Japón quiere independizarse estratégicamente de EE. UU.
Japón planea gastar mucho en armas de largo alcance y capacidades asimétricas, lo que indica un posible cambio en las antiguas nociones de disuasión y doctrina militar.
El Ministerio de Defensa japonés ha dado a conocer una larga lista de equipos y armas que serán objeto de investigación, desarrollo y adquisición masiva, el último indicio de la rápida remilitarización de Tokio para contrarrestar las crecientes amenazas de China, Corea del Norte y Rusia.
Según el plan, Japón tiene previsto investigar y desarrollar armas hipersónicas, bombas de planeo de alta velocidad mejoradas, misiles tierra-aire Tipo 03 mejorados, municiones de observación de objetivos, vehículos submarinos no tripulados (UUV) y minas marinas.
Japón también tiene previsto adquirir vehículos aéreos no tripulados (UAV), misiles antibuque Tipo 12 mejorados, bombas de planeo de alta velocidad, helicópteros antisubmarinos SH-60K, misiles antibuque para aviones de patrulla marítima, torpedos mejorados con unidades de potencia silenciosa y misiles de crucero Tomahawk.
Estas adquisiciones podrían interpretarse como un paso hacia la consecución de una mayor independencia estratégica respecto a EEUU, al tiempo que refuerza sus capacidades de guerra asimétrica frente a China.
En particular, el plan de Japón de adquirir armas hipersónicas, bombas de planeo de alta velocidad y misiles antibuque para aviones de patrulla marítima apunta hacia el desarrollo de capacidades de disuasión autóctonas independientes de las garantías de seguridad estadounidenses.
Aunque Japón ha estado bajo el paraguas nuclear estadounidense desde 1951, existen dudas sobre la voluntad de Washington de utilizar armas nucleares en defensa de Japón.
Takahashi Kosuke, escritor de Janes Defense, cita al almirante retirado Kawano Katsutoshi, quien afirma que las elecciones presidenciales estadounidenses que se celebran cada cuatro años y la siempre impredecible opinión pública estadounidense plantean dudas fundamentales sobre la constancia y fiabilidad de la disuasión ampliada estadounidense para sus aliados.
De hecho, es posible que la lógica estratégica de larga data de la disuasión ampliada estadounidense ya se haya roto.
Como se ha informado anteriormente, China y Corea del Norte pueden tener ya capacidad para atacar el territorio continental de EE.UU. desde bastiones en el Mar de China Meridional o dentro de sus territorios utilizando lanzamientos de trayectoria muy elevada, lo que hace poco probable que EE.UU. tome represalias utilizando armas nucleares en defensa de Japón cuando sus territorios se vean amenazados por un ataque nuclear.
Aunque Kosuke señala que el difunto primer ministro Shinzo Abe mencionó el uso compartido de armas nucleares al estilo de la OTAN como una opción para Japón, lo más probable es que en un acuerdo de este tipo siguieran estando bajo control estadounidense.
Por ello, Japón está desarrollando rápidamente capacidades de disuasión autóctonas. Asia Times ha informado sobre los planes de Japón para adquirir misiles de crucero de largo alcance con fines de contraataque y sus tardíos proyectos de armas hipersónicas.
Aparte de construir una disuasión autóctona, esas armas standoff pueden permitir a Japón atacar fuera de las defensas A2/AD de China y Corea del Norte, eliminando objetivos clave al tiempo que se mantiene fuera del alcance de las armas enemigas.
Sin embargo, para disparar lejos Japón necesita ver lejos. En la actualidad, Tokio dispone de capacidades limitadas de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR) para su arsenal de misiles previsto, aunque sus planes de adquirir municiones de observación de objetivos y vehículos aéreos no tripulados (UAV) pueden tratar de solventar esta carencia de capacidades.
Según un artículo publicado en noviembre de 2022 en el Yomiuri Shimbun, Japón tiene previsto lanzar una constelación de 50 pequeños satélites con fines ISR, el primero de ellos en 2024.
Además de construir sus propias capacidades ISR basadas en el espacio, Japón también podría utilizar las ISR basadas en el espacio de Estados Unidos. Sin embargo, depender de EE.UU. para los datos de puntería puede frustrar el propósito de construir capacidades disuasorias independientes.
La adquisición de minas marinas, torpedos y helicópteros antisubmarinos apunta a la construcción de una ventaja asimétrica para contrarrestar a la cada vez más poderosa armada china, actualmente la mayor del mundo en número de cascos.
Japón depende de las rutas marítimas de comunicación (SLOC) para el suministro de sus recursos estratégicos, concretamente el petróleo. Sin embargo, al ser una nación insular, Japón es vulnerable a un bloqueo naval chino que podría tratar de bloquear el combustible que los aviones de guerra y los buques de guerra japoneses necesitan para mantener operaciones prolongadas.
Como Japón carece de buques de guerra de propulsión nuclear, es posible que tenga que interrumpir sus operaciones para repostar, lo que limitaría sus capacidades para proporcionar una presencia persistente en puntos críticos de SLOC, como las islas Nansei, cerca de China.
