El LHD Trieste, el mayor buque de guerra de la Marina italiana recibe su bandera de combate.
El nuevo buque de asalto anfibio de la Marina italiana, el LHD (Landing Helicopter Dock) Trieste, recibió su bandera de combate durante una ceremonia celebrada a bordo del buque en Molo Bersaglieri, Trieste, noreste de Italia, el domingo 26 de octubre.
La ceremonia de entrega de la Bandera de Guerra es un hito simbólico en la vida de cualquier unidad de la Marina Italiana. La bandera, ofrecida en nombre de la Nación, representa el honor, las tradiciones y los valores de las Fuerzas Armadas Italianas y transforma al buque en un buque de guerra operativo bajo las leyes del Estado.
Si bien el buque de asalto anfibio fue entregado oficialmente a la Marina Militare en diciembre de 2024, la entrega de la Bandera de Guerra por parte del Presidente de la República marca formalmente su entrada en servicio activo: a partir de ahora, el Trieste es reconocido no solo como un buque, sino como una extensión soberana de Italia en el mar, listo para representar al país en operaciones nacionales e internacionales.
Como se explicó, el momento del evento también tuvo una fuerte resonancia histórica: el 26 de octubre de 1954, Trieste regresó oficialmente a la administración italiana tras casi una década de incertidumbre tras la Segunda Guerra Mundial. Al finalizar el conflicto, la ciudad había sido ocupada por partisanos yugoslavos y posteriormente puesta bajo control militar aliado, pasando a formar parte del Territorio Libre de Trieste, dividido en dos zonas: la Zona A bajo administración angloamericana y la Zona B bajo control yugoslavo.
El Memorándum de Londres de 1954 finalmente resolvió el problema, restituyendo la Zona A, incluida la ciudad de Trieste, a Italia, mientras que la Zona B fue asignada a Yugoslavia.
La bandera de batalla fue entregada formalmente al comandante del barco, el capitán Francesco Marzi, por el alcalde de Trieste, Roberto Dipiazza, quien destacó la importancia emotiva e histórica del evento. «En 25 años como alcalde, he vivido muchos momentos de gran emoción, pero la llegada a Trieste, ondeando la bandera italiana y llevando el nombre de la ciudad por todo el mundo, ha sido uno de los más emotivos», declaró Dipiazza.
El ministro Crosetto subrayó la gran importancia estratégica del evento. «Para Trieste, este es un gran día, ya que su nombre permanecerá en este buque durante décadas. Es un importante acto de respeto de las Fuerzas Armadas y la Marina hacia la ciudad y su historia. Pero también es un momento significativo para Italia, ya que confirma que nuestra Marina se encuentra entre las fuerzas marítimas más destacadas del mundo en eficiencia, disuasión y capacidad. Muy pocas armadas operan más de un portaaviones, e Italia es una de ellas».
Siguiendo la fórmula tradicional, el alcalde se dirigió al capitán Marzi y declaró: «Comandante, en nombre de la ciudad de Trieste, le presento la bandera de batalla del buque Trieste». A continuación, la bandera se izó a bordo del buque, donde cuatro helicópteros (dos EH-101 y dos SH-90) estaban estacionados en la cubierta de vuelo, acompañados de salvas de fusil.

Al mismo tiempo, cientos de ciudadanos reunidos en la Piazza dell’Unità d’Italia presenciaron el evento en una pantalla gigante, donde simultáneamente se celebró la ceremonia oficial de izamiento de la bandera.
La entrega de la bandera de combate marca un nuevo hito en la transición del Trieste a su plena operación. Entregado a la Marina Italiana el 7 de diciembre de 2024, este buque de asalto anfibio de 33.000 toneladas fue construido por Fincantieri en los astilleros de Castellammare di Stabia y Muggiano.
Con 245 metros de eslora y 230 metros de cubierta de vuelo, el Trieste es el buque de combate más grande construido para la Marina Italiana desde la Segunda Guerra Mundial.
Diseñado para desempeñar múltiples funciones, el buque puede embarcar a más de 1000 personas y operar tanto como portaaviones como plataforma de mando y control para operaciones conjuntas.
