Un informe del Pentágono declara al nuevo vehículo JLTV como “no apto para el Ejército”

Una multitud de problemas han provocado que el Vehículo Ligero Táctico Conjunto (JLTV) fuera declarado «no apto para el funcionamiento».

El nuevo Vehículo Ligero Táctico Conjunto (JLTV) «no es operativamente adecuado» debido a las deficiencias en «fiabilidad, facilidad de mantenimiento, formación, manuales, conocimiento de la situación de la tripulación y seguridad», señala el nuevo informe. El vehículo está tan lleno de errores que requiere la presencia continua de técnicos en el campo solucionando los problemas y es tan ruidoso que es fácilmente detectable en el campo de batalla.

En la década de 1980, el Ejército de Estados Unidos introdujo el Vehículo de Alta Movilidad de uso múltiple: el Humvee. Diseñado para reemplazar los vehículos tipo Jeep de la Segunda Guerra Mundial y de la época de Corea, el Humvee tiene un motor V8 diesel, una transmisión automática, y era considerablemente más grande que los vehículos que reemplazaba. Aunque el Humvee prosperó durante muchos años en tiempos de paz, sufrió mucho durante las guerras de Irak y Afganistán, cuando el enorme vehículo estaba recibiendo emboscadas y ataques IED (artefactos improvisados explosivos). Estos ataques pusieron de manifiesto la falta de protección blindada del vehículo, especialmente contra los explosivos enterrados.

El sustituto del Humvee, el JLTV, es un vehículo robusto que es incluso más grande que el Humvee. El JLTV está diseñado para mantener a las tripulaciones a salvo de los ataques directos de IED, a la vez que proporciona energía para los sistemas de a bordo, como los perturbadores y los sistemas de seguimiento. El JLTV se presenta en cuatro versiones, incluyendo vehículos desarmados de Propósito General y de Transporte de utilidad/refugio, vehículos de Transporte de Armas Pesadas armados con ametralladoras calibre Mk.19 o 50 y un Portador de Armas de Combate Cercano equipado con misiles antitanque TOW.

Pero no todo está bien en el desarrollo del vehículo. En un informe anual sobre los principales sistemas de armas, la oficina de Pruebas y Evaluación Operativas (OT&E) del Pentágono critica seriamente al JLTV, que actualmente se está evaluando con las unidades del Ejército y el Cuerpo de Marines. El informe de OT&E, publicado por primera vez por Stars and Stripes, dice que las cuatro versiones del vehículo no son operacionalmente adecuadas, con una combinación de defectos, problemas de diseño e inadecuado apoyo de formación de los constructores.

Como cualquier producto nuevo, el JLTV tiene su parte de defectos. Los cuatro tipos de vehículos se encuentran con problemas mecánicos durante las pruebas de campo, que incluyen «problemas con el cableado del motor, llantas desinfladas y dañadas, y fallos en el sistema de frenos. Y un último problema mecánico: las puertas de algunos vehículos no cerraban bien.

La lista de defectos de diseño continúa. Los vehículos tienen fallos por tener una «gran firma visual y auditiva, lo que aumenta la detectabilidad». El DOT & E también se queja de que las tropas que viajan en el interior tienen poca visibilidad y que el lanzamisiles antitanque TOW, capaz de destruir tanques a distancias de hasta 2,48 millas (4 km.), es lento y difícil de recargar. Además, los vehículos son tan grandes que pocos de ellos pueden caber en los buques de la Fuerza de Preposición Marítima del Ejército – los barcos de carga que transportan arsenales flotantes de equipos del Ejército y de la Infantería de Marina – listos para unirse a las tropas de tierra y entrar rápidamente en combate.

Otros problemas, incluidos los programas de formación para mecánicos que no han sido «efectivos» y necesitaron entrenamiento adicional para poner al día a los mecánicos sobre los problemas del vehículo. Los manuales de capacitación para los encargados del mantenimiento eran «no detallados, incorrectos y carecían de pasos para solucionar los problemas»

A pesar de esa larga lista de problemas, el informe concluye que los JLTV son «operativamente efectivos». Es decir, pueden cumplir sus misiones tal como están diseñados, cuando funcionan.

Y la mayoría de los defectos del JLTV, como el problema de los frenos, no parecen ser particularmente difíciles de solucionar. Aunque la necesidad de que los mecánicos del fabricante reparen los vehículos en el campo suena siniestro, también parece que una vez que se resuelven los problemas del vehículo, los mecánicos ya no serán necesarios. En algunos casos, es posible que los equipos militares tan sofisticados necesiten el apoyo de un experto sobre el terreno durante toda la vida útil del sistema.

Muchos de estos problemas son, en realidad, defectos de diseño, y los usuarios tienen que aprender a vivir con ellos hasta la llegada de un nuevo modelo. El problema de la poca visibilidad y el aumento de la «detectabilidad auditiva y visual» es probablemente el resultado de añadir armadura adicional para hacer frente a un campo de batalla más letal. Un vehículo más pequeño y menos blindado podría tener un mejor conocimiento de la situación y atraer menos atención en una zona de guerra. Pero esto no sería bueno para proteger a sus tripulaciones.

El Pentágono espera comprar alrededor de 60.000 JLTVs de todos los modelos, 49.099 JLTVs para el Ejército, 9.091 para el Cuerpo de Marines, y 3.270 para la Fuerza Aérea. El Ejército británico está buscando comprar 2.747 vehículos y es casi seguro que habrá ventas adicionales en el extranjero una vez que el vehículo entre en plena producción.

El JLTV es un vehículo nuevo y llevará tiempo resolver los problemas. El vehículo que reemplaza, el Humvee, experimentó su parte de problemas desde el principio pero evolucionó hasta convertirse en un buen vehículo táctico. Los servicios no pueden ignorar ningún problema en lo que será un vehículo común, después de todo, los generales también viajan en ellos.

Kyle Mizokami