Alemania pide a Suiza que venda sus tanques Leopard 2 a Rheinmetall.

Dado que la neutralidad es uno de los sellos de su identidad nacional, Suiza se abstiene de suministrar material militar y municiones a los países implicados en un conflicto. Basándose en este principio – y en su Ley Federal sobre Material de Guerra – vetó el suministro de proyectiles de 35 mm para los cañones Oerlikon KDA L/90 de los blindados antiaéreos Gepard entregados por Alemania al ejército ucraniano.

Sin embargo, Berna se ha desviado ligeramente de esta neutralidad al aceptar todas las sanciones impuestas por la Unión Europea contra Rusia… Pero para algunos, esto sigue siendo demasiado poco… hasta el punto de sugerir que imite a Suecia y Finlandia, que han abandonado su neutralidad no sólo para proporcionar ayuda militar a Ucrania, sino también para unirse a la OTAN.

En cualquier caso, la cuestión divide a la opinión pública suiza, según una encuesta publicada por Tamedia. Así, el 50% de los encuestados está a favor de reexportar armas y municiones a Ucrania con carácter excepcional [el 46% se opone y el 4% no tiene opinión al respecto]. Cabe señalar que los encuestados más jóvenes son también los más reticentes… Sin embargo, para la mayoría, la neutralidad sigue siendo innegociable.

Dicho esto, en los últimos meses Suiza también se ha negado a vender a Polonia los carros de combate Leopard 2A4 que tiene en reserva.

«Dado que la cesión de tanques en desuso a otro Estado presupone un desmantelamiento de estos sistemas, que está sujeto a la aprobación parlamentaria en el contexto de los mensajes sobre el ejército, el DDPS [Departamento de Defensa, Protección Civil y Deporte] considera que, En junio de 2022, en un momento en que el ejército polaco trataba de sustituir rápidamente los T-72 que acababa de entregar a su homólogo ucraniano, Berna argumentó que «en las circunstancias actuales, la transferencia de tanques en desuso a Polonia no puede realizarse en un plazo útil».

En el pasado, el ejército suizo llegó a tener hasta 380 Leopard 2A4. Ahora sólo tiene 230, de los cuales 96 se han puesto en reserva. Algunos se han transformado en vehículos de ingeniería o tanques de recuperación. Y en 2010, 42 de ellos fueron comprados -sin su armamento- por el grupo alemán Rheinmetall, que quería recuperar los «chasis para la construcción de vehículos de apoyo», según las explicaciones dadas entonces.

Aunque las autoridades suizas se habían negado a vender los Leopard 2A4 a Polonia, consideraron que Alemania podía «entregar» los 42 ejemplares de los que se había hecho cargo Rheinmetall doce años antes.

En aquel momento, sin embargo, el canciller alemán Olaf Scholz se opuso rotundamente a la idea de suministrar tanques a Ucrania. Desde entonces, tras semanas de presiones, ha cambiado finalmente de opinión. Alemania se ha puesto a la cabeza de la «coalición Leopard», que reúne a los países [Polonia, España, Portugal, Suecia, etc.] que han acordado suministrar Leopard 2 a Ucrania, aunque ello suponga reducir sus capacidades militares.

De ahí el interés de Berlín por los tanques suizos, según informan el diario suizo Blick y la agencia Reuters.

Alemania desea que