Lockheed Martin presenta el primer avión F-35A de Polonia.
Tras un año de titulares dominados por los problemas del programa, Lockheed Martin celebró ayer miércoles un nuevo capítulo del F-35: el primero de los cazas furtivos para Polonia, presentado en una gran ceremonia en la fábrica del gigante aeroespacial ante la mirada de representantes militares polacos, funcionarios estadounidenses y otros dignatarios.
«Este avión va a contribuir en gran medida a la seguridad regional de Polonia, y no sólo de Polonia, así como a la credibilidad y disuasión de la OTAN», declaró durante la ceremonia el general de división Ireneusz Nowak, inspector general de las Fuerzas Aéreas polacas. «Así que vamos a utilizarlo y vamos a lograr nuestros objetivos».
Dirigiéndose a los pilotos polacos presentes, Nowak les deseó suerte, así como «el mismo número de despegues y aterrizajes». Luego añadió que su esperanza es que el caza no necesite ser usado en combate, «así que usémoslo sólo para disuadir».
El F-35 presentado es el primero de 32 para Polonia, después de que Varsovia firmara en 2020 un acuerdo con Washington por valor de 4.600 millones de dólares para adquirir los cazas en la configuración convencional de despegue y aterrizaje. El pedido incluye 33 motores F135 fabricados por Pratt & Whitney, así como servicios de formación y logística. Los cazas se entregarán de uno en uno a lo largo de varios años en la saturada línea de producción internacional de Lockheed, y el Ministerio de Defensa polaco ya ha dicho que deberían llegar todos en 2030.
Que las entregas del F-35 de Varsovia se ajusten en gran medida al calendario previsto es una buena noticia para Lockheed y Polonia tras un año de quebraderos de cabeza en Fort Worth. El Pentágono no empezó a aceptar cazas equipados con la actualización tecnológica TR-3 hasta el mes pasado, un año después de congelar las entregas por problemas de software.
El TR-3 proporciona esencialmente el hardware y el software necesarios para un conjunto de nuevas capacidades conocido como Bloque 4, y los cazas equipados con la actualización, como el que se ha presentado, se limitarán a funciones de entrenamiento durante al menos otro año, mientras se solucionan los persistentes problemas de software.
Here comes the cavalry. 🐎
Introducing Poland’s first F-35A “Husarz”, honoring the legendary Winged Hussars cavalry. pic.twitter.com/IwYBwdIygs
— Lockheed Martin Europe (@LMEuropeNews) August 28, 2024
Varsovia no perderá el tiempo en empezar a entrenar. Los oficiales de las Fuerzas Aéreas polacas ya han visitado la base aérea Luke, en Arizona, para conocer las operaciones de mantenimiento del F-35, y los pilotos polacos inaugurarán en unos meses un nuevo centro internacional de entrenamiento en la base de la Guardia Nacional Aérea de Ebbing, en Arkansas, utilizando sus nuevos reactores.
Los primeros aviones se entregarán en el país en el horizonte de 2026, según el jefe aeronáutico de Lockheed, Greg Ulmer.
La próxima flota polaca de F-35 se produce en medio de una oleada de gastos de defensa del país, espoleada por la invasión rusa de Ucrania. Desde que comenzó la guerra, Polonia ha tomado medidas como acordar un pedido masivo de helicópteros Apache, obtener miles de millones de dólares en préstamos de Washington para financiar la compra de nuevas armas y está estudiando otras iniciativas de modernización como la compra de más aviones de combate.
Polonia, un aliado clave de la OTAN en el flanco oriental de la alianza, se muestra cautelosa ante los próximos pasos de Rusia, y sus responsables se apresuraron a recordar lo que está en juego.
«Polonia es el único país del mundo que comparte fronteras comunes al mismo tiempo con Rusia, con Ucrania y con Bielorrusia. Para mantener las fronteras inalteradas, necesitamos el mejor equipamiento, la mejor capacidad y los mejores amigos», declaró el viceministro de Defensa Nacional, Cezary Tomczyk.
El representante estadounidense Marc Veasey, demócrata de Texas que representa a partes de Fort Worth, señaló igualmente que «no queremos en absoluto que [la guerra en Ucrania] se extienda por el resto de Europa. Por eso es crucial que celebremos hoy aquí este despliegue».
En declaraciones al margen del despliegue, Nowak se mostró confiado en que los próximos F-35 de Varsovia marcarán una gran diferencia en el entorno de seguridad.
«La población polaca se sintió amenazada» tras la invasión rusa, lo que a su vez fomentó la modernización militar, afirmó Nowak. «Ahora me siento mucho más seguro con este avión en el fondo, con el tablero de ajedrez polaco sobre él», dijo, señalando al F-35 que se exhibía detrás de él. «Y creo que esto va a cambiar las reglas del juego en el dominio aéreo».
Polonia se unirá a un vecindario de operadores del F-35, ya que los países limítrofes Alemania y la República Checa ya se han apuntado al programa. Varios otros aliados de la OTAN también son clientes, reforzando lo que oficiales como el general de la Fuerza Aérea estadounidense James Hecker llaman un esquema militar «integrado por diseño». Según Hecker, que dirige la defensa aérea de la OTAN, el continente debería contar con más de 600 F-35 operativos en 2030, de los cuales unos 50 serán pilotados por Estados Unidos.
«Ningún país puede hacer esto», dijo Hecker sobre la defensa de la OTAN, hablando sobre el rugido de los motores a reacción en el Royal International Air Tattoo en julio. «Harán falta los 32 [miembros de la OTAN] para hacerlo realidad».
Michael Marrow
