Se estrella un avión F-5 Tiger II de la Fuerza Aérea de Túnez en el sur del país.
Rara vez se habla del Northrop F-5 Tiger II de la Fuerza Aérea de Túnez. De hecho, esto se puso de relieve en un reciente artículo de la revista Forbes sobre un ejercicio en el que participaron bombarderos B-52H Stratofortress de la Fuerza Aérea de Estados Unidos frente a la costa de Túnez.
Pero ayer 6 de octubre, uno de esos aviones se estrelló mientras sobrevolaba la zona subsahariana de Remada, en la provincia de Tataouine [sur de Túnez]. Su piloto, el capitán Mehdi Boubaker, calificado de experimentado, murió en el accidente.
El F-5 estaba «en una misión operativa en las profundidades del Sáhara de Remada», dijo el Ministerio de Defensa de Túnez en una breve declaración. «Una comisión técnica investigará las causas del accidente y la justicia militar, por su parte, abrirá una investigación sobre las circunstancias de este incidente», añade, sin dar más detalles.
En la frontera con Libia, la región de Remada ha sido escenario de una intensa tensión el pasado mes de julio, cuando el ejército tunecino se enfrentó a los manifestantes, «en su mayoría contrabandistas y forajidos», según la prensa local. Además, se informa regularmente de varios incidentes relacionados con el movimiento yihadista. A modo de recordatorio, Túnez está en primera línea contra los grupos terroristas activos en el norte de África, incluida Al Qaeda en el Magreb Islámico [AQMI], establecida en el Jebel Chaambi, y el Estado Islámico [EI].
La fuerza aérea tunecina tiene una docena de aviones de combate F-5 Tiger, adquiridos a los Estados Unidos en el decenio de 1980. El último accidente antes del de ayer ocurrió en octubre de 2018, frente a la costa de Bizerta. En esta ocasión el piloto fue encontrado a salvo.
Laurent Lagneau