Las fuerzas rusas destruyeron el Ka-52 para evitar que cayera en manos ucranianas.
Las fuerzas rusas destruyeron su propio helicóptero de ataque para evitar que cayera en manos de los soldados ucranianos tras un lanzamiento masivo de paracaidistas en el aeropuerto de Hostomel, cerca de Kiev.
El helicóptero de ataque Ka-52 (nombre de la OTAN Hokum-B) fue abandonado tras un aterrizaje forzoso el primer día de la guerra, el 24 de febrero.
El grupo de helicópteros de ataque rusos Ka-52 y Mi-24 ha realizado una operación de aterrizaje táctico en uno de los aeródromos ucranianos del noroeste de Kiev. Uno de los Ka-52 fue alcanzado por un misil tierra-aire disparado desde el hombro y realizó un aterrizaje forzoso.
Tras el aterrizaje, la tripulación fue evacuada por un segundo helicóptero y, posteriormente, los especialistas técnicos retiraron todos los componentes y conjuntos del helicóptero, y el propio fuselaje fue minado y volado para evitar que cayera en manos ucranianas.
Las fotos de los restos de este Ka-52 se difundieron por las redes sociales. Las imágenes mostraban que el helicóptero estaba completamente desintegrado y roto en pequeños trozos, excepto algunas partes.
Dylan Malyasov