La marina de la India responderá al Fujian chino con un tercer portaaviones.
En medio de la vasta extensión de los océanos del mundo, se está desarrollando un juego de alto riesgo de dominio marítimo. India y China se perfilan como formidables contendientes por la codiciada corona de la supremacía de los portaaviones en el Indo-Pacífico.
A medida que cambian las mareas del poder geopolítico, estos dos titanes de la región Indo-Pacífica no dejan piedra sin remover en su afán por proyectar un poderío naval sin parangón. Mientras el tercer portaaviones chino se embarca en su viaje inaugural, India se prepara para iniciar la construcción de su tercer portaaviones.
En un audaz movimiento que subraya las ambiciones de la India de afirmar su poderío naval, la nación se está preparando para iniciar la construcción de su tercer portaaviones. Las recientes declaraciones del ministro de Defensa, Rajnath Singh, han suscitado debates sobre las aspiraciones de la India de seguir el ritmo de su rival regional, China, en el juego de alto riesgo del dominio marítimo.
El actual arsenal naval indio cuenta con dos formidables portaaviones: el INS Vikramaditya, de construcción rusa, y el INS Vikrant, de construcción propia. Sin embargo, la sed de supremacía naval del país sigue sin saciarse, lo que ha llevado al Ministerio de Defensa a plantearse la construcción de un segundo portaaviones autóctono, bautizado provisionalmente como IAC-2 o INS Vishal, con un desplazamiento de 65.000 toneladas.
El buque de guerra propuesto, INS Vishal, se construirá en los astilleros de Cochin y se calcula que costará unos 6.250 millones de dólares (50.000 millones de rupias indias). La Armada india es optimista en cuanto a la incorporación de este colosal buque a su flota para 2030, lo que reforzará aún más sus capacidades de combate.
El camino de la India hacia la autosuficiencia en la construcción de portaaviones ha sido arduo. El primer portaaviones indígena de la nación, el INS Vikrant, tardó la asombrosa cifra de 23 años en completarse, desde el inicio de su diseño en 1999 hasta su puesta en servicio en septiembre de 2022. Teniendo en cuenta este precedente, se prevé que la construcción del segundo portaaviones autóctono de la India dure entre 5 y 10 años.
Mientras China sigue afirmando su dominio marítimo mediante un agresivo programa de construcción naval, la búsqueda por parte de la India de un tercer portaaviones podría ser una contramedida estratégica, señal de su determinación de mantener un delicado equilibrio de poder en la región.
El tercer portaaviones chino: el Fujian
Al otro lado de las aguas en disputa, el dominio naval de China da otro paso adelante con la reciente conclusión de las pruebas de mar del Fujian, el tercer portaaviones de la nación.
Con un formidable peso de 80.000 toneladas métricas, este coloso de la clase 003 representa un importante salto tecnológico en comparación con sus predecesores de la Armada del Ejército Popular de Liberación (PLAN). Sólo eclipsado en tamaño por los portaaviones de las clases Nimitz (87.000 toneladas métricas) y Gerald R. Ford (100.000 toneladas métricas) de la Marina estadounidense, el Fujian constituye un testimonio de las crecientes capacidades marítimas de China.
Empequeñeciendo a sus predecesores, el Liaoning y el Shandong, de 60.000 toneladas, el Fujian cuenta con varias catapultas, que sustituyen a la rampa de salto, facilitando la operación de una flota más amplia y potente de aeronaves a bordo. Construido en los astilleros de Jiangnan, en la isla de Changxing, cerca de Shanghai, esta maravilla de la ingeniería significa la autosuficiencia de China en construcción naval y tecnología aeronáutica.
En la vasta extensión de los océanos del mundo, sólo 13 armadas cuentan con la formidable presencia de 42 portaaviones en activo. Sin embargo, sólo unas pocas naciones poseen la codiciada capacidad de construir estos gigantes marítimos: Estados Unidos, Reino Unido, Rusia, Francia y el dúo emergente de China e India.
A medida que el Fujian se prepara para la acción, la flota china de portaaviones está a punto de convertirse en la segunda mayor del mundo, eclipsada únicamente por los asombrosos once portaaviones en activo de Estados Unidos.
