Regresa a Estados Unidos el general enviado para asesorar al ejército israelí.
El general estadounidense de tres estrellas enviado a Israel para asesorar al país sobre los riesgos de una invasión terrestre de la Franja de Gaza habría regresado a Estados Unidos la semana pasada, según confirmó el lunes un alto cargo de Defensa.
En los últimos días, Israel ha intensificado sus operaciones terrestres en la Franja de Gaza, en lo que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha descrito como la segunda fase de su guerra contra Hamás. Su fuerza aérea también sigue bombardeando objetivos en el enclave, causando cada vez más víctimas civiles.
El teniente general del Cuerpo de Marines James Glynn, a quien el Pentágono envió a Israel a principios de este mes para asesorar al ejército israelí, estaba de vuelta en Estados Unidos el jueves por la noche, según informó el viernes a los periodistas el comandante del Cuerpo de Marines, general Eric Smith.
Glynn, actual vicecomandante de Recursos Humanos y Asuntos de la Reserva, fue anteriormente jefe del Mando de Operaciones Especiales de los Marines y cuenta con una importante experiencia en la guerra urbana en Irak, primero en Faluya en 2004 como parte de la Operación Libertad Iraquí II, y más tarde en Mosul para expulsar a los militantes del Estado Islámico.
Formó parte de un grupo de asesores militares estadounidenses enviados a Israel antes de la invasión terrestre de la Franja de Gaza, un intento de empujar a los oficiales hacia el uso de ataques aéreos de precisión e incursiones selectivas de operaciones especiales, en lugar de participar en una sangrienta lucha urbana.
“Jim está en casa; hablé con él anoche”, dijo Smith. “El teniente general Glynn fue a asesorarle. Pero no se equivoquen: Lo que se está desarrollando, se ha desarrollado o se desarrollará en Gaza es puramente una decisión israelí.”
Añadió que Glynn “aportó su experiencia como principal planificador de una primera fuerza expedicionaria de marines que iba a la batalla de Faluya”, y que lo que transmitió puede “tomarse, [o] no tomarse”.
El lunes, un alto funcionario de Defensa confirmó el regreso de Glynn, afirmando que el viaje era sólo temporal y tenía “la intención de ofrecer observaciones informadas por una amplia experiencia militar y plantear preguntas difíciles a las [Fuerzas de Defensa de Israel] mientras piensan en varios escenarios” de una invasión terrestre de Gaza.
El funcionario añadió: “Las Fuerzas de Defensa de Israel, como siempre, tomarán sus propias decisiones sobre sus operaciones militares. Quiero ser claro en este punto: Los oficiales militares estadounidenses no dirigen ni asesoran las operaciones”.
Israel ha prometido tomar represalias contra Hamás por el ataque sorpresa del 7 de octubre, en el que murieron unos 1.400 israelíes y fueron capturados más de 200 rehenes, entre ellos varios estadounidenses.
Desde entonces, Israel ha bombardeado Gaza con cohetes, matando al parecer a más de 8.000 civiles, y también ha llamado a filas a unos 360.000 reservistas y ha situado a muchos de ellos en la frontera con Gaza.
Sin embargo, Estados Unidos ha instado a Israel a que no lleve a cabo un asalto terrestre a gran escala por temor a que el combate urbano ponga en peligro a los civiles y a los rehenes restantes, además de agravar las tensiones en Oriente Próximo.
Ellen Mitchell