Los riesgos de la ayuda militar estadounidense a Ucrania.
Con la llegada de armas a un país destrozado, hay que tomar medidas para garantizar que no sean robadas o mal utilizadas.
Las armas donadas que llegan a Ucrania -más de 6.100 millones de dólares hasta ahora sólo de Estados Unidos- han sido bien recibidas por Kiev, pero también conllevan una serie de posibles consecuencias estratégicas y de seguridad nacional. Los planificadores de la defensa, los legisladores y el público deben desarrollar salvaguardias para evitar que estas armas alimenten futuros conflictos, violencia e inestabilidad.
El riesgo más grave y comentado es el de provocar una respuesta directa de Moscú. El presidente Biden insiste en que los riesgos de escalada se están midiendo cuidadosamente, pero Vladimir Putin ha intentado atacar las líneas de suministro occidentales a Kiev, ha llevado a cabo ataques peligrosamente cerca de las fronteras de los Estados miembros de la OTAN y ha recordado repetidamente al mundo el arsenal nuclear de Rusia. Dejando a un lado las garantías, la escalada del conflicto es peligrosamente difícil de predecir, a menudo se produce fuera del control de las potencias implicadas, y a menudo desafía las suposiciones y la fría lógica que justifica un determinado curso de acción. En medio de la creciente preocupación por el estado de ánimo de Putin, el cálculo del riesgo que se está llevando a cabo en Washington podría ser fácilmente erróneo.
A largo plazo, la gestión de las decenas de miles de armas pequeñas, pesadas y otro material militar transferido a Ucrania desde la invasión supondrá un reto de seguridad mucho después de que las armas callen. El ritmo y la escala de las transferencias, a pesar de las evidentes necesidades de la línea de frente, probablemente estén llevando la capacidad de absorción de Ucrania a sus límites, y posiblemente más allá, creando graves riesgos de que el equipamiento pueda perderse o encontrar su camino hacia los mercados ilícitos.
La larga historia de Ucrania como nexo del comercio ilícito de armas no es tranquilizadora. Después de la Guerra Fría, los mafiosos se aprovecharon de los enormes arsenales de la época soviética abandonados en Ucrania y, según algunas estimaciones, se hicieron con 32.000 millones de dólares en material militar entre 1992 y 1998. Esas armas llegaron a los campos de batalla de Sierra Leona, Liberia, Afganistán y otros lugares. Si bien la nueva afluencia de armas occidentales puede satisfacer los estrechos requisitos legales de Estados Unidos destinados a garantizar la adecuada administración y seguridad de las armas estadounidenses, los procedimientos convencionales de control del uso final -suficientes en las circunstancias más estables- son lamentablemente inadecuados para las zonas de combate activo.
La naturaleza de algunas de las armas hace que su posible pérdida sea aún más preocupante. Por ejemplo, los misiles Stinger, que Washington ha enviado a Kiev por miles, preocupan desde hace tiempo a la comunidad antiterrorista estadounidense por la singular amenaza para la seguridad nacional que puede suponer su desvío.
Incluso las armas entregadas y debidamente protegidas por las fuerzas ucranianas crean riesgos para los civiles y los no combatientes que deberían ser tenidos en cuenta por los planificadores occidentales. La guerra de ocho años en el Donbás ha visto ataques indiscriminados por parte de las fuerzas ucranianas, y aunque las tropas rusas han montado la gran mayoría de los ataques en las ciudades desde la invasión de febrero, las organizaciones de derechos humanos han ridiculizado el uso histórico de armas explosivas con amplios efectos en zonas urbanas y cohetes no guiados por ambas partes del conflicto.
Por último, en su afán por endurecer las defensas ucranianas, Estados Unidos corre el riesgo de armar a unidades con historiales preocupantes, como elementos del Batallón Azov, una milicia ultranacionalista ucraniana convertida en guardia nacional, entre cuyas filas se encuentran neonazis declarados. Aunque Moscú ha exagerado mucho y cínicamente la escala, la prominencia y el alcance del papel de Azov en la defensa nacional de Ucrania, el apoyo material inadvertido de Estados Unidos a sus tropas corre el riesgo de añadir algo de verdad a la gran mentira de Rusia de que su invasión es una batalla contra los fascistas respaldados por Occidente.
La ayuda militar de Estados Unidos a Ucrania seguirá aumentando. Mientras que la Casa Blanca ya ha proporcionado 6.100 millones de dólares en asistencia de seguridad a Ucrania, el Congreso ha puesto a disposición hasta 23.000 millones de dólares para ayuda militar relacionada con el conflicto. En consecuencia, el momento de planificar y aplicar medidas de mitigación de riesgos es ahora. Y aunque el anuncio de que el Pentágono está considerando el despliegue de inspectores civiles de armas en Ucrania es un primer paso bienvenido, cualquier esfuerzo de este tipo debe formar parte de un plan estratégico más amplio de gestión de riesgos que incluya:
Procedimientos de control de uso final a medida que reflejen la dificultad y complejidad del entorno operativo ucraniano y que adopten una visión ampliada de los sistemas habitualmente marcados para una mayor vigilancia.
Medidas para las comprobaciones posteriores a la entrega y la investigación de las unidades, así como una sólida supervisión, incluso por parte de los servicios de inteligencia de Estados Unidos, del uso o mal uso del armamento estadounidense.
Mecanismos sistemáticos y transparentes para facilitar la participación de la sociedad civil y la presentación de informes sobre el comportamiento de las fuerzas de seguridad ucranianas y el uso de las armas.
Condiciones claras en todos los acuerdos de transferencia entre Washington y Kiev en relación con los ataques indiscriminados, los daños a la población civil y otros abusos de los derechos humanos internacionales.
