Ucrania hace estallar unos catorce helicópteros en un duro golpe para Putin.

Hasta catorce helicópteros militares rusos habrían sido destruidos por Ucrania con misiles tácticos de largo alcance suministrados por Estados Unidos, según afirmaron el viernes los responsables de Defensa británicos.

Destacaron que era la primera vez que se creía que estos misiles tácticos de largo alcance del ejército habían sido utilizados en el conflicto.

Añadieron que, de confirmarse, las pérdidas en dos bases aéreas, también dificultarían a las fuerzas de Putin mantener sus actuales líneas defensivas.

En su última actualización de inteligencia, el Ministerio de Defensa en Londres dijo: “El 17 de octubre de 2023, varios helicópteros rusos y equipos de defensa aérea fueron probablemente alcanzados en los aeródromos de Berdyansk y Luhansk.

“Aunque actualmente no se ha confirmado el alcance de los daños, es probable que nueve helicópteros militares rusos en Berdyansk y cinco en Luhansk fueran destruidos, y Ucrania afirma haber utilizado por primera vez los misiles tácticos de largo alcance del ejército (ATACMS) proporcionados por Estados Unidos”.

El informe añadía: “Dado que el apoyo aéreo cercano de ala fija ruso hasta la fecha ha sido extremadamente pobre, las líneas defensivas rusas se han vuelto cada vez más dependientes del apoyo de ala rotatoria frente a la ofensiva ucraniana”.

“Berdyansk se utilizaba como base principal de operaciones avanzadas en el eje sur, proporcionando capacidades logísticas y ofensivas y defensivas.

“Si se confirma, es muy probable que estas pérdidas tengan un impacto en la capacidad de Rusia tanto para defender como para llevar a cabo nuevas actividades ofensivas en este eje”.

Los jefes militares británicos creen que los militares rusos tendrán dificultades para reemplazar los aviones perdidos a “corto y medio plazo”, dados los límites de su producción, y que esto ejercerá más presión sobre su flota actual “que ya sufre casi con toda seguridad agotamiento en combate y problemas de mantenimiento”, dado que la guerra se está prolongando mucho más de lo que Putin esperaba.

Los comandantes rusos podrían verse obligados a reubicar las bases de operaciones y los centros de mando y control más lejos de las líneas del frente, añadieron, lo que aumentaría la carga sobre las cadenas logísticas.

Gran Bretaña, Estados Unidos, Ucrania y sus demás aliados están librando una guerra de información contra Rusia, por lo que sus informes deben tratarse con cautela, pero son mucho más creíbles que la propaganda emitida por el Kremlin.

Mientras tanto, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, declaró que había hablado por teléfono con el presidente estadounidense, Joe Biden, sobre el futuro apoyo de Washington a Kiev.

Biden ha comparado la invasión de Putin con la matanza de más de 1.400 personas perpetrada por Hamás en Israel y ha prometido que ninguna de las dos tendrá éxito, buscando miles de millones de dólares más para que Estados Unidos respalde a sus aliados.

El contacto entre el presidente estadounidense y Zelensky se produjo mientras Putin visitaba una base militar cerca de la frontera ucraniana y los países beligerantes trazaban planes para las operaciones de combate durante el invierno y el próximo año.

Casi 20 meses de guerra han mermado los recursos militares de ambos bandos. Según los analistas, es probable que los combates se reduzcan a una guerra posicional y de desgaste durante el invierno, con pocos cambios a lo largo de las más de 600 millas de línea del frente.

Zelensky declaró a última hora del jueves que había hablado con Biden sobre “un importante paquete de apoyo” a Ucrania. La ayuda occidental ha sido crucial para el esfuerzo bélico de Ucrania.

Putin visitó el cuartel general del Distrito Militar Sur de Rusia, a menos de 100 kilómetros de la frontera sureste de Ucrania, donde fue informado de la guerra por el jefe del Estado Mayor, Valery Gerasimov, según informó el Kremlin.

Ante la incertidumbre sobre la cuantía de la futura ayuda occidental a Kiev, y después de que la contraofensiva ucraniana de cinco meses mermara las reservas rusas, pero, al parecer, sólo hiciera mella en las defensas rusas de primera línea, las dos partes se apresuran a reponer sus arsenales para 2024.

Ucrania ha estado gastando munición a un ritmo de más de 200.000 cartuchos al mes, según Jack Watling, investigador del Royal United Services Institute de Londres.

Watling escribió en una evaluación: “A medida que se agoten las reservas de la OTAN, no se dispondrá de munición suficiente para mantener este ritmo de fuego, y los índices de producción de munición siguen siendo demasiado bajos para satisfacer este nivel de demanda”.

Mientras tanto, la producción rusa “ha dado un giro”, afirmó. Según Watling, la producción nacional de munición de Moscú está creciendo rápidamente, con más de 100 misiles de largo alcance al mes, frente a los 40 mensuales de hace un año, por ejemplo.

Además, Rusia estaría recibiendo suministros de Irán, Corea del Norte y otros países.

Aunque la contraofensiva ucraniana no ha logrado avances espectaculares contra las formidables defensas rusas, ha suprimido las fuerzas del Kremlin y Kiev quiere mantener la presión.

Según el Institute for the Study of War (Instituto para el Estudio de la Guerra), un grupo de expertos de Washington, esto ayudará a estirar los recursos humanos de Rusia, que ya están bajo presión.

Según su última evaluación, “las fuerzas rusas carecen en gran medida de reservas de alta calidad y se esfuerzan por generar, entrenar y desplegar sólidamente reservas para tapar eficazmente los agujeros en la línea del frente y proseguir las operaciones ofensivas”.

Nicholas Cecil