Turquía buscará en otra parte en caso de un enfoque negativo de EE. UU. sobre los F-16.

Turquía tendrá que considerar alternativas para garantizar su seguridad si Estados Unidos tiene un enfoque negativo hacia un acuerdo para aviones de combate F-16, ha dicho el ministro de Defensa Hulusi Akar.

Las conversaciones están en curso, aseguró Akar, y una delegación del Ministerio de Defensa se encuentra actualmente en Estados Unidos para mantener conversaciones sobre la petición de Turquía de comprar 40 F-16 y casi 80 kits de modernización a cambio del pago que Ankara había asignado al programa de aviones de combate F-35.

«Nuestros contactos siguen abordando estas cuestiones y otras similares, y una delegación de nuestro ministerio se encuentra actualmente en Estados Unidos», ha declarado Akar ante la Comisión de Planificación y Presupuesto del Parlamento en la capital, Ankara.

«Si la postura de Estados Unidos es negativa, Turquía tendrá que evaluar necesaria y naturalmente otras alternativas para garantizar su seguridad en el entorno de amenazas en el que se encuentra», dice el ministro.

Turquía había pagado 1.400 millones de dólares por los F-35 antes de que Washington la expulsara del programa en 2019 por su compra de un sistema de defensa contra misiles aéreos S-400 de fabricación rusa, después de que sus esfuerzos por adquirir misiles Patriot de fabricación estadounidense fueran rechazados.

Ankara ha exigido el reembolso de su pago y ha dicho que debería utilizarse para financiar algunas de sus solicitudes de compra de F-16 y kits de modernización.

Sin embargo, cualquier venta militar tendría que ser aprobada por el Congreso estadounidense, conocido por su postura antiturca que ha dañado repetidamente las relaciones bilaterales.

Durante su reunión al margen de la cumbre del G-20 celebrada en Roma a principios de este mes, el presidente Recep Tayyip Erdoğan dijo que había pedido a su homólogo estadounidense Joe Biden apoyo para conseguir que los legisladores estadounidenses respaldaran la venta.

Erdoğan dijo que había visto un «enfoque positivo» de Biden sobre la petición de Turquía. «Aunque he visto el enfoque positivo del señor Biden en este asunto, otro aspecto de la cuestión es la Cámara de Representantes y el Senado», añadió.

Washington puede abordar la cuestión de forma positiva, dice Akar, añadiendo: «Sin embargo, estamos siguiendo de cerca la evolución, ya que el proceso estará sujeto a la aprobación del Congreso».

En caso de que fracase el acuerdo sobre los F-16, Ankara sigue estando dispuesta a considerar la compra de cazas Su-35 y Su-57 de fabricación rusa, según han dicho los funcionarios.

Ankara había encargado más de 100 aviones F-35, fabricados por Lockheed Martin, mientras que su industria de defensa ha sido un actor destacado en el desarrollo y la fabricación de aviones de combate.

Akar reiteró que los dos aliados de la OTAN han acordado celebrar una reunión en Washington en el próximo período con el fin de resolver la disputa sobre los F-35.

La nueva reunión seguirá a la ronda de conversaciones celebrada en Ankara a finales de octubre, en la que representantes de los ministerios de Defensa turco y estadounidense se reunieron para discutir cuestiones financieras.

Las conversaciones se celebraron «para la resolución de disputas para abordar las cuestiones restantes resultantes de la retirada de Turquía del programa F-35, que finalizó el 23 de septiembre», había dicho el Pentágono.

«La reunión demuestra el compromiso del gobierno de Estados Unidos de concluir respetuosamente la participación previa de Turquía en el programa F-35».

Las partes han acordado volver a reunirse a principios de 2022, esta vez en Estados Unidos, para negociar en detalle las cuestiones financieras, según Akar.

Los S-400 se utilizarán igual que los S-300

La asociación de décadas entre los aliados de la OTAN ha pasado por un tumulto sin precedentes en los últimos cinco años por los desacuerdos en muchos temas, incluyendo Siria y el acercamiento de Ankara a Moscú.

Washington argumenta que los sistemas de misiles aéreos S-400 podrían ser utilizados por Rusia para obtener de forma encubierta detalles clasificados sobre los aviones F-35 y que son incompatibles con los sistemas de la OTAN. Turquía, sin embargo, insiste en que los S-400 no se integrarían en los sistemas de la OTAN y no supondrían una amenaza para la alianza.

Akar asegura que el sistema S-400 sería utilizado por Turquía al igual que el S-300 se utiliza en la alianza de la OTAN, haciendo un guiño a la utilización por parte de Grecia de los misiles predecesores del anterior que están estacionados en la isla de Creta.

«El S-400 es un sistema de armas de defensa, y se utilizará de la misma manera que el S-300 se utiliza en la alianza de la OTAN», señala el ministro de Defensa.

«Nuestras fronteras están protegidas con las medidas más intensas de la historia de la República».

Daily Sabah

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