Es fundamental que Estados Unidos se comprometa con el gobierno ucraniano y con expertos externos de la sociedad civil a desarrollar e implementar planes para el almacenamiento seguro de las armas y la gestión de los arsenales, mecanismos para la contabilidad y el seguimiento de las armas transferidas, y planes para la devolución o destrucción de los excedentes, especialmente una vez finalizado el conflicto.
El pueblo de Ucrania merece el apoyo del mundo para defenderse de la invasión rusa. Para los exportadores de armas, y para Estados Unidos en particular, esto debería significar transferencias de armas responsables, acompañadas de mecanismos de mitigación de riesgos que libren a Ucrania y a otros países de los posibles perjuicios del esfuerzo de ayuda militar sin precedentes de Occidente.
Rachel Stohl
Si, he estado sospechando que estan «desapareciendo» armas enviadas por los aliados a Ucrania. En otro sitio de defensa, norteamericano, se hablaba de controlar in situ el uso de las armas. Los rusos y sus amigos acusan de contrabando de armas a los ucranianos, y algo debe haber, al margen de los intereses propagandisticos. Si Ucrania quiere integrar la OTAN y la UE debera atenerse a algunas normas.
yo puedo entender que una aprte del mundo desee apoyar militarmente por varios motivos a Ucrania, pero me pregunto, , veremos alguna vez el retorno en forma monetaria de lo enviado a Ucrania , por que si España aporta como todos, pero lo que enviamos nos ha costado impuestos a los ciudadanos y se regala por las buenas.
Luego esta la idea cuando termine este conflicto como se devolvera los excedentes de armas enviadas y no se corre el riesgo de que muchas d eellas acaben el el trafico de armas y nutriendo a grupos de delincuentes y terroristas.
Al final lo que veo es que por las presiones economicas Ucrania se queda sola, destruida , los europeos no veremos un euro de las armas enviadas y encima una parte de ellas iran a parar a indeseables. Viva en forma ironica por los pensamtes occidentales.
Es el precio que hay que pagar por no tener una política exterior independiente. Cuando MSM recibe una mision cualquier entidad o país que no se ponga en formación estará sujeto a ataques. En Europa nadie ha consultado a sus ciudadanos de manera abierta no es question de apoyar o no apoyar esto moralmente. Sino lo que hacen con nuestro dinero y las deudas que nos imponen.
España siendo un país de 3ra en la UE y en Occidente poca elección tiene.
Truthwarrior. Tanto en Rusia como en China, es de dudarse que Putin o Xi Jinping lleguen a consultar a sus ciudadanos cuanto ataquen otras naciones o entreguen armamento a naciones en conflicto, total ni es necesario, el lavado de cerebro de los medios y la opresión sofocan toda resistencia que pueda estar en contra. En cuanto a nuestro dinero, mantener una cuerda de vagos dependiendo de la social o unos gobiernos repletos de funcionarios públicos incompetentes y muchas veces corruptos, nos duele más, sobre todo cuando trabajamos y vemos que estos no gustan hacerlo o se enriquecen a costillas de los contribuyentes acumulando deudas que estos mismos nos imponen.
Walter, ¡has dado en el clavo!.
Curiosamente Estados Unidos hace exactamente lo mismo que Rusia y China.
Tampoco lo hizo Suiza al invadir y anexar territorios a lo largo de sus 700 años de historia democrática.
Seguro que Putin consultó a su pueblo antes de invadir Ucrania y antes de la segunda invasión de Chechenia antes que los miembros del FSB volaran los edificios de viviendas de su propio país para justificar la invasión
No creo que Putin haya consultado a sus ciudadanos para invadir Ucrania
Si si ya, os recuerdo lo elemental del asunto: Europa está en guerra, Ucrania pone los muertos y nosotros la pasta. La alternativa es no hacer nada, posponer la guerra hasta después de Ucrania cuando Putin mire a una OTAN disuelta donde nosotros tendremos que poner los muertos además de la pasta.
¿Y venis llorando porque enviamos armas a fondo perdido? Estamos participando en una guerra defensiva y sólo nos está costando dinero ¡Ojalá podamos librar todas las guerras así!
Buen articulo que pone el acento en algo muy peligroso, primero la escalada en el conflicto que puede generarse con el aporte americano de armamento y sobre todo con la falta de control de quienes son sus ultimos receptores así como su ultimo destino, lo de los inspectores no estaria mal aunque lo veo complicado de implementar.
Los talibanes saben mucho del descontrol de armas occidentales, yankis la mayoría. También los ex URSS, Ucrania la que mas, traficaron con armas después de la caída del bloque comunista.
Mezclamos muchas cosas. Hay corrupción en Ucrania? Si. Ha vendido armas Ucrania a quien no debia? Si, pero igual que muchos otros países. Venderá las armas que se le envían ahora? Dado el consumo que debe hacer poco quedará que vender. Se le ha mandado mucha chatarra, armas ya retiradas. De las armas modernas como los Javelin el negocio lo hará EE.UU. con los que venda ahora. Si Ucrania los vende en mercado negro pues no serán los primeros (y de todos modos serán pocos). Ahí están los Javelin que llegaron a milicias sirias regalados por la CIA. Quién paga todo esto? La guerra la pagamos todos. Tanto por las consecuencias económicas como por el aumento de gasto militar y humanitario. El negocio estará en la reconstrucción de Ucrania. Quién se llevará esos contratos? Quién haya dado armas y ofrezca seguridad a Ucrania: EE.UU., Gran Bretaña, Turquía, Polonia,…..
Putin no consultó al pueblo ruso,en cambio se sabe que Bush y Blair pasaron también del pueblo, pero además consultaron a sus servicios de inteligencia antes de la invasión…y como no les gustó sus informes ordenaron falsificarlos a su gusto.,Los acusamos también en La Haya, junto a Putin?