
Durante los siglos XV y XVI, Cristóbal Colón realizó cinco viajes a América. Cuatrocientos años después, los viajes del marinero italiano se replicaron por aire. En 1933, el capitán Mariano Barberán y el teniente Joaquín Collar lograron hacerlo a bordo de un avión, sin escalas, un hito en la historia de la aviación mundial.
La idea de replicar la histórica hazaña de Colón se cocinó en 1926 cuando el hidroavión español Plus Ultra logró por primera vez unir por vía aérea el viejo y el nuevo continente. La aeronave despegó de Palos de la Frontera el 22 de enero de 1926 y arribó a Buenos Aires, Argentina, el 10 de febrero de 1926. El Plus Ultra se convirtió en un símbolo de la aviación, y el Rey Alfonso XIII lo donó a la Armada Argentina, sirviendo como avión correo hasta que fue retirado del servicio.
El Espíritu de San Luis eclipsó la gesta española
Si bien fue una hazaña fantástica de la aviación, su notoriedad duró poco cuando, al año siguiente, el aviador estadounidense Charles Lindbergh cruzó el Atlántico de Nueva York a París en solo 33 horas. El vuelo del Spirit of St. Louis eclipsó lo logrado por la Armada Española y los tenía desesperados por establecer un récord.
El plan era unir la ciudad andaluza de Sevilla con Cuba volando sin escalas y sin repostar. Sería el vuelo más largo jamás realizado sin repostar, eclipsando el vuelo de Lindbergh por 1.243 millas.
El avión elegido para realizar la épica hazaña fue el denominado “Cuatro Vientos”, un Breguet XIX equipado con un motor Hispano Suiza de 12 cilindros y 650 caballos de fuerza. Cuando se completaron las modificaciones, el avión pesaba 13,933 libras y podía volar a una velocidad de 136 mph. El avión necesitaba mucho combustible, por lo que los ingenieros modificaron el avión con un tanque de combustible de 1400 galones.
Los ingenieros desarrollaron una cabina cerrada.
Además del tanque de combustible principal, los ingenieros colocaron tanques adicionales entre los largueros del fuselaje detrás del motor. El combustible estaba alojado en ocho tanques con válvulas de drenaje rápido para que, en caso de accidente, sirvieran como flotadores durante 24 horas.
Otra innovación que se le ocurrió a un ingeniero fue desarrollar una cabina cerrada para proteger a los pilotos del mal tiempo y las bajas temperaturas. La cabina trasera también estaba equipada con controles de vuelo duplicados, por lo que, en caso de que fueran necesarios, el avión podría volar desde el asiento trasero.
A pesar del plan de que fuera un vuelo sin escalas, se hicieron preparativos para que la aeronave aterrizara en Madeira, Puerto Rico o Santo Domingo si fuera necesario. Para que la aeronave pudiera despegar con tan gran carga de combustible, era necesario alargar la pista de la Base Aérea de Tablada, en Sevilla. Con condiciones climáticas favorables, el 9 de junio de 1933, se hicieron los preparativos para que el avión despegara al amanecer del día siguiente.
El vuelo duró 40 horas.
El Cuatro Vientos despegó de Tablada (Sevilla) a las 04:35 de la mañana del 10 de junio de 1933 y cuatro horas después fue avistado sobrevolando la isla portuguesa de Madeira. Calculando su vuelo con la estrella polar, divisaron Cuba después de haber estado en el aire durante 30 horas. Un cambio en el clima hizo que se desviaran de su rumbo antes de aterrizar con éxito en Camagüey, Cuba, a las 15:39.
En total, el Cuatro Vientos voló 4.970 millas y estuvo en el aire durante 40 horas, una proeza aeronáutica nunca vista.
El recibimiento de los pilotos en Cuba fue tremendo. El vuelo del Cuatro Vientos constituyó un acontecimiento social de primera magnitud, con los aviadores agasajados en las élites políticas y sociales de Cuba. Tras el viaje a Cuba , el Cuatro Vientos tenía previsto viajar 1.193 millas hasta México, un vuelo de 12 horas.