Cuenta con una cubierta de pozo inundable para lanchas de desembarco, una amplia cubierta para vehículos y puede operar aviones F-35B Lightning II (que están reemplazando gradualmente a los aviones AV-8B+ Harrier II aún en servicio), además de helicópteros. El buque es el buque insignia del Grupo de Tareas Anfibio de la Marina Italiana y complementa la capacidad de ataque de portaaviones del ITS Cavour.
Cuando el barco fue puesto en servicio a finales de 2024, la Marina describió al Trieste como un símbolo de excelencia tecnológica nacional, fortaleciendo la capacidad de Italia para la proyección de poder, la asistencia humanitaria y la seguridad marítima.

David Cenciotti



La Armada española aspiraba a algo parecido. Un buque anfibio más optimizado para operaciones aéreas. Y con un ala embarcada de F-35B. Sobre el JCI se hubieran mejorado cosas. Ahora no se sabe que quiere la Armada.
Paco. La Armada quiere los F-35, pero no los zurdos políticos que la torpedean.
Para que vuelen cuando quiera el yankee?
Pues yo creo que la Armada ha dejado claro lo que quiere:
Un ala fija embarcada tripulada que esté «siempre» disponible. Para ello se requieren dos portaaeronaves.
Como la opción de dos portaaviones es demasiado cara, la solución es tener dos tipos de alas embarcadas: una ligera, sobre LHD, y otra pesada, en portaaviones CATOBAR. De esta manera, cuando el portaaviones esté inoperativo, se sigue disponiendo del ala ligera. Y estando el portaaviones operativo, el ala ligera ofrece una opción de menores costes para las misiones que no requieran del ala pesada.
Creo que eso ha quedado bastante claro. Me sorprende que aún no se comprenda.
El ala pesada estaría formada por SCAF en portaaviones CATOBAR (o STOBAR, si el SCAF pudiera operar en ese modo; el Kaan presumiblemente podrá, pero el F35C no es capaz de eso). Esto tiene sentido en un contexto en el que el SCAF es español, al menos en parte. Y tiene más sentido todavía si se mantienen los criterios de diseño acortados: una única versión del SCAF que será intrínsecamente naval, igual que lo son los F18. De esta manera, si se requieren de más aviones embarcados, bastaría con desplazar desde la Península algunas unidades.
En cuanto al ala ligera, sería para dotar a los próximos L62 y L63. El L61 no operará aviones que no sean los Harrier. Cuando estos se den de baja, manejará helicópteros y Sirtaps. No es poco, considerando que la H de las siglas LHD significa «helicóptero». Los L62 y L63 tendrán un diseño optimizado para el avión elegido. Para empezar, necesitan mayor combustible de aviación y una Santa Bárbara más grande. Para seguir, quizás de un sistema de detención (cables) porque aunque pensemos en el F35B, también debemos considerar los drones de combate. El Anka3 tiene previsión de poder aterrizar en corto, pero ya veremos si lo consigue. Para el Kizilelma existía la misma previsión, pero con la construcción del portaaviones Mugem, Baykar cambió las prioridades de desarrollo y el Kizilelma finalmente necesitará cables de detención (aunque podrá despegar en corto).
El F35B es la única opción, hoy en día, para sustituir a los Harrier. Pero con estos operando hasta al menos el 2032, tenemos todavía al menos 2 años para decidir cómo van a ser los L62/L62 y si toca hacer el pedido del innombrable. Y que nadie se extrañe que los Harrier acaben operando hasta el 2034, que eso de todas las maneras era la previsión inicial.
Pero podría acabar apareciendo una alternativa: el Hürjet naval está planificado para operar desde el Anadolu (el L61 turco). Ahora que Turquía tendrá Eurofighters (y España Hürjets para el entrenamiento), no es absurdo pensar en un Hürjet naval con motor EJ200 e incluso tobera vectorial de ITP. Ambas cosas juntas, con un rediseño del ala (mayor superficie y alas plegables) le darían por seguro al Hürjet naval la capacidad STOL de aterrizaje y despegue en corto, sin ayudas. Si esto acaba siendo factible o no, lo veremos. Como he dicho arriba, tenemos al menos 2 años para verlo y decidirlo.
