Taiwán construirá sus propios submarinos ante el incremento de la presión china.
Taiwán se ha lanzado a un ambicioso proyecto de diseño y construcción de sus propios submarinos y buque de guerra para desarrollar “una industria de defensa nacional independiente” en la isla, informó la Agencia Central de Taiwán (CNA) mientras las relaciones entre China y Taiwán se deterioran cada vez más.
La presidenta Tsai-ing-wen dijo que no tenía más remedio que construir su propia flota de submarinos y ha promovido un acuerdo para desplegar el primer buque en menos de una década. Tsai presenció en la base principal de la Marina en Tsoying la firma de un memorando de entendimiento con la compañía taiwanesa CSBC Corporation y el Instituto de Ciencia y Tecnología de Zhongshan para la fabricación de sumergibles, como paso necesario para mejorar la defensa de la isla contra las amenazas chinas.
Durante la ceremonia de firma, no se especificó el número de submarinos que prevé construir Taiwán ni otros detalles del acuerdo.
Taiwán, según un informe del Ministerio de Defensa presentado ante el Parlamento, planea aumentar sus gastos de defensa, adquirir equipos bélicos avanzados en Estados Unidos e intensificar el desarrollo propio de aviones, misiles, submarinos y navíos militares.
Por su parte, China ha estado utilizando con éxito su influencia diplomática y económica para evitar muchas compras militares en el extranjero por parte de Taiwán. Pekín reclama la isla como su propio territorio y rechaza tener relaciones diplomáticas con cualquier país que las mantenga con Taipéi.
El conflicto entre Taipéi y Pekín data de 1949 cuando el movimiento nacionalista Kuomingtan tomó la isla tras ser derrotado durante la guerra civil por el Partido Comunista Chino.
La Marina de Taiwán tiene actualmente sólo dos submarinos listos para el combate, son versiones de los submarinos de ataque convencional clase Zwaardvis adquiridos a los Países Bajos en los años 80. En 1992, el gobierno de los Países Bajos rechazó una nueva orden para otros 4 barcos debido a la presión de la República Popular China .
Aunque el gobierno de Barack Obama se había comprometido a cooperar en el suministro de submarinos a Taiwán, Estados Unidos ya no fabrican el diesel-eléctrico que Taiwan necesita y aparentemente después del cambio de gobierno en la Casa Blanca, la nueva administración de Trump no ha tomado ninguna decisión para proporcionar el tipo de ayuda que su aliado necesita.
La mayor parte del hardware militar de Taiwán se produce nacionalmente o se compra a los Estados Unidos, que está legalmente obligado a garantizar que Taiwán pueda defenderse a pesar de tener vínculos no oficiales con la isla.
China y Taiwán moderaron sus relaciones del 2008 al 2016, cuando el entonces presidente taiwanés Ma Ying-jeou reconoció el Consenso de 1992, por el que Taiwán aceptaba ser parte de China, pero no de la República Popular China. Las tensiones regresaron con la toma de posesión de la presidenta Tsai Ing-wen, del independentista Partido Demócrata Progresista (PDP), que se niega a aceptar que Taiwán sea parte de China, tal como le exige Pekín. Una llamada de Tsai al presidente electo de Estados Unidos Donald Trump, el 2 de diciembre del 2016, desencadenó mayores tiranteces con China, que no ha renunciado al uso de la fuerza para lograr la unificación con Taiwán.