Esta hazaña es especialmente notable si se tiene en cuenta que la incursión de China en las operaciones de portaaviones es relativamente reciente. Su primer buque de este tipo, el Liaoning, entró en servicio en 2012, hace apenas una década.
Por el contrario, la India cuenta con un patrimonio más experimentado, ya que puso en servicio su primer portaaviones, el INS Vikrant (adquirido a la Marina Real Británica), en 1961. A pesar de esta ventaja histórica, China ha acortado distancias rápidamente, impulsada por los florecientes sectores de la construcción naval y la aviación, que han dejado de depender de la tecnología extranjera.
Mientras las mareas de los cálculos estratégicos fluyen y refluyen, los rumores sobre las audaces ambiciones de China de construir una flota de al menos seis, y quizás incluso ocho, portaaviones han reverberado por los pasillos del poder.
Esta revelación, procedente de la prestigiosa Escuela de Estudios Internacionales S. Rajaratnam de Singapur, ha conmocionado a la comunidad internacional, subrayando el insaciable apetito del Dragón por el dominio marítimo.
La necesidad india de un tercer avión
En la gran partida de ajedrez de la supremacía marítima, India se encuentra en una encrucijada crucial, lidiando con la necesidad crítica de un formidable tercer portaaviones. Este imperativo estratégico está impulsado por una multitud de factores, cada uno más apremiante que el anterior.
Los expertos en defensa pintan un cuadro vívido de las realidades operativas a las que se enfrentan las fuerzas navales de India. En un momento dado, casi un tercio de la flota está inmersa en la intrincada red de mantenimiento y reparación, un mal necesario para garantizar la disponibilidad en combate. Sin embargo, para mantener una presencia inquebrantable tanto en la costa oriental como en la occidental, es ineludible contar con un mínimo de tres portaaviones.
Esta petición de un tercer portaaviones ha resonado en los pasillos del poder, y una comisión parlamentaria permanente de defensa se ha hecho eco de ella. En su rotunda recomendación, consideraron que tres portaaviones son un «requisito ineludible» para que la Marina india refuerce sus capacidades de combate, una cruda valoración que no puede ignorarse.
En medio de esta contienda de alto riesgo, la necesidad imperiosa de la India de contar con una sólida flota de portaaviones va mucho más allá de una mera postura militar. Con una extensa costa de 7.000 kilómetros a caballo entre los frentes oriental y occidental, las aguas territoriales del país exigen una presencia marítima inquebrantable.
La Región del Océano Índico (RIO), una extensión estratégica vital que conecta Asia Occidental con el Sudeste y el Este Asiáticos, así como con Europa y las Américas, se ha convertido en un crisol de proyección de poder global, donde las principales potencias pugnan por influir y asegurar intereses vitales.
Para salvaguardar su soberanía y aprovechar las oportunidades marítimas, India debe hacerse con el dominio de esta región fundamental, una hazaña que sólo puede lograrse proyectando poder naval. Desde asegurar los puntos de estrangulamiento vitales hasta proteger las rutas comerciales y los centros de población, un formidable grupo de ataque de portaaviones es un activo indispensable en la búsqueda de la preeminencia regional por parte de India.
Conclusión
Elevándose por encima de las olas, un portaaviones no es simplemente un buque; es una metrópolis flotante meticulosamente diseñada, una ciudad en el mar que desafía los límites de la arquitectura naval convencional.
No se puede exagerar la importancia de esta empresa, ya que la búsqueda por parte de la India de un tercer portaaviones representa no sólo un esfuerzo logístico, sino una apuesta estratégica de proporciones monumentales.
Con India y China compitiendo por reforzar sus flotas de portaaviones, el escenario está preparado para una carrera competitiva entre estas dos potencias asiáticas. Por lo tanto, la búsqueda por parte de la India de un tercer portaaviones se perfila como una maniobra estratégica meticulosamente calculada.
Shubhangi Palve
Shubhangi Palve debería saber que España e Italia también construyen sus propios portaaviones…
Parece que lo hubiera redactado ChatGPT.