Claro que un Hürjet naval no es un F35B. Si lo fuese, costaría tanto como ese… Pero no lo es tampoco en términos de costes de adquisición ni en términos de costes operativos. Y ante cualquier integración de armas que quisiéramos hacer, seríamos autoridad de diseño. Los británicos se quejan de que el Spear3 que ellos han impulsado no llegue a los F35B hasta principios de la siguiente década… cuando ya está certificado para el KF21. Imaginemos, por ejemplo, que quisiéramos integrarle el Valero de Indra. O que acabase habiendo una versión reducida del nuevo Taurus, tal como ya se especuló hacer para los FA-50 coreanos.
Otra ventaja que tendría es que esos mismos aviones podrían operar tanto desde los L62/L63 como del futuro R12. En este, en el portaaviones, lo harían como complemento de los SCAF. (El F35B no es compatible con un portaaviones CATOBAR/STOBAR, salvo que a la pista se le aplique el asfalto especial que necesita).
No, ese ala fija ligera con hipotético Hürjet naval no sería lo mismo que el F35B. Tendría muchas ventajas y también inconvenientes. Pero, respondiendo de nuevo a tu comentario, lo que parece claro es que la Armada quiere esas dos alas, ligera (que pueden ser los F35B) sobre LHD y pesada (el SCAF) sobre portaaviones.
Bueno Victor, gracias por ampliar e ilustrar el concepto de lo que había explicado anteriormente. Si, coincidimos en los conceptos que has vertido. El punto es que la función del LHD clase L-62 aún no está terminado de concebir, pero sería interesantísimo que tuviese también funciones de portaaviones ligero (con F-35B o Hürjet naval, si este se desarrollase), un par buques con funciones similares al Trieste, los LHA clase América adaptados o los Tipo 76, como has indicado, y has pensado todas las alternativas. Quizá la armada esté pensando verdaderamente en algo parecido. Hay entremezclado conceptos de planificación estratégica, política de alto nivel, industriales y presupuestarios. Habrá que ver qué factores condicionan al resto, de allí saldrá/n el/los proyecto/s final/es. Muy buen análisis.
Añadir que también se podría considerar un híbrido de portaaviones-LHD. Del LHD Tipo 076, que tiene dique inundable y catapultas, a ese híbrido el paso no es muy grande.
Sería un portaaviones con catapultas y sistema de retención para cazobombarderos pesados (el SCAF), pero con el añadido de un dique inundable. En vez de 3 LXX + 2 L62/L63 + 1 L61 + CATOBAR, la cosa se podría reducir a 2 LXX + dos híbridos de estos. Menos buques = menos costes operativos. Eso sí, el coste inicial sería mayor porque esos híbridos serían mas caros, al ser portaaviones en toda la regla.
En terminos de capacidad la ventaja residiría en que se dispondría siempre del mismo ala fija embarcada -el ala pesada- en vez de tener que conformarse, cuando el portaaviones no esté disponible, con el ala ligera. Además, siendo CATOBAR, esos híbridos podrían operar no sólo los aviones tripulados a pleno rendimiento, sino también los drones. Es decir, se evitaría que los drones embarcados, dependiendo de en qué buque operen, lo hagan con prestaciones menores.
Esto es por elucubrar y explorar alternativas. La inspiración me viene el Tipo 076, pero hubo un proyecto (no constuirido) soviético semejante, un portaaviones con dique: el Proyecto 11780. También hay un diseño (el papel lo aguanta todo) ruso de un proyecto similar: el Varan.
En cuanto a desplazamiento, parece que con muy alta probabilidad se podría compatibilizar portaaviones con dique inundable y hangar de vehículos pesados en un buque de 60 000 a 65 000 toneladas de desplazamiento. Con eso seguiría siendo un portaaviones no demasiado grande, bastante contenido.
