Australia prueba el lanzacohetes HIMARS en el buque de asalto anfibio HMAS Canberra.
La Fuerza de Defensa Australiana ha embarcado un Sistema de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad M142 (HIMARS) en el buque de asalto anfibio HMAS Canberra a través de una de sus lanchas de desembarco en el puerto de Sídney, como parte de una nueva serie de pruebas marítimas. Esta medida supone un paso práctico hacia la integración de la artillería de cohetes de largo alcance en la fuerza anfibia australiana, reforzando la conexión entre las maniobras marítimas y las opciones de ataque terrestre en el Indopacífico.
Las pruebas en el mar, diseñadas para confirmar la transportabilidad y el sostenimiento de la plataforma en el mar, se llevaron a cabo, según informó el Departamento de Defensa de Australia.
El propio HIMARS es ahora un elemento fundamental de la emergente arquitectura de fuegos de largo alcance del Ejército Australiano. Montado sobre un chasis con ruedas 6×6, el lanzador puede disparar cohetes guiados a decenas de kilómetros y, en el futuro, misiles de ataque de precisión de mayor alcance, manteniendo la movilidad suficiente para reposicionarse rápidamente tras el disparo.
Australia ha encargado 42 lanzadores en el marco de una operación de Ventas Militares al Extranjero con Estados Unidos, cuyos sistemas iniciales ya han sido entregados y operados por la 54.ª Batería de Asedio, dentro de la reorganizada 10.ª Brigada, la formación de fuegos de largo alcance del Ejército. Por lo tanto, las pruebas en el puerto de Sídney representan la siguiente fase para que esta capacidad no solo sea desplegable por aire, lo cual ya se ha probado, sino que también se integre plenamente con el componente marítimo de la ADF.
Durante la actividad en Sídney, un lanzador HIMARS, junto con su vehículo de reabastecimiento y remolque, se embarcó en el HMAS Canberra, el muelle de desembarco de helicópteros insignia de la Marina Real Australiana, y posteriormente se trasladó a una de sus lanchas de desembarco LHD para realizar pruebas adicionales.
El objetivo era verificar aspectos prácticos de la transportabilidad marítima: maniobrar el lanzador dentro del buque, asegurarlo para las condiciones marítimas presentes en operaciones litorales y demostrar que los elementos de reabastecimiento podían embarcarse y transportarse como un sistema completo de fuego de largo alcance.
El HMAS Canberra está diseñado para embarcar más de mil tropas y sus vehículos, y proyectarlos a tierra mediante lanchas de desembarco y helicópteros, lo que proporciona a la ADF los medios para posicionar baterías HIMARS cerca de cuellos de botella marítimos clave, accesos costeros y objetivos insulares.
Las pruebas subrayan el impulso hacia una Fuerza de Defensa Aérea (ADF) verdaderamente conjunta, donde los fuegos terrestres se integran con las plataformas navales para generar efectos desde y a través del litoral.
Para los artilleros del Ejército, esto significa comprender cómo operar dentro de los espacios limitados de un buque de guerra y sus lanchas de desembarco; para las tripulaciones de la Armada, significa considerar el HIMARS y sus vehículos de apoyo como parte rutinaria de la carga anfibia. En futuras operaciones, esta combinación podría permitir el despliegue rápido de artillería de cohetes en islas remotas o poco desarrolladas, donde la infraestructura portuaria tradicional es inexistente, pero la necesidad de un ataque creíble y de largo alcance en apoyo de aliados y socios es acuciante.
Más allá del éxito técnico en la carga y el traslado del lanzador, la actividad en el puerto de Sídney indica que el HIMARS australiano no se limitará a zonas de entrenamiento interiores ni a guarniciones fijas. Al demostrar que el sistema puede embarcarse en buques de la clase Canberra junto con sus vehículos de apoyo y operar como parte de un grupo de trabajo anfibio más amplio, la ADF está sentando las bases para una capacidad flexible de ataque litoral adaptada a la geografía insular del Indopacífico.
A medida que crece la brigada de largo alcance y entran en servicio nuevas lanchas de desembarco, la capacidad de trasladar el HIMARS sin problemas entre aire, tierra y mar será fundamental para los esfuerzos de Australia por disuadir la coerción, tranquilizar a los socios regionales y responder con rapidez a las crisis en islas estratégicas y zonas costeras de su región cercana.
Teoman S. Nicanci