Nuevamente, planeando todas las posibilidades, se designaron cuatro aeródromos como posibles áreas de aterrizaje en caso de que el avión tuviera problemas. Cargados con 528 galones de combustible y víveres suficientes para ocho días, Barberán y Collar despegaron de Cuba el 20 de junio a las 08:45. Mientras se dirigía a la Ciudad de México , el Cuatro Vientos fue visto volando sobre el estado costero de Tabasco antes de desaparecer por completo . Con la llegada de la noche y el nerviosismo entre las 60.000 personas que esperaban la llegada del avión, se despacharon partidas de búsqueda.
Los Cuatro Vientos nunca llegaron a la Ciudad de México
Tras la desaparición de Cuatro Vientos corrieron como la pólvora rumores y leyendas, pero hasta 1995 no se pudo comprobar ninguno. El más difundido era que los aviadores españoles intentaron esquivar un temporal y acabaron metiéndose en el golfo de México. Los historiadores, sin embargo, están convencidos de que una tormenta obligó a los aviadores a aterrizar en las montañas de la Sierra Mazteca en el estado mexicano de Oaxaca.
Allí creen que los pilotos murieron en el aterrizaje o poco después. El ejército mexicano fue enviado a rastrear el área, pero no encontró señales de los restos ni de los aviadores.
Otras teorías comenzaron a correr sobre cómo fueron rescatados y trasladados en secreto a España, mientras que otros hablan de una grieta en el tanque de combustible y sabotaje. Un mes después de la desaparición de la avioneta, un campesino encontró una cámara de aire en la playa de Chiltepec en Tabasco.
La cámara de aire fue enviada a la Embajada de España en Ciudad de México, que confirmó que pertenecía a los Cuatro Vientos y servía como salvavidas en caso de que el avión se viera obligado a aterrizar en el mar. La prensa mexicana nunca publicó esta noticia, prefiriendo, en cambio, especular sobre el posible secuestro y asesinato de los pilotos.
Investigación española sobre la desaparición
En diciembre de 1933, el piloto del Ramón Franco (hermano de Francisco Franco) fue nombrado agregado militar español en Washington y viajó a Ciudad de México para dirigir la investigación oficial sobre la desaparición del Cuatro Vientos. Su informe fue enviado posteriormente a España en 1934, pero desapareció durante la Guerra Civil Española.
Años después, la prensa mexicana creía que el avión había realizado un aterrizaje de emergencia en la Sierra Mazateca y que los lugareños atacaron y robaron a los pilotos. En la década de 1980, el periodista de Canal 13 de México, Jesús Salcedo, inició la búsqueda de los restos del Cuatro Vientos.
Viajó a la Sierra Mazateca y entrevistó a indígenas, quienes no solo relataron el asesinato, sino que identificaron a los culpables. Posteriormente, una versión de los hechos fue avalada por el municipio de Puebla y por la Secretaría de la Defensa Nacional de México.
En 1995, la historia cobró más fuerza cuando se encontraron partes de un avión junto con dos cuerpos escondidos en una cueva en un acantilado. El gobierno mexicano investigó y concluyó que los restos encontrados eran los del Cuatro Vientos. También creían que los pilotos habían sido transportados a la cueva para ocultar pruebas del crimen.
Sin embargo, el problema es que los expertos aeronáuticos españoles no pudieron confirmar que los restos fueran los del Cuatro Vientos o que los cuerpos fueran los de Barberán y Collar.
Mark Finlay
Se agradecen estos artículos. Descansen en Paz aquellos pioneros.
Si hubieran elegido otro pais…. Al sur de rio Grande, tu vida es una lotería.
Y al norte de Rio Grande, tu vida es ganarte al Lotería.
Gran artículo, lo utilizaré en mis clases!
Me alegra que se vuelva hablar del Cuatro Vientos en mi opinión este articulo hay demasiadas contradicciones
partiendo de la versión oficial, cayeron al mar en aguas de México, Dicho esto creo que hay que leer todo en favor y en contra. Mi pregunta es tanta gente miente en la caída en la Sierra Mazateca de Puebla? incluso un general mexicano afirma del asalto y muerte de los pilotos en tierra firme.
Llevo 25 años en esta inacabada historia con las contradicciones de unos y otros. En septiembre vuelo a México para seguir en esta historia. Slds wsp 34 615269696