Corea del Norte presenta un lanzador de municiones tipo Harop en un desfile en Pyongyang.
En un desfile militar nocturno supervisado por Kim Jong-un, Corea del Norte presentó lo que los analistas describieron como un lanzador para drones suicidas basado en la clase Harop de Israel, sumándose a una serie de nuevos misiles y sistemas no tripulados. Las imágenes y los reportajes del evento destacaron la aparición de equipos de lanzamiento específicos para municiones de merodeo, un paso más allá de la presentación en agosto de 2024 de fuselajes inspirados en los Harop y Hero, que carecían de datos de rendimiento publicados.
La secuencia, prototipos de fuselajes en 2024 y hardware de lanzamiento en 2025, apunta a un esfuerzo por desplegar un paquete operativo de drones de ataque.
Las imágenes del desfile muestran un portador convencional 6×6 con cabina blindada que transporta dos filas superpuestas de tres contenedores cada una. Por lo tanto, seis celdas están listas para disparar. Cada contenedor se abre mediante bisagras antes del lanzamiento. La integración parece cuidadosa, con un bastidor inclinable que aumenta el ángulo de salida y mantiene la hélice alejada del borde del contenedor durante la eyección. Este enfoque en contenedor reduce la huella logística, protege la estructura de la aeronave de las inclemencias del tiempo y permite realizar salvas desde carreteras o emplazamientos improvisados.
El dron se asemeja mucho al Harop, con una planta delta compacta, planos delanteros pequeños y dos aletas verticales montadas en la punta. La propulsión se realiza mediante una hélice propulsora, liberando el morro para una torreta electroóptica. La torreta es fundamental para el concepto, ya que permite el control manual con observación en tiempo real, correcciones terminales y la opción de abortar si la situación cambia. No se dispone de cifras oficiales sobre la masa, la autonomía ni el alcance de la ojiva. Por analogía prudente con el Harop de referencia, se puede esperar una autonomía medida en horas y una ojiva de la clase de cargas ligeras para objetivos sensibles. Este es un punto de referencia técnico, no datos confirmados de Corea del Norte.
La disposición de seis celdas por vehículo permite lanzamientos casi simultáneos desde múltiples portadores para saturar las defensas locales y forzar la dispersión del fuego anti-UAS. La torreta frontal también ofrece un modo de guía alternativo a la clásica búsqueda de emisiones de radar, lo cual resulta útil en condiciones de interferencia GNSS, ya que el operador puede volar la fase terminal por vídeo con respaldo inercial. La arquitectura general se alinea con un concepto simple de enlace de datos a medio alcance, navegación programada y, posteriormente, toma de control visual para el final del combate.
Tácticamente, esta munición merodeadora cumple tres funciones. Al inicio de una campaña, contribuye a la supresión de las defensas aéreas al atacar radares de alerta temprana y control de fuego. En profundidad táctica, puede merodear sobre áreas de interés para atacar artillería, radares de contrabatería, puestos de mando, antenas de comunicaciones o convoyes expuestos. En el litoral, representa una amenaza de acoso para las embarcaciones de patrulla y de apoyo al atacar sensores y mástiles, lo que puede causar bajas en la misión a bajo costo. El formato en contenedor 6×6 facilita la dispersión de las unidades de fuego y dificulta la acción de contrabatería, ya que el sistema se puede instalar y desplazar rápidamente.
El contexto industrial coincide con la trayectoria observada desde 2024, con dos modelos norcoreanos inspirados en el Harop y el Hero 400, ahora exhibidos en múltiples portaaviones. El contenedor listo para disparar sugiere una lógica de industrialización por lotes con un fuselaje, propulsión, electrónica de misión y sensores de línea de montaje simple. Las unidades de maniobra podrían recibir estos sistemas a nivel de brigada o grupo de artillería con una doctrina vinculada a radares de contrabatería, drones tácticos de ISR y fuego de largo alcance.
Para Seúl, la llegada de este lanzador aumenta la presión sobre la defensa aérea estratificada y la vigilancia continua a baja altitud, lo que implica más sensores pasivos, efectos adicionales contra UAS y una mayor priorización de la interceptación. Más allá de la península, la señal es comercial, ya que la demanda mundial de municiones de merodeo sigue siendo alta. Bajo las sanciones, la exportación a socios que buscan volumen es una posibilidad plausible.
Rudis04