Un MQ-9 Reaper realiza por primera vez un vuelo con ocho misiles Hellfire.

Una nueva actualización de software en el MQ-9 Reaper permite al dron cazador llevar ocho misiles AGM-114 Hellfire, el doble de su capacidad habitual, según un comunicado del servicio.

El MQ-9 típicamente lleva un total de cuatro Hellfires bajo sus alas. El escuadrón de la base aérea de Creech, Nevada, voló el vehículo autónomo no tripulado con la nueva configuración.

Con la mejora, los pilones Hellfires que antes se reservaban para bombas de 500 libras, como la Munición Conjunta de Ataque Directo GBU-38, o para tanques de combustible, ahora pueden llevar los misiles adicionales, según el comunicado.

«La historia ha demostrado la capacidad del MQ-9 para proporcionar continuidad aérea y apoyo de ataque a las fuerzas aéreas y terrestres durante la contrainsurgencia y el apoyo aéreo cercano», señala en el comunicado el Teniente Coronel Michael Chmielewski, comandante del Escuadrón 556 de Pruebas y Evaluación.

«Doblar la potencia de fuego de este avión de alta resistencia con Hellfires mejora la letalidad y agilidad del MQ-9 sobre muchos roles de combate, con un arsenal de armas altamente versátiles, precisas y colaterales para todos los comandantes combatientes».

El MQ-9 tiene una carga útil de 3.750 libras (1.701 kg) y lleva una combinación de misiles Hellfire, GBU-12 Paveway II y GBU-38 JDAM.

El sargento Melvin French, director de configuración del sistema de pruebas del programa, explica que la carga de armas del MQ-9 sigue siendo flexible, ya que las municiones se pueden intercambiar para adaptarse a la misión.

«Aparte del hardware extra requerido para estar a mano, no se requieren otros cambios para apoyar esta nueva capacidad y añadir letalidad», dijo French.

Las últimas noticias siguen a otro ejercicio reciente en el que la Fuerza Aérea ha probado si los aviadores de varios lugares pueden coordinarse para ejecutar la misma salida del MQ-9.

El resultado demostró que numerosos aviadores pueden operar el dron desde distintos lugares durante su misión, confirmó el comandante del 29º Escuadrón de Ataque en la Base Aérea Holloman, Nuevo México, en una entrevista la semana pasada.

La Fuerza Aérea también utilizó el mismo ejercicio para probar si podía utilizar un perfil reducido de personal, combustible y equipo para llevar a cabo operaciones con el MQ-9 a gran escala. Ese experimento también tuvo éxito.

Durante el ejercicio, «Agile Reaper», el MQ-9 llevó a cabo búsqueda y rescate en combate; coordinación de ataques marítimos y reconocimiento; y otras misiones, sobre los campos de tiro del Pacífico de la Marina.

«Estamos probando otros recursos de la Marina y de la Fuerza Aérea para atacar buques enemigos simulados», dijo Davis. «Estamos llevando a cabo un apoyo marítimo y aéreo para los asaltos anfibios sobre la isla de San Clemente en la costa, demostrando que podemos hacerlo sobre cualquier otra isla, ya sea el Mar del Sur de China, el Mar Negro o cualquier otro lugar adversario en el que podamos entrar.»

En el ejercicio Reaper, la Fuerza Aérea proporcionó a la Armada datos sobre los objetivos “para sincronizar los efectos conjuntos a través de múltiples dominios”, dijo, sin revelar más información.

David añadió, “Podemos poner esta operación literalmente en cualquier lugar del mundo en un marco de tiempo muy rápido, bien dentro de los ciclos de objetivos del enemigo”.

Los comandantes han estado expandiendo la misión del MQ-9 establecida desde 2017. Chmielewski dijo en el comunicado que el aumento de la potencia de fuego ayudaría a defender mejor al personal aislado en cualquier ambiente alrededor del mundo.

Oriana Pawlyk