¿Por qué Alemania da largas al envío de misiles Taurus a Ucrania?

El Reino Unido y Francia han suministrado a Ucrania potentes misiles de crucero, pero Berlín se resiste a hacer lo mismo.

Si bien las vacilaciones del canciller alemán Olaf Scholz enfurecen a Kiev, hay algunas razones para la cautela de Berlín.

Para el ojo inexperto, hay poco que diferencie los dos misiles.

Ambos se lanzan desde aviones de combate, miden unos 5 metros de largo y pesan aproximadamente lo mismo: 1.300 kilogramos para el Storm Shadow/SCALP y 1.400 kg para el Taurus. Cada uno tiene un alcance de unos 500 kilómetros y ojivas muy similares: 450 kg para Storm Shadow/SCALP y 461 kg para Taurus.

El ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, confirmó el pasado miércoles durante la reunión ministerial de la OTAN en Bruselas que Berlín no enviará el misil a Ucrania.

¿Por qué entonces tanto alboroto en Alemania?

Se trata de la espoleta, según Fabian Hoffmann, investigador doctoral y experto en misiles de la Universidad de Oslo, quien investigó los diferentes dispositivos que cada familia de misiles utiliza para detonar su ojiva.

El sistema de ojiva Storm Shadow/SCALP BROACH utiliza el llamado Sistema de iniciación de espoleta de aplicaciones múltiples (MAFIS), donde el retraso entre el impacto y la detonación de la ojiva se establece manualmente. Eso hace que sea difícil apuntar adecuadamente a objetos complejos como puentes, ya que la ojiva puede tener que pasar primero a través de una carretera relativamente delgada antes de impactar en el objetivo real: el pilar de hormigón que sostiene toda la estructura.

El Taurus aborda ese problema ya que su ojiva MEPHISTO está equipada con una espoleta de “detección de vacíos y conteo de capas” llamada PIMPF (Espoleta inteligente multipropósito programable), que puede reconocer capas de material y huecos y puede hacer estallar de manera más efectiva objetivos enterrados o de varias capas.

«Un misil equipado con una espoleta de detección de vacíos y recuento de capas puede, por lo tanto, causar el daño que antes sólo se podía lograr con dos o más bombas lanzadas con precisión», escribió Hofmann, añadiendo que si Ucrania consigue el misil Taurus podría atacar eficazmente el puente de Kerch que une la propia Rusia con la Crimea ocupada.

Ese es un objetivo clave para Kiev, que ha intentado varias veces derribar el puente que es crucial para la logística de Rusia y su control de Crimea.

Pero también por eso Scholz se muestra reacio a suministrar el Taurus. Recientemente calificó el escenario en el que Ucrania utiliza el misil alemán para derribar el puente como una “escalada de la guerra”. Añadió que su responsabilidad como canciller es garantizar que “Alemania no se convierta en parte del conflicto”.

Otras preocupaciones

Este no es el único asunto que preocupa en Berlín.

El Storm Shadow/SCALP y el Taurus utilizan un sistema de mapeo de contorno del terreno para mantener el rumbo en entornos con GPS comprometido. A Berlín le preocupa que los misiles Taurus necesiten datos cartográficos topográficos de sus objetivos programados en sus sistemas de guía por Alemania.

Gustav C. Gressel, miembro senior de políticas del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, dijo: «Ucrania necesitaría más datos geográficos para lanzar Taurus que para el SCALP o Storm Shadow». Añadió que “entrenar a los soldados ucranianos en el proceso lleva más tiempo porque es más sofisticado”.

Gressel dijo que Ucrania podría utilizar el Taurus sin tropas alemanas en el terreno. «Los técnicos de MBDA Alemania [la empresa detrás del diseño del Taurus] podrían ir a Ucrania o enseñar a los ucranianos en Alemania» cómo operar y mantener el Taurus.

Pero Hoffmann descartó el argumento de que ayudar a Ucrania con el mapeo sería una escalada. Gran parte de los datos topográficos necesarios para el sistema de mapeo de contornos Taurus están disponibles públicamente, dijo.

A Alemania también le preocupa que un Taurus pueda caer en manos rusas.

Mientras que París y Londres ya tienen en proceso un futuro misil de reemplazo, Alemania planea continuar usando el Taurus hasta mediados de siglo. En lugar de desarrollar un sucesor del Taurus, la plataforma recibirá una actualización de mediana edad, que no alterará el hardware del misil, pero integrará «mejores GPS y otras actualizaciones de software para mayores capacidades», dijo Hoffmann.

Hasta entonces, «Taurus es el único medio de ataque realmente profundo que tiene Alemania», dijo Gressel.

Existe el temor en la Cancillería y la industria de defensa “de que los rusos lleguen a conocer a Taurus y contrarrestarlo”, dijo Gressel. «O peor aún, un Taurus puede estrellarse sin explotar e ileso en algún lugar y los rusos empiezan a aplicarle ingeniería inversa».

El Taurus también está diseñado específicamente para contrarrestar los sistemas de defensa aérea rusos como el Pantsir y el S-400, lo que lo hace especialmente interesante para las tropas rusas tener uno en sus manos.

A pesar de los temores de Scholz, cada vez hay más presión sobre él para que ceda.

Estados Unidos ya está suministrando una pequeña cantidad de sus misiles balísticos tácticos ATACMS a Ucrania; Alemania había dicho anteriormente que no actuaría sobre el Taurus hasta que Estados Unidos enviara sus propios misiles.

Altos legisladores del comité de defensa del Bundestag y del propio Partido Socialdemócrata de Scholz lo instan a cambiar su postura “inmediatamente”.

Caleb Larson