La Marina de EE.UU. hará que todos los marineros reafirmen su juramento a la Constitución.

Cuando la Marina celebre su jornada de reflexión para hacer frente a las ideologías extremistas que, según los dirigentes, se han infiltrado en las filas militares, los marineros de toda la flota deberán reafirmar el juramento que hicieron a la Constitución de los Estados Unidos.

Todo el personal de la Marina -uniformado y civil- tendrá que repetir el juramento de alistamiento o del cargo y discutir qué acciones traicionan esa promesa durante las sesiones de aprendizaje virtuales o presenciales que deben celebrarse antes del 6 de abril. Las sesiones se centrarán en los «efectos perjudiciales del extremismo» y en cómo eliminarlo, según ha escrito el Vicealmirante John Nowell, jefe del Personal Naval, en un mensaje dirigido a todo el servicio.

«Como servidores públicos, prestamos un juramento a la Constitución y no toleraremos a quienes participen en acciones que vayan en contra de los principios fundamentales del juramento que compartimos, en particular acciones asociadas a ideologías extremistas o disidentes», escribió Nowell.

La Marina es el primer servicio militar en revelar lo que los líderes cubrirán durante los próximos paros militares. El Secretario de Defensa, Lloyd Austin, ordenó los eventos de un día el mes pasado después de que docenas de veteranos y miembros del servicio fueran arrestados en relación con los disturbios del 6 de enero en el Capitolio de Estados Unidos.

Las retiradas de servicio suelen producirse después de accidentes para garantizar el cumplimiento de los protocolos de seguridad, pero los líderes militares las han utilizado para abordar otros problemas, como las agresiones sexuales o los suicidios. El portavoz del Pentágono, John Kirby, calificó las detenciones tras el asedio al Capitolio como una «llamada de atención» para los líderes de defensa.

Ya no es discutible si hay extremistas en las filas, añadió esta semana. «Realmente se trata de hasta qué punto existe», dijo Kirby.

Los líderes de la Marina pueden acceder a una guía de discusión y diapositivas proporcionadas por el servicio para ayudar a preparar las próximas retiradas. La guía de debate subraya que la libertad de expresión y el derecho de reunión pacífica de las tropas están protegidos por la Primera Enmienda. Sin embargo, añade el documento, «estos importantes derechos no son ilimitados en sus protecciones».

«Vandalizar la propiedad del gobierno y asaltar una barrera policial no es un ejercicio de los derechos de la Primera Enmienda», afirma la guía. «… Entendiendo que apoyamos y defendemos la Constitución de Estados Unidos, no a un supervisor, a un designado político o a una persona que ocupa un cargo político».

Los abogados que representan a algunos militares antiguos y actuales acusados de entrar en el Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero han argumentado que sus clientes estaban siguiendo las indicaciones del presidente Donald Trump.

Los comandantes pueden adaptar las discusiones que tienen con su personal, pero todos deben incluir la reafirmación grupal del juramento de alistamiento y discusiones sobre lo que significa. También deben abordar la responsabilidad que tienen los líderes de todos los niveles de informar e investigar los signos de extremismo, y las conclusiones de un grupo de trabajo de la Armada que recientemente hizo docenas de recomendaciones sobre cómo acabar con el racismo en las filas.

El almirante John Aquilino, jefe de la Flota del Pacífico de los Estados Unidos, celebró el 8 de febrero una de las primeras reuniones de reflexión del servicio con los miembros de un grupo de ataque de portaaviones de la costa oeste, después de que se encontraran símbolos de odio a bordo de dos de los buques del grupo en cuestión de semanas.

«Todos somos marineros, todos somos compañeros, y estamos aquí para servir a nuestra nación y defender la Constitución», dijo Aquilino a los miembros de la tripulación del grupo de ataque. «Os debo un lugar de trabajo seguro para que podáis ejecutar vuestra misión y cumplir vuestro juramento».

Las diapositivas de la Marina para la retirada incluyen varios ejemplos anecdóticos de comportamientos prohibidos en las filas. Estos van desde un marine que fue dado de baja después de posar con cara negra en las redes sociales hasta un soldado que se enfrentó a cargos federales por distribuir información sobre la construcción de artefactos explosivos improvisados, y expresó su deseo de viajar a Ucrania para luchar con un grupo paramilitar con simpatías neonazis.

Aunque la mayoría de las tropas desempeñan sus funciones con integridad, las diapositivas añaden que «los recientes acontecimientos han demostrado que debemos estar siempre vigilantes en nuestros esfuerzos por identificar y combatir esa ideología dentro de las filas y las organizaciones.»

Gina Harkins