El proximo conflicto nos mostrara lo poco que durara un portaaviones.
Hace tiempo ya se publicó que la India era incapaz (monetariamente) de sacar un tercer portaviones y simultáneamente los programas de submarinos. India, con tres portaviones (que serían dos al mismo tiempo en servicio) se asegura uno en cada Golfo, ya que es cuestión de tiempo que aparezca por allí un grupo aeronaval chino en visita de cortesía al vecino Pakistán.
Es tan agresiva China, que al igual que en el caso de Rusia, logran espolear a sus rivales.
En cuanto a los submarinos, ya veremos, pues creo que en su momento había quien daba prioridad a los submarinos.
Lo que tengo claro es que a corto/medio plazo China no va a ser capaz de avasallar a la marinas de India y EEUU.
Para la defensa de las costas oriental y occidental, la India debería disponer de al menos 3 portaaviones, ya que lo normal, es que en todo momento uno de ellos se encuentre en astillero para modernizaciónes y reparaciones, por lo tanto, en la carrera maritima armamentistica entre India y China, se puede confirmar que India ya va tarde, y más, sabiendo de la tardanza de este país en su histórico de puesta en servicio de sus buques de combate «made in India».
Por supuesto que la posesión de un tercer portaaviones es un requisito largamente requerido por la armada. Esporádicamente ha tenido breve posesión de dos transportadores, pero en general han sido momentos de transición entre la baja de un sistema anticuado y la recepción de otro más moderno. La mayor duración fueron los 10 años que operaron juntos el INS Vikrant (R11) y el INS Viraat (R22), equipados con rampas ski-jump para cazas Sea Harrier y helicópteros Sea King. Actualmente opera dos portas, el INS Vikramaditya (R33), un crucero pesado portador de aviación ex soviético-Ruso (ex Almte. Gorshkov) transformado en portaaviones STOBAR y el INS Vikrant (2), conocido como IAC-1, primer portaaviones de fabricación nacional. Durante décadas India disfrutó de primacía naval en sus aguas adyacentes (mar Arábigo, golfo de Bengala), e incluso el océano Pacífico, solo perturbado por el eventual despliegue de flotas estadounidenses y británicas, pero sin injerencia estratégica sobre los intereses indios, enfrascado en una lucha por la primacía con la modesta flota paquistaní. El interés demostrado por China por la posesión de portaaviones, ha sido un estímulo constante para India. En efecto, cuando el estado mayor indio tomó conciencia (2002) que China había adquirido el precio del ex Varyag con fines militares, se apresuró a adquirir un buque que pudiera reemplazar el INS Viraat (R22), que necesitaba de frecuentes reparaciones. Inmediatamente (2004) entró en negociaciones con Rusia para la compra del Gorshkov, que estaba inactivo desde mediados de los años ’90. Las negociaciones con Rusia fueron más complejas de lo que los indios esperaban y el buque (INS Vikramaditya) solo pudo unirse a la flota a finales de 2013, luego de casi una década en los astilleros rusos Sevmash. Por entonces, el flamante Liaoning (16) chino, había entrado en servicio, introduciendo al país de la Gran Muralla en el exclusivo círculo de países poseedores de portaaviones. Cuando nuevamente China botó su segundo portador, el Shandong (17) en abril de 2017, aceleró los planes de entrega de su letargado IAC-1 (INS Vikrant ), que había sido botado en agosto de 2013. Los chinos ganaron de mano nuevamente, poniendo en servicio su segundo buque en septiembre de 2019, mientras que India solo lo pudo hacer en julio de 2022, con un grupo de vuelo provisional, compuesto por insatisfactorios MiG-29M, a la espera de los nuevos Rafale, adquiridos en 2023.
Con que aviones la a equipar la India el nuevo portaviones ?
rafaele
Gracias por la respuesta
India ha adquirido 26 Dassault Rafale M, pero seguramente adquirirá más unidades adicionales, hasta que pueda completar el desarrollo del TEDBF. Asimismo, se darán de baja los helicópteros AEW Ka-31.