Bases de la estimación:
-Proyecto de portaaviones de Bazán, SAC-220, con catapultas de vapor, capaz de operar unos 20 cazas (más unos 5 helicópteros) con tan solo 27 000 t.
-L61 actual de 27 000 t
-Tipo 076 de unas 45 000. Aquí, tomando como base este diseño y alargando la eslora para convertirlo en un portaaviones, el desplazamiento total estimado no llegaría a las 65 000 t.
Si se hiciera esto, convendría aumentar la capacidad de los LXX hasta las 22 000 t (de las 16 000 t que estimo que tendrán eventualmente con el plan actual).
Bueno, no sería gran problema para Navantia crear un buque semejante, con un desplazamiento superior en casi 50% y dimensiones incrementadas. De hecho, la armada española le ha encargado al astillero español el estudio de un buque portaaviones CATOBAR de alrededor de 40.000 t de desplazamiento (es decir un buque ligero, similar al INS Vikrant indio, aunque este es STOBAR). De hecho en mi opinión, la armada sí sabe lo que quiere: adoptando el memorando Armada 2050, pretende tener un grupo de quizá 2 LHD con capacidad aeronáutica incrementada (al estilo Trieste italiano, aunque de dimensiones más contenidas, derivado del actual L-61), y un portaaviones dedicado, con aviación naval de ala fija convencional. Es de suponer que el abandono de la capacidad STOVL que otorga el F-35B implique el abandono definitivo de aviones tripulados (excepto un hipotético Hürjet navalizado) desde los LHD, aunque no de drones. Lo que no sabe la armada, es como coordinar sus necesidades operativas, derivadas de los conceptos estratégicos ya formulados, con las posibilidades industriales y tecnológicas. Porque es cierto que con 1 o 2 LHD (L-61 + L-62; o bien 2 L-62 equipados con F-35B + drones) el aspecto operativo ciertamente cerraba y no solo se reemplazaba el material obsoleto (AV-8B), sino que incluso se incrementaba la fuerza operativa al doble de la actual y con capacidades incrementadas; pero, por el momento, esos planes son historia. Ahora España tiene otros proyectos en mente, pero puede no tener material con qué equipar sus futuros buques. Puesto que el mismo programa SCAF no tiene clara su continuidad, menos aún una versión navalizada CATOBAR. Es de suponer que Francia, si se escinde de sus socios actuales, de alguna manera creará su propia versión naval de SCAF. Pero en este caso, excepto España acompañe a Francia en el proyecto separada de Alemania, no tendría participación industrial alguna en un proyecto que, inicialmente, era a partes iguales. Italia, en cambio, es más pragmática. No solo va a contar con un portaaviones ligero (C-550 Cavour) y un LHD con capacidad aeronáutica (L-9890), ambos capaces de operar F-35B, sino que también tiene pensado adquirir un portaaviones CATOBAR, del que muchos expertos rumorean será nuclear. Es una incógnita qué aviones equiparán este buque, puesto que el grupo GCAP no ha decidido aún hablar tan siquiera de una versión naval del Tempest (o como decidan bautizarlo los italianos). Por el momento, los únicos candidatos a la vista son el F-35C, una versión de exportación del F/A-X (si lo autoriza el congreso); o bien una hipotética versión naval del SCAF (si sigue adelante) y/o del GCAP (si se desarrolla); más los drones de combate que puedan surgir. También se ha hablado de una posible colaboración Tri nacional (Francia, Italia y España) en la prosecución de tres portaaviones nucleares similares o derivados del PANG. En este caso, una versión naval de SCAF tendría asegurado el mercado más allá de la Marine Nationale, y en este caso sería factible desarrollar la versión naval (y en este caso tendría más sentido que España acompañe a Francia sin Alemania en SCAF), aunque sigue en ciernes la continuidad del consorcio actual. En fin, es una sopa de dimes y diretes, más digna de comentarios de bar que de información sería. Lo que sí está seguro, es que la marina italiana tiene trazada su línea hacia el futuro, y este LHD es parte de ese camino.
