Los misiles rusos obtienen resultados mixtos en la guerra de Ucrania mientras el mundo observa.

Rusia ha empleado cientos de potentes y precisos misiles balísticos en los primeros días de su ataque a Ucrania, pero analistas y funcionarios estadounidenses afirman que muchas defensas ucranianas permanecen intactas, efectos que los países de todo el mundo observan con atención.

Es probable que el uso de misiles balísticos de corto alcance (SRBM) sea observado de cerca como un caso de estudio en el mundo real por China, Corea del Norte y otros países que han estado desarrollando arsenales cada vez más avanzados de este tipo de armas en los últimos años. Y los gobiernos occidentales que ven a Rusia como un adversario están ansiosos por recopilar datos sobre los efectos de los misiles en combate.

Rusia había disparado más de 320 misiles hasta el domingo por la mañana, la mayoría de ellos SRBMs, dijo un funcionario estadounidense a los periodistas.

Según las estimaciones de Estados Unidos, las primeras horas de la embestida rusa de la semana pasada incluyeron más de 100 misiles lanzados desde tierra y mar, en su mayoría SRBM, pero también misiles de crucero y misiles tierra-aire.

Eso lo convertiría en el bombardeo más intenso de SRBM entre dos estados territoriales contiguos en un conflicto, dijo Ankit Panda, miembro principal de la Fundación Carnegie para la Paz Internacional, con sede en Estados Unidos.

«Lo que hemos visto en Ucrania se corresponde con lo que muchos establecimientos militares de muchos países, incluidos China y Corea del Norte, pueden pensar en utilizar misiles balísticos de precisión en futuros conflictos», dijo.

MISILES DE PRECISIÓN

Lo más probable es que Rusia haya utilizado su único SRBM en servicio activo, el Iskander-M, dijo Timothy Wright, analista de investigación del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS).

Utilizado por primera vez en combate en 2008 en Georgia, el Iskander está diseñado para confundir las defensas antimisiles volando en una trayectoria baja y maniobrando en vuelo para golpear objetivos a una distancia de hasta 500 km con una precisión de 2 a 5 metros, según el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS).

«Es probable que pueda apuntar con precisión y destruir lo que se dispara», dijo Wright, añadiendo que Rusia parece poseer alrededor de 150 lanzadores, que también pueden disparar misiles de crucero.

También parece haber pruebas de que Rusia ha utilizado el OTR-21 Tochka SRBM, que se creía retirado, dijo. «Si estaban almacenados, Rusia puede haber decidido ponerlos en uso, en lugar de desecharlos».

El objetivo de los misiles y los daños que causaron siguen sin estar claros en medio de la confusión de la guerra en desarrollo, pero los analistas dijeron que parece que hubo algunos ataques a bases aéreas ucranianas.

«Vemos algunos daños en los aeropuertos, y parecen bastante precisos», dijo Jeffrey Lewis, un investigador de misiles en el Centro James Martin para Estudios de No Proliferación (CNS).

Sin embargo, algunos ataques con armas desconocidas en las bases aéreas parecían tener un alcance relativamente limitado y, en algunos casos, potencialmente erróneo, como por ejemplo golpear aviones almacenados en lugar de operativos, dijo Joseph Dempsey, investigador de defensa del IISS.

Ucrania cuenta con el sistema de misiles antiaéreos S-300v, de fabricación rusa de la época de la Guerra Fría, que también tiene capacidades de misiles antibalísticos, dijo Wright. No está claro si alguno de los misiles rusos fue alcanzado, y algunos vehículos S-300v parecen haber sido destruidos por los ataques, añadió.

El funcionario estadounidense dijo el domingo que había indicios de que algunos misiles rusos experimentaron fallos de lanzamiento.

«No es la mayoría», dijo el funcionario. «Pero sí creemos que algún número de sus lanzamientos no ha tenido éxito».

Rusia no ha demostrado toda su capacidad aérea y de misiles y lo más probable es que aumente sus oleadas de ataques en los próximos días para degradar las defensas supervivientes de Ucrania, incluidas las unidades antiaéreas que han derribado varios aviones rusos, dijo en un informe el Instituto para el Estudio de la Guerra, con sede en Estados Unidos.

«Rusia no logró inmovilizar a la fuerza aérea ucraniana ni inutilizar a las fuerzas armadas ucranianas, lo que permitió varios éxitos ucranianos», dijo el informe. «El hecho de que Rusia no haya atacado exhaustivamente los activos ucranianos clave es una sorprendente ruptura con respecto a las operaciones rusas previstas y probablemente ha permitido una defensa ucraniana más dura».

IMPLICACIONES GLOBALES

Como heredera del importante arsenal de misiles de la antigua Unión Soviética, Rusia cuenta con el mayor inventario de misiles balísticos y de crucero del mundo, según el CSIS.

Pero otros países están comprando o desarrollando sus propios misiles nuevos, impulsados por preocupaciones de seguridad y por el deseo de reducir la dependencia de otros proveedores.

Antes de que termine la década, Asia, en particular, estará erizada de misiles convencionales que vuelan más lejos y más rápido, golpean más fuerte y son más sofisticados que nunca.

China está produciendo en masa su DF-26 -un arma polivalente con un alcance de hasta 4.000 kilómetros-, mientras que Estados Unidos está desarrollando nuevas armas destinadas a contrarrestar a Pekín en el Pacífico.

Taiwán y Japón también están reforzando sus capacidades en materia de misiles, así como los sistemas de defensa diseñados para contrarrestar las amenazas de misiles.

El ministro de Defensa de Corea del Sur dijo el lunes que el país aceleraría el desarrollo de varios «misiles balísticos de largo alcance, ultraprecisión y alta potencia… y poseer capacidades de ataque abrumadoras contra objetivos estratégicos» para contrarrestar el creciente arsenal de Corea del Norte.

Aunque no ha probado sus misiles balísticos intercontinentales (ICBM) de más largo alcance desde 2017, Corea del Norte ha desplegado una ráfaga de nuevos SRBM, incluyendo uno que parece influenciado por el diseño del Iskander.

Al igual que el Iskander, los últimos misiles de Corea del Norte -incluyendo las armas «hipersónicas» probadas en enero- están diseñados para ser más rápidos y más maniobrables que las armas más antiguas, lo que les permite evadir potencialmente las defensas antimisiles.

Los analistas afirman que, aunque estos misiles SRBM no pueden llegar a Estados Unidos, probablemente se utilizarían en la primera oleada si estallara una guerra, atacando las defensas aéreas cercanas, las bases aéreas y otros objetivos, de forma similar a como Rusia ha utilizado sus misiles en la actual invasión.

«Los militares norcoreanos y (chinos) están tomando copiosas notas en este momento», dijo Markus Garlauskas, un antiguo oficial de inteligencia estadounidense sobre Corea del Norte.

Reuters