Dinamarca aprueba bases militares de EEUU en suelo danés mientras Trump mira a Groenlandia.
El Parlamento de Dinamarca aprobó ayer miércoles un proyecto de ley que permitirá que Estados Unidos tenga bases militares en suelo danés, una medida que llega mientras el presidente estadounidense, Donald Trump, busca tomar el control del territorio semiautónomo del reino, Groenlandia.
Los críticos dicen que la votación cedió la soberanía danesa a Estados Unidos. La legislación amplía un acuerdo militar anterior, realizado en 2023 con la administración Biden, donde las tropas estadounidenses tenían amplio acceso a las bases aéreas danesas en el país escandinavo.
El acuerdo, que ha sido duramente criticado por políticos y expertos en derechos humanos, significa que los soldados estadounidenses en Dinamarca seguirán bajo jurisdicción estadounidense. Concede a los soldados estadounidenses acceso a las bases aéreas danesas en tres ciudades danesas -Karup, Skrydstrup y Aalborg- y otorga a los soldados estadounidenses y a la policía militar poderes sobre los civiles daneses en estos lugares y fuera de ellos.
Si los soldados estadounidenses cometieran un delito en Dinamarca, serían castigados en primera instancia por el ordenamiento jurídico estadounidense, no por el danés. EE.UU. también podrá llevar a cabo actividades militares en y desde Dinamarca, incluidos el estacionamiento de personal, el almacenamiento de material y equipo militar y las actividades de mantenimiento, entrenamiento y ejercicios.
A pesar de las crecientes tensiones entre Estados Unidos y Dinamarca por el impulso sin precedentes de Donald Trump para adquirir Groenlandia -una parte estratégicamente vital del reino danés- y los informes de que las agencias de inteligencia estadounidenses recibieron la orden de aumentar el espionaje en el territorio, una amplia mayoría del Parlamento danés (Folketinget) votó a favor de adoptar el acuerdo.
Justo antes de la votación, el líder del partido Lista de Unidad, Pelle Dragsted, declaró que el acuerdo era «perjudicial para el país».
“Es un acuerdo que significa que tendremos zonas en Dinamarca que estarán bajo jurisdicción estadounidense. Donde las autoridades danesas no pueden ejercer control.
Desde el regreso de Trump a la presidencia, las relaciones entre Copenhague y Washington DC se han alterado drásticamente.
Algunos políticos creen que el nuevo acuerdo podría renunciar a la soberanía danesa e incluso suponer una violación de la Constitución danesa. El gobierno danés ha dicho que no es así.
Los nuevos parámetros siguen la codicia de Trump por la estratégica isla ártica rica en minerales, incluso cuando Estados Unidos y Dinamarca son aliados de la OTAN.
El ministro danés de Asuntos Exteriores, Lars Lokke Rasmussen, en una respuesta a preguntas de políticos, escribió que Dinamarca podría rescindir el acuerdo si EE.UU. intenta anexionarse toda o parte de Groenlandia.
La legislación aprobada pasará ahora al rey danés Federico X para su firma. Noventa y cuatro legisladores votaron a favor, mientras que once votaron en contra.
El primer ministro de Groenlandia dijo anteriormente que las declaraciones de Estados Unidos sobre la isla han sido irrespetuosas y que Groenlandia “nunca, jamás, será una propiedad que pueda ser comprada por cualquiera”.
Associated Press



Los daneses empiezan a rajarse, ya ceden a las pretensiones yankees.
No se puede ser más vasallo.