China despliega una cantidad inusual de buques en los ejercicios de invierno.
Según un informe de Reuters, China ha desplegado recientemente una cantidad inusualmente grande de buques de guerra y guardacostas en aguas del este de Asia. En su punto álgido, la flotilla superó los 100 buques, y alrededor de 90 siguen activos en la Primera y la Segunda Cadena de Islas.
Los informes de inteligencia revisados por Reuters y las declaraciones de funcionarios de seguridad regionales indican que los despliegues de China se extendieron desde el sur del Mar Amarillo, a través de los mares de China Oriental y Meridional, hasta el Pacífico Occidental. Los funcionarios señalaron que la magnitud de la actividad superó la importante movilización naval de diciembre del año pasado, lo que llevó a Taiwán a elevar su nivel de alerta.
Fuentes describieron esto como la «mayor demostración de fuerza marítima de Pekín hasta la fecha». Fue ampliamente interpretado como una respuesta a las recientes declaraciones pro-Taiwán de Japón y al aumento del presupuesto de defensa de Taipéi.
La Oficina de Seguridad Nacional de Taiwán confirmó que China se encontraba en la fase álgida de su ciclo anual de ejercicios. Esa mañana, cuatro formaciones de la Marina del Ejército Popular de Liberación (EPL) operaban simultáneamente en el Pacífico Occidental, bajo la estrecha supervisión de las fuerzas armadas taiwanesas.
Algunos analistas argumentan que estos movimientos representan un entrenamiento rutinario de largo alcance, cuyo principal objetivo es el apoyo logístico, más que las maniobras navales. Sin embargo, en un momento en que China enfrenta crecientes fricciones aéreas y marítimas con los estados del Mar de China Oriental y del Mar de China Meridional, cualquier grupo de superficie del EPL que atraviese la Primera Cadena de Islas inevitablemente provoca inquietud en Japón, Corea del Sur y Filipinas. Por lo tanto, la decisión de Pekín de realizar este “ejercicio sin nombre” en invierno refleja más que un entrenamiento operativo; conlleva una señal estratégica y diplomática deliberada.
Esta no es la primera vez que el EPL realiza una actividad de este tipo. A finales de 2024, China realizó de forma similar un ejercicio sin identificar que incluyó una movilización naval a gran escala. Los analistas inicialmente sospecharon que podría formar parte de la serie de ejercicios Joint Sword, pero evaluaciones posteriores muestran que probablemente se trataba de un simulacro rutinario de fin de año, enfocado en comprobar si el EPL puede mantener su capacidad logística durante grandes movilizaciones de flota, así como en evaluar su capacidad para sincronizar operaciones en múltiples mares.
Las futuras operaciones dentro de la Primera Cadena de Islas, ya sea en los mares de China Amarilla, Oriental o Meridional, el estrecho de Taiwán o incluso el mar de Japón, requerirán una coordinación fluida entre teatros de operaciones en cuanto a mando, control, logística y, posiblemente, cooperación entre la EPL y la Guardia Costera china.
Las fuerzas marítimas mal coordinadas corren el riesgo de incidentes similares a la colisión de agosto de 2025 entre buques del EPL y la Guardia Costera de China en el Mar de China Meridional, causada por una confusión sobre la autoridad de mando en el lugar. Por lo tanto, el significado estratégico de desplegar cien buques va más allá de una simple prueba logística. También implica entrenar a oficiales y comandantes de Estado Mayor para coordinar operaciones marítimas entre teatros de operaciones y agencias, una capacidad esencial para los futuros escenarios de guerra del EPL.
Algunos comentaristas han especulado que el ejercicio podría ser una fase posterior al Joint Sword. Sin embargo, a juzgar por su escala y naturaleza, se trata de un ejercicio mejorado de un solo servicio, más que de una operación conjunta. Más allá del tamaño del despliegue, el indicador clave es la ausencia de integración multiservicio. Los ejercicios Joint Sword y Strait Thunder anteriores consistieron en ejercicios de campaña completos en los que participaron el Ejército, la Marina, la Fuerza Aérea y la Fuerza de Cohetes del EPL, así como la Guardia Costera de China, simulando explícitamente las operaciones conjuntas necesarias para una contingencia en Taiwán y la disuasión ante una intervención externa.
En cambio, tanto los ejercicios de fin de año del año pasado como los de este año estuvieron dominados exclusivamente por el EPL. Esto indica que estas actividades marítimas no son ejercicios conjuntos codificados ni políticamente motivados contra Taiwán, como los hipotéticos “Joint Sword C” o “Strait Thunder B».
Desde una perspectiva transestrecho, los principales ejercicios del EPL —Joint Sword A/B en 2024 y Strait Thunder A en 2025— fueron impulsados directamente por las declaraciones políticas de Taipéi sobre cuestiones transestrecho. Por el contrario, cuando Taiwán evita tocar temas políticamente sensibles, Pekín puede lograr una disuasión más eficiente mediante la mejora de las Patrullas Conjuntas de Preparación para el Combate y las operaciones navales de largo alcance.
En medio de las crecientes tensiones con Japón y Filipinas, las ventajas numéricas y de tonelaje de la marina china le permiten utilizar las rupturas de la Primera Cadena de Islas como una forma de “presión puntuada”, indicando a los estados vecinos que Pekín puede proyectar poder más allá de sus mares cercanos.
Aunque las maniobras del EPL de este invierno se clasifican oficialmente como entrenamiento rutinario de un solo cuerpo, presentan claros elementos de diplomacia de cañoneras, especialmente considerando su cronología. Los ejercicios tuvieron lugar justo antes de la publicación de la Estrategia de Seguridad Nacional (ESN) actualizada por parte de Estados Unidos el 6 de diciembre (hora del este de EE. UU.), que enfatiza el fortalecimiento de la cooperación con los estados de la Primera Cadena de Islas y exige que estos socios asuman mayores responsabilidades.
Justo antes de que Washington anunciara esta visión estratégica, Pekín lanzó una importante movilización naval que incluyó avances en la Primera Cadena de Islas. El mensaje es inequívoco. Históricamente, la Marina china carecía de suficientes buques de gran tonelaje y evitaba los despliegues de largo alcance en invierno debido a las condiciones meteorológicas adversas y al riesgo de accidentes. Hoy, con la rápida expansión de la flota china, tanto en tamaño como en capacidad, el EPL confía cada vez más en demostrar su capacidad para operar en mares invernales rigurosos y proyectar su poder más allá de la Primera Cadena de Islas.
El ejercicio de este año indica dos cosas: la PLAN ya no es la pequeña fuerza costera del pasado y ahora es capaz de realizar operaciones sostenidas en múltiples mares, incluso en condiciones estacionales adversas. Pekín está preparado para utilizar estos ejercicios como mensaje estratégico, aprovechando su poderío naval para influir en la percepción regional y responder a los cambios de política de Estados Unidos.
Ying Yu Lin