La adquisición de minas marinas por parte de Japón puede ser, por tanto, un esfuerzo por colmar esta laguna de capacidades. Como señala Asia Times, las minas marinas inteligentes que pueden encenderse y apagarse para permitir el paso de buques amigos y activarse mediante señales acústicas, de presión o magnéticas específicas de los buques de guerra enemigos son un medio eficaz de imponer un control selectivo en las SLOC críticas.
Las adquisiciones de UUV previstas por Japón, por su parte, pueden indicar un movimiento para construir capacidades ofensivas de minado contra bases de la Flota del Mar del Norte del Ejército Popular de Liberación – Armada (PLA-N) como Qingdao, Lushun y Xiaoping.
La adquisición de torpedos por parte de Japón puede estar destinada a armar a sus nuevos submarinos de la clase Taigei contra el creciente número de combatientes importantes de China, incluidos sus tres portaaviones, cruceros Tipo 055, buques de asalto anfibio Tipo 075 y submarinos Tipo 39 C/D de la clase Yuan.
Aparte de su menor emisión de ruido, es posible que los nuevos torpedos japoneses ofrezcan un mayor rendimiento en aguas someras y profundas, lo que indicaría la posibilidad de realizar operaciones en zonas de gran densidad de población o en zonas costeras próximas a bases navales enemigas.
La adquisición por parte de Japón de nuevos helicópteros antisubmarinos puede estar en consonancia con su estrategia de utilizar las islas del suroeste como zonas de operaciones antisubmarinas dispersas, en las que sus buques de guerra con capacidad para helicópteros sirvan como «plataformas móviles» para repostar y rearmarse en operaciones sostenidas.
El despliegue de estos helicópteros en las islas del sudoeste de Japón aumentará su capacidad de supervivencia en comparación con su despliegue en buques que pueden ser hundidos en combate. Su despliegue disperso en islas también aumenta su posible área de cobertura, socavando los esfuerzos de los submarinos chinos por bloquear Japón o irrumpir en el Pacífico Occidental en un posible conflicto más amplio con EEUU.
Gabriel Honrada
Sorprende el calado del plan japonés de pasar de tener una doctrina exclusivamente defensiva a formar una convincente fuerza disuasoria sin uso del recurso nuclear. Les llevará bastantes años pero parece que lo están planificando bien.
Es vital para la supervivencia de Japón que desarrollen sus propias capacidades militares a la vez que intentan mantener la conexión con EEUU. Ambos países se beneficiarían de contar con un aliado potente y bien armado que suponga un freno para el desarrollo militar y expansivo chino.
Japón tiene clara la hoja de ruta a seguir: ISR, armas de largo alcance, armas antibuque y lucha submarina, y ya han demostrado en el pasado ser una nación militarmente potente y tecnológicamente avanzada. Un 10 por ellos.
Ese plan no gustará a los yankees, quieren aliados » mansos» ; que obedezcan, dóciles, que compren su armamento, etc ..Bien por los nipones, su tecnología les permite ser independientes, desarrollar armamento moderno, ser autónomos, y no dar explicaciones a nadie.
Para la venta de armas, relativamente. Los japoneses aún usan y usarán mucha tecnología de EEUU. Por otro lado, Japón siempre ha sido muy independiente en el tema, solo ligeramente por detrás de Francia.
A nivel estratégico a EEUU sí que le conviene un Japon mas proactivo, porque tener que llevar a tus aliados de la manita a todas partes cuesta dinero, y la experiencia enseña que lo que invierten los aliados dependientes nunca compensa lo que luego tiene que gastar EEUU de su bolsillo para que le sean útiles, cubriendo los huecos que los otros dejan porque total luego vendrá papá USA a encargarse de todo.
Nadie puede depender de otro para su denfensa. Eso es una ilusion que siempre acaba en catasfrofe. El ejemplo mas claro es Ucrania. Quieren garantizaba su defensa en caso de ataque? justamente quien la ha invadido.
Visto el peligroso vecindario de Japón (aun así una
bicoca comparado con Corea del Sur) mucho han
tardado en independizarse del Imperio. Ver lejos
con tus propios ojos te permitirá disparar aún más lejos con tus propias armas.
Japón tiene reclamos pendientes con China, Corea del Sur y Rusia y debe estar preparada para todo. Aquellos que quieran ver similitud con el Japón de 1.937 es que simplemente no quieren entender la
necesidad de las naciones que buscan su seguridad
propia. Creo que ya tardan en crear una OTAN a la
asiática, pues ninguno de sus miembros ataca a día
de hoy a otras naciones, ni amenaza con borrarlas
de la faz de la Tierra.
Hacen bien, de los useños nunca te puedes fiar. Japón está en medio de la partida entre los dos grandes imperios, por eso debe tomarse su seguridad muy a pecho, y no le queda mucho tiempo.