Ucrania dice que Rusia trató los barcos incautados con ‘barbarie’ e incluso retiró los lavabos antes de devolverlos.

Los buques de guerra ucranianos, capturados por Rusia el pasado mes de noviembre y liberados el martes para ser devueltos a Ucrania, se encuentran en muy malas condiciones y no pueden moverse de forma independiente, dijo el miércoles el comandante de la marina ucraniana.

Rusia se apoderó de los tres barcos en el estrecho de Kerch el año pasado después de abrir fuego contra ellos e hiriendo a varios marineros. Moscú dijo que los barcos, dos pequeños buques de artillería blindados ucranianos y un remolcador, habían entrado ilegalmente en sus aguas territoriales.

La disputa ha causado fricciones entre Moscú y Occidente, lo que ha respaldado la posición ucraniana de que los barcos no deberían haber sido retenidos. El estrecho de Kerch, que separa Rusia continental de Crimea, es la única salida del mar de Azov, donde Ucrania tiene ciudades y puertos importantes, y el gobierno de Kiev dice que no se le puede negar el acceso.

El vicealmirante jefe de la marina ucraniana, Ihor Voronchenko, dijo al canal 4 de la televisión de su país que los barcos aún no habían llegado a las aguas territoriales de Ucrania porque estaban siendo remolcados muy lentamente.

«No pueden navegar por sí solos. Los rusos rompieron sus motores, incluso quitaron las lámparas, las tomas de corriente y hasta los inodoros. Cuando lleguen a nuestro puerto mostraremos al mundo entero la barbarie y el odio ruso hacia ellos».

Moscú devolvió en septiembre a Ucrania las tripulaciones que habían estado a bordo de los barcos cuando fueron capturados, como parte de un intercambio de prisioneros.

La liberación de los barcos ha tenido lugar poco antes de la cumbre de paz prevista para el 9 de diciembre en Paris, en la que participarán los líderes de Francia, Alemania, Rusia y Ucrania en un intento por avanzar en los esfuerzos para una resolución pacífica en el conflicto de la guerra del Donbáss entre las fuerzas independentistas de las auto proclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk apoyadas por Rusia y el gobierno de Ucrania y que ha causado la muerte a más de 13.000 personas en los cinco años que dura el conflicto.

Reuters