El Fujian (18) también representa un reto para la marina india, pues estimulará definitivamente el tercer portaaviones (IAC-2), que ya tiene nombre y presupuesto: INS Vishal, a pesar de que la estrategia naval de N. Delhi pasa por el desarrollo de los submarinos nucleares (SSBN, de los que ya posee 2 en servicio; y los SSN, de los que ha planificado al menos 6 unidades, todos de diseño y construcción nacional). Estratégicamente, esta nueva unidad china no representa un grave problema. En caso de guerra, la presencia de TF de portaaviones chinos en aguas índicas obligaría a qué estas pasen indefectiblemente por el estrecho de Sonda o, peor aún, por el estrecho de Malaca, ambos fácilmente defendibles por fuerzas de submarinos al acecho. Otra alternativa es adentrarse por el mar de Arafura y de Timor, aguas peligrosamente cercanas a Australia. Por otra parte, la ausencia de bases cercanas alargaría extremadamente las líneas de comunicación sin sostén logístico. La pérdida de cualquier buque de apoyo, en especial de petroleros rápidos tratándose de buques convencionales, podría atentar gravemente sobre la operatividad de cualquier TF que pretenda realizar operaciones de larga duración, al menos mientras se mantenga la escasez de bases amigas de China en la región. Además, la presencia de Su-30 armados con ALCM supersónicos BraHmos en las bases de las Is. Nicobar y Andamán haría que toda flota enemiga en sus aguas adyacentes sea pasible de ataques desde allí. Es decir, un portaaviones chino adicional no pondría en grave riesgo la seguridad de las aguas de interés indias. Pero obliga a India a revisar algunas cuestiones de orden táctico. Hasta el momento, los dos portadores chinos y los dos indios utilizan el sistema STOBAR, es decir, prescinden dal lanzamiento catapultado, por lo que los portadores de ambos bandos están equilibrados: utilizan cazas de 4ta gen y helicópteros para las funciones ASW y AEW/C3. El Fujian (18) va a cambiar sustancialmente el equilibrio táctico, ya que sus catapultas EM permitirán las operaciones AEW/C3 y eventualmente las ASW con aviones de ala fija. Además, tiene en desarrollo avanzado el J-35, que posee características VLO, además de versiones avanzadas del J-15 que, además, podrá desplegar todas sus prestaciones, hasta ahora limitadas por el lanzamiento por medio de rampas. La incorporación de cazas Rafale en el inventario indio es un buen avance, pero solo restablecerá una parte del equilibrio, que se inclinaría definitivamente a manos chinas.
Inicialmente, India tenía p queensado que su nuevo IAC-2 (Vishal) variaría del actual IAC-1 (Vikrant) no sólo en sus dimensiones ampliadas (circa 65.000 t de desplazamiento), sino también tambi sería del tipo aCATOBAR. Al respecto, el congreso estadounidense aprobó en 2021 o 2022 una posible venta por parte de General Atomics de equipo EMALS/AAG al gobierno de la India. Posteriormente, el equipo de diseño del nuevo portador, decidió continuar con el formato STOBAR por varios motivos. En primer lugar el costo elevado que implican los sistemas EM, además de la dependencia estratégica que conllevaría asegurar el mantenimiento y provisión de insumos, no estando India en una alianza formal con EEUU. Otro argumento de peso es que realizar un segundo portador con la misma configuración podría aprovecharse íntegramente la experiencia en la construcción del primero. Además, India tiene muy aceitado el sistema de control de vuelo y misión en aviones con rampa, mientras que debería «re aprender» el uso de sistemas catapultables así como el entrenamiento de la tripulación de pista y vuelo. La ventaja del uso de catapultas es indiscutible, por lo que no lo reseñaremos. Pero la ventaja táctica que estaría obteniendo China, es un aspecto que India debe considerar seriamente, por lo que seguramente traerá a debate la configuración final del nuevo IAC-2.
Yo creo que España, también sería capaz de construir un portaaviones de +60.000 Toneladas, otra cosa es si nos hace falta o no, pero creo que tenemos suficiente tecnología e ingeniería para construirlo