Un informe de EE.UU. detalla la campaña de desinformación china contra el caza Rafale.
El intento de China de aprovechar el enfrentamiento entre India y Pakistán en mayo de 2025 para socavar el caza Rafale ha quedado documentado formalmente en un informe del Congreso estadounidense, lo que confirma las acusaciones planteadas por primera vez por la inteligencia francesa a principios de este año.
El Informe Anual 2025 de la Comisión de Revisión Económica y de Seguridad entre Estados Unidos y China (USCC) describe un esfuerzo coordinado de Pekín para utilizar el conflicto de cuatro días como una demostración con fuego real de los sistemas chinos y una campaña de información dirigida al caza insignia de Dassault.
La evaluación coincide con los informes de fuentes de inteligencia y funcionarios de defensa, que detallaron cómo funcionarios diplomáticos chinos y redes en línea amplificaron las afirmaciones de que Pakistán había derribado varios aviones Rafale indios utilizando armas de fabricación china.
Según la comisión, el enfrentamiento entre la India y Pakistán del 7 al 10 de mayo de 2025, desencadenado por el ataque terrorista de Pahalgam un mes antes, brindó a China la primera oportunidad real de poner en combate varios sistemas clave, entre ellos el sistema de defensa aérea HQ-9, el misil de largo alcance PL-15 y los cazas J-10.
Pakistán, que importa más del 80 % de su armamento de defensa de China, dependió en gran medida de estos sistemas en su respuesta a los ataques aéreos de la Operación Sindoor llevados a cabo por la India.
Islamabad afirmó inicialmente que cinco aviones indios fueron derribados, incluyendo tres cazas Rafale. Si bien las autoridades indias no han confirmado la pérdida de ningún Rafale, evaluaciones de fuentes abiertas apuntan al menos a uno. El informe estadounidense señala que probablemente solo tres aviones indios fueron derribados en total, y que “no todos podrían haber sido Rafales”. El jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea y Espacial francesa, el general Jérôme Bellanger, informó haber recibido evidencia que indica que la India perdió tres aviones durante la operación: un Rafale, un Sukhoi y un Mirage 2000.
Pero esto no impidió que Pekín presentara el episodio como una demostración de la superioridad tecnológica china.
El USCC cita a la inteligencia francesa al detallar cómo las embajadas chinas y las redes sociales estatales utilizaron el incidente para desacreditar al Rafale. Según el informe, funcionarios chinos difundieron imágenes generadas por IA y de videojuegos de supuestos restos del Rafale, presentándolas como evidencia de combate para demostrar que los cazas occidentales de cuarta generación eran inferiores a los sistemas chinos, más económicos. Posteriormente, utilizaron estas narrativas directamente en la diplomacia de venta de armas, especialmente en el sudeste asiático.
Una de las afirmaciones más llamativas del informe es que funcionarios de la embajada china persuadieron a Indonesia para que suspendiera la compra de aviones Rafale que ya estaba en marcha. Yakarta, que tiene un contrato vinculante por 42 Rafales y ha activado todos los tramos, no ha dado señales de retractarse. Sin embargo, ha diversificado su flota de combate, incluyendo la adquisición de cazas chinos J-10C, decisiones que evidencian la creciente influencia de Pekín en las adquisiciones regionales.
El planteamiento de la USCC sugiere que el objetivo de China no era necesariamente desplazar los contratos del Rafale que ya estaban en marcha, sino sembrar dudas entre los compradores indecisos y empañar la reputación del avión en un momento delicado de múltiples campañas de exportación.
Si bien informó sobre la respuesta positiva recibida desde la India tras la operación, el director ejecutivo de Dassault Aviation, Éric Trappier, declaró ante el Senado francés que este tipo de campañas de desinformación pueden interferir con los esfuerzos de marketing.
“Los operadores actuales o futuros saben que estas afirmaciones son falsas”, comentó Trappier. “Sin embargo, pueden molestarnos en las campañas de prospección”.
El informe también se publica en el contexto de un incidente ocurrido en julio de 2025 en Grecia, donde las autoridades detuvieron a cuatro ciudadanos chinos cerca de la base aérea de Tanagra, sede de los cazas Rafale de la Fuerza Aérea Helénica, bajo sospecha de fotografiar zonas restringidas. Este episodio pone de manifiesto la estrecha vigilancia que Pekín parece estar ejerciendo sobre los operadores de los Rafale.
Con importantes competiciones de aviones de combate en marcha en la India y Oriente Medio, es improbable que la guerra de información en torno al Rafale termine.
Clement Charpentreau



Los chinos estaban interesados en que se hablara del logro de sus armas y no de los fracasos. El balance final fue que la fuerza aerea india logró atacar bases aéreas pakistanies tras suprimir las defensas aereas. Eso supuso derrotar las baterías SAM de fabricación china. Incluso se envió una señal a Pakistán atacando la base donde se almacenan armas atómicas. Tampoco nadie en China o Pakistán dijo nada de las fotos que parecen indicar que un JF-17 fue derribado. Ni tampoco se dijo nada del ataque a la base pakistaní de los aviones SAAB AWACS, donde aparentemente se destruyó o dañó uno.