Según Corea del Sur, Corea del Norte estudia enviar soldados especializados al frente de Ucrania.

El ministro de Defensa de Corea del Sur dijo el martes que Corea del Norte está considerando seriamente desplegar sus propias tropas para luchar junto a Rusia en Ucrania, en medio de informes de que ya ha habido bajas norcoreanas en la guerra.

«Como Rusia y Corea del Norte han firmado un tratado mutuo similar a una alianza militar, la posibilidad de tal despliegue es muy probable», dijo el ministro de Defensa, Kim Yong-hyun a los legisladores, según informó la agencia de noticias Yonhap.

Corea del Norte ya está acusada de suministrar municiones y otra ayuda militar a las fuerzas rusas, que están enfrascadas en una sangrienta guerra de desgaste en el este y el sur de Ucrania más de dos años y ocho meses después de invadir Ucrania en febrero de 2022. Ahora, algunas tropas norcoreanas parecen estar desplegadas sobre el terreno en áreas de Ucrania ocupadas por Rusia, según informes recientes de Kiev.

El presidente ruso, Vladimir Putin, y el líder norcoreano, Kim Jong-un firmaron una asociación estratégica durante la visita de este último a Pyongyang en julio, aunque su alcance no está claro: Kim la llamó una “alianza”, Putin no.

Tanto las agencias de inteligencia de Corea del Sur como las estadounidenses dicen que han visto evidencia de que Pyongyang ha ayudado a las fuerzas rusas con municiones de artillería y misiles.

En agosto, Seúl estimó que se habían enviado más de 13.000 contenedores.

Kim, el ministro de Defensa surcoreano, dijo a los legisladores el martes que consideraba precisos los informes.

La semana pasada, el Kyiv Post informó que seis norcoreanos se encontraban entre los 20 soldados “eliminados” en un ataque con misiles en la región ucraniana ocupada de Donetsk. El periódico, citando fuentes de inteligencia, dijo que otros tres norcoreanos habían resultado heridos.

El periódico también informó que fuentes rusas en Telegram -la plataforma de medios sociales ampliamente utilizada por ambos bandos en la guerra- afirmaron que oficiales rusos habían estado informando a los norcoreanos sobre tácticas de asalto y defensa.

El año pasado, los servicios de inteligencia ucranianos afirmaron que tropas de ingenieros norcoreanos habían llegado a zonas ocupadas por Rusia. Desde que Kim y Putin celebraron una cumbre en el Lejano Oriente ruso el año pasado, en la televisión rusa se ha debatido mucho sobre la posibilidad de que Corea del Norte envíe tropas o trabajadores a Ucrania.

En una guerra a gran escala caracterizada por enjambres de drones, fuegos masivos y «asaltos de carne» de infantería, el presidente ruso Vladimir Putin se esfuerza por mantener su campaña en Ucrania, sobre todo los efectivos, ante la decidida resistencia ucraniana.

El mes pasado, Putin ordenó aumentar en 180.000 efectivos el tamaño de su ejército, con lo que las fuerzas totales del país ascienden a 1,5 millones, el segundo ejército más grande del mundo después del de China. Pero es posible que esa ampliación no impulse las operaciones en Ucrania, donde el Kremlin, temiendo el revés político, no ha desplegado reclutas en el frente ucraniano.

En su lugar, ha confiado en una movilización de reservistas y una fuerza constantemente repuesta de voluntarios contratados, o «kontraktniki».

El mes pasado, el Instituto para el Estudio de la Guerra, con sede en Washington, citó fuentes ucranianas que afirmaban que, aunque los gobiernos locales rusos están aumentando los pagos a los kontraktniki, el suministro se está agotando.

Trabajar con otros

Corea del Norte, uno de los países más pobres del mundo que, sin embargo, cuenta con unos 1,2 millones de soldados disciplinados y bien entrenados, podría ofrecer una solución.

En un mensaje de felicitación a Putin por su 72 cumpleaños, Kim lo llamó su “camarada más cercano”. Pero los expertos dicen que no hay indicios de que la población de Corea del Norte o su ejército estén siendo preparados para luchar en una guerra lejos de la península de Corea.

La guerra de Ucrania ha dejado en claro la alucinante complejidad de sincronizar señales, inteligencia, reconocimiento y activos de guerra electrónica con unidades de combate y armas guiadas. El ejército estadounidense hace grandes esfuerzos para asegurarse de poder trabajar con fuerzas aliadas. Ese no es el caso de Corea del Norte.

El país utiliza armas estándar rusas, pero sus tropas tienen poca o ninguna experiencia en la coordinación con el ejército de otro país.

«No reciben el entrenamiento, o no tienen la comprensión, de lo que se necesita para hacer todo ese tipo de integración que se necesita para ir a la batalla», dijo Robert Collins, un observador de Corea del Norte desde hace 50 años que asesora a las fuerzas estadounidenses sobre la inteligencia de Corea del Norte. «No tienen la experiencia para transmitir a los oficiales actuales que son capaces de hacer la guerra moderna».

Aun así, Corea del Norte ha adquirido cierta experiencia operativa y de combate en el extranjero desde que terminó la Guerra de Corea en 1953.

Hubo informes de que fuerzas especiales norcoreanas, operando como asesores o milicias de acción directa, lucharon en apoyo del régimen de Assad, respaldado por Rusia, en la brutal guerra civil de Siria.

En la década de 1980, las tropas se desplegaron en países de África y América Central, normalmente actuando como asesores, y Pyongyang también envió pilotos de aviones y asesores a El Cairo y Damasco en sus guerras de 1967 y 1973 con Israel. Se realizaron despliegues similares en Hanoi durante la guerra de Vietnam.

Sin embargo, Collins, autor de un libro próximo a publicarse sobre el brazo de sabotaje de Corea del Norte, la Oficina General de Reconocimiento, dijo que la unidad más grande que Pyongyang ha desplegado en el extranjero en los últimos años ha sido una compañía, o aproximadamente 120 hombres.

Aun así, Pyongyang puede ver valor en un despliegue pequeño y de baja visibilidad: no sólo por el pago ruso, sino también por las habilidades en el campo de batalla que sus tropas pueden adquirir.

“Para que Corea del Norte opere eficientemente sus misiles KM-23, se necesitan fuerzas especiales para profundizar en el reconocimiento terrestre”, dijo Yang, refiriéndose a la versión norcoreana de los misiles balísticos de corto alcance Iskander de Rusia. “Corea del Norte se muere por tener oportunidades en el combate real”.

Andrew Salmon