Turquía en conversaciones con Corea del Sur para el suministro de motores de los tanques MBT Altay.

Turquía y Corea del Sur han firmado una carta de intenciones para el suministro de motores para el carro de combate principal turco (MBT) Altay

El ministro de Asuntos Exteriores, Mevlüt Çavuşoğlu, hizo la declaración correspondiente el pasado sábado.

El ministro, que destacó que Turquía y Corea del Sur son socios importantes en la industria de la defensa, dijo en una declaración en Twitter que el ministro Kang Eun-ho, el ministro surcoreano responsable del Programa de Adquisiciones de Defensa (DAPA), le había informado de la firme intención del gobierno Seúl para el suministro de motores para los tanques Altay.

«Es un paso importante en el contexto del proyecto», añadió.

Los medios de comunicación informaron en marzo que el fabricante turco de vehículos terrestres BMC, la empresa que está llevando a cabo el proyecto Altay, acordó con dos empresas surcoreanas, Doosan Infracore Co. y S&T Dynamics Co., el motor y la transmisión.

Turquía puso en marcha el proyecto de MBT en 2007, mientras que la adquisición de un motor ha sido un paso preventivo durante un tiempo, ya que algunas empresas europeas se negaron a vender la unidad motriz.

El prototipo del Altay se presentó en una feria de defensa celebrada en 2011 en Estambul.

Anteriormente, el prototipo del carro de combate de nueva generación estaba propulsado por un motor diésel de 1.500 caballos de la empresa alemana MTU Friedrichshafen GmbH. La alemana Rheinmetall también ha creado una empresa conjunta con BMC destinada a la producción conjunta de vehículos blindados, en particular del carro de combate principal, el Altay. Sin embargo, la producción y el suministro del motor del tanque se detuvo tras la decisión de Berlín de limitar las exportaciones de armas a Turquía, un viejo aliado de la OTAN.

El embargo de armas alemán se produjo como consecuencia de los estallidos en Siria que han puesto la venta de armas a Ankara bajo un intenso escrutinio por parte de sus aliados occidentales. Alemania ha anunciado en repetidas ocasiones que limita la venta de armas a Turquía, que lanzó una operación antiterrorista en el norte de Siria que tenía como objetivo tanto a los terroristas del Daesh como al grupo terrorista PKK y su rama siria, el YPG.

Ankara lleva mucho tiempo criticando a las autoridades alemanas por no tomar medidas serias contra el PKK, que está catalogado como organización terrorista por Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea, y que llevó a cabo una campaña de terror contra Turquía durante más de 40 años, causando la muerte de casi 40.000 personas, entre ellas mujeres y niños.

Mientras tanto, los funcionarios de defensa turcos han reiterado en varias ocasiones que el motor que se comprará en el extranjero sólo se utilizará en los primeros tanques producidos en serie, mientras que, en las siguientes producciones, los tanques Altay serán impulsados con motores nacionales que están en producción.

Según Defense News, un programa multimillonario de tanques Altay se divide en dos fases: T1 y T2. T1 cubre las primeras 250 unidades y T2 incluye la versión avanzada del Altay.

Según el programa original, Turquía planeaba producir finalmente 1.000 Altays, seguidos de una versión no tripulada del tanque.

Daily Sabah