El SCAF, si se mantienen los criterios de diseño acordados, tendrá una sóla versión, que será intrínsecamente naval, igual que lo son los F18. Recordemos que los F18 los operan los EE. UU. de manera naval, pero que esos mismos aviones los operamos nosotros, Canadá, Austrialia ¡y Suiza! exclusivamente desde tierra. Por supuesto, los criterios de diseño pueden cambiar y es posible que finalmente haya una versión SCAF-M, al estilo del Rafale Marine, con pequeñas modificaciones con respecto al Rafale terrestre. En cualquier caso, a fecha de hoy, el criterio de diseño es ese: una única versión del SCAF que será intrínsecamente naval.
El tema de los drones de combate (es decir, drones superiores al T2, Sirtap, TB3 e incluso MQ9B STOL) es muy importante e impacta en el diseño de los nuevos LHD (L62 y L63), así como en la elección del avión tripulado:
El Kizilelma finalmente requerirá de cables de detención, aunque sí podrá despegar en corto. Pero ¿con qué carga podrá despegar en corto? El Anka3 mantiene, de momento, su intención de despegue y aterrizaje en corto… pero veremos si lo consigue.
Si para operar drones de combate los LHD requieren de cables de frenado (dimensionados hacia abajo para estos)…
Si para que los drones de combate despeguen con una carga sinificativa se necesitasen catapultas (dimensionadas hacia abajo para estos)…
Dado que los drones de combate no aterrizan en vertical y, sin embargo, tienen un peso importante que hace que un aterrizaje fallido se convierta en catástrofe… si por seguridad deberían usar una pista de aterrizaje bien separada de la isla…
Todo eso son elementos que no ofrecen sinergias con la operación STOVL del F35B.
Entonces, un LHD diseñado para el F35B tendría muchas limitaciones para operar drones de combate.
A cambio, un LHD diseñado para drones de combate no necesita el F35B… porque podría operar aviones STOL como el Hürjet (si acaba siendo STOL).
En este sentido, me resulta significativo el LHD chino, el Tipo 076, que dispone de catapultas y sistema de detención para drones. Es decir, es un portaaviones con dique inundable, si bien pensado para aeronaves ligeras (drones de combate de hata 10 t).
Cierto. Pero la Armada calla y además encarga el estudio del portaviones convencional. No se sabe con qué grupo aéreo ni con que catapultas de vapor porque para entonces ya no se fabricarán y del EMALS olvidémonos dado el precio. Yo siempre he pensado que los F-35B llegarán, pero de segunda mano. Tenía la esperanza de que la RAF o la fuerza aérea italiana cedieran a España sus encargos para cambiar ellos a F-35A. Como eso no ha sucedido no descarto que acaben vendiendo de segunda mano algunos de sus F-35B más antiguos.
Mala idea esos F35B de segunda mano, presumiblemente sin actualizarse al nuevo estándar.
Como se puede leer en otra noticia en este mismo medio, con 40 F35B entregados, al Reino Unido le ha costado Dios y ayuda reunir 25 aviones para embarcarlos en su portaaviones. Simplemente, el F35B tiene una disponibilidad bajísima.
Cuando reciban la actualización se supone que serán aviones ya maduros. Hasta entonces, seguirán plagados de problemas. O nuevos o nada.
En España nos quedaremos sin:
Harrier
F35
ala embarcada
Portaviones stobar
Tampoco sería grave. Para nuestra defensa no son elementos cruciales. El coste de un ala fija embarcada es enorme. Ese dinero está invertido de manera mucho más efectiva en otros sistemas.
Por ejemplo, deberíamos hablar más de los AEW que no tenemos, que del ala embarcada.
O de los drones de combate, embarcados y convencionales.
O de los submarinos. Hay 2 S80 adicionales en el plan Armada 2050, pero 6 en total se me quedan cortos también.
Tampoco tenemos aviones de guerra electrónica, ni de tipo espía ni de perturbación, ni perturbación de escolta ni de tipo «stand-off».
¿Sigo con la lista de todo lo que -en mi opinión- es prioritario, mucho más que una docena de aviones embarcados, que siempre van a ser inferiores a incluso media docena de cazas terrestres?