¿Por qué Berlín no reconsiderará la prohibición de vender Typhoon a Arabia Saudita?.
Una serie de artículos de prensa recientes (en particular The Times, Financial Times y Forbes) han afirmado que Alemania está dispuesta a levantar su prohibición de exportar otros 48 Typhoons a Arabia Saudí. El problema es que, en todos los casos, se trata de pura desinformación.
En primer lugar, no hay pruebas de que el Gobierno alemán haya tomado tal medida. El 12 de julio, el canciller Olaf Scholz confirmó públicamente su decisión de atenerse al embargo de venta de armas a Arabia Saudí impuesto desde noviembre de 2018. Tradicionalmente, una decisión de este tipo se toma en la reunión secreta del Consejo Federal de Seguridad Nacional (Bundesicherheitsrat) y no se hace pública. Esta vez, Scholz no solo ha confirmado la prohibición, sino que también la ha explicado en un documento de posición publicado en el sitio web de la Cancillería («Verständigung zum Umgang mit Genehmigungen von Rüstungsexporten und Gemeinschaftsprogrammen im Kontext des Jemen-Konflikt»): «Las solicitudes de licencias de exportación a Arabia Saudí se pospondrán hasta el final de la guerra de Yemen»
Una declaración pública confirmada por un documento oficial de posición no puede ser anulada de la noche a la mañana.
En segundo lugar, no hay nada nuevo que esperar de Arabia Saudí. En los círculos oficiales británicos se ha especulado mucho con que Berlín cambiaría su postura si Arabia Saudí desempeñara un papel fundamental en el conflicto entre Israel y el grupo terrorista Hamás, pero, aparte de convocar cumbres, Riad no tiene comodines secretos: sólo Doha (Qatar) los tiene y los juega con cuidado, pero con sabiduría.
Aunque la diplomacia saudí fuera activa, cuantos más daños colaterales cause Israel a la población palestina, menos podrá y querrá Arabia Saudí desempeñar un papel que pueda obligar a Berlín a revisar su prohibición. Las posturas alemana y saudí van a divergir: Berlín apoya a Tel-Aviv no sólo moralmente sino también con suministros masivos de armas (de 32,3 a 302,8 millones de euros), mientras que Arabia Saudí advierte a Israel del elevado número de palestinos muertos.
En tercer lugar, mantener la coalición de gobierno es la primera prioridad del canciller Scholz, y vender armas a Arabia Saudí es una línea roja, y hasta el gobierno británico lo sabe. Ninguna amenaza -ya sea legal, industrial o comercial- podría invertir la jerarquía de prioridades del Canciller. La «coalición jamaicana» o «coalición del semáforo» que gobierna está en mala forma, como ilustran claramente las encuestas y las elecciones regionales, y las próximas elecciones de 2025 están muy cerca.
Si hay una apuesta que Londres podría ganar, es la de esperar a ver qué pasa después de 2025: la posible candidatura del ministro de Defensa, Boris Pistorius, podría ser el comodín que posiblemente levantara el embargo.
En resumen, todos los artículos que informan de una hipotética revisión de las posiciones de Berlín en este asunto están en gran medida influidos (y quizá escritos) por quienes en el Reino Unido y en Alemania tienen un interés vital en este caso. Hasta ahora, han escrito en vano, y se puede adivinar que cuanta más presión se ejerza sobre Berlín, menos eficaz será.
Francia ha sido llamada al rescate: «Primero el Typhoon, luego el FCAS», era el eslogan. También en este caso, la flecha no alcanza el blanco: El FCAS está aún lejos en el horizonte, mientras que la venta del Rafale es un caso a corto plazo, como saben perfectamente los autores de los artículos.
Si el éxito del Rafale está lejos de ser seguro, en gran parte por razones políticas, la desaparición del Typhoon está cerca: sin pedidos nacionales y sólo con proyectos de exportación problemáticos a la vista (Arabia Saudí, Turquía y Austria), las líneas de montaje de Manching y Warton tendrán que cerrar tras la finalización de los contratos Quadriga (Alemania) y Halcon (España). Es poco probable que los diversos esfuerzos de presión de Airbus para generar nuevos pedidos de Alemania y España hagan cambiar de opinión a Berlín.
En cuanto a la búsqueda saudí de nuevos cazas y si Mohammed bin Salman quiere tener una doble fuente verdadera y fiable, la elección del Rafale será una solución lógica que conducirá, a través de las distintas normas, a la participación en el programa de cazas de nueva generación del FCAS. Una «sorpresa divina».
Alistair Davidson
Qué suerte tienen los franceses de que los alemanes tengan tantos remilgos…les venderán los Rafale y el veto alemán no valdrá para nada excepto para perjudicarse así mismos.
Además hay una cosa curiosa…se vendan Rafale o EF-2000, Francia SIEMPRE se lleva premio (el 27.4% de Airbus es de propiedad francesa)…
Arabia Saudita quiere unirse al Tempest y el gobierno británico está encantado ya que aportarán una financiación muy necesaria y al no tener una industria de aviación propia no discutirän con el tema de la autoridad técnica como si lo están haciendo Dassault y los socios alemanes
No creo que el régimen de Arabia Saudi sea mejor que el de Iran en nada, no está en el bando de los «malos» porque se entiende bien con estados unidos en el tema petróleo y les hacen grandes pedidos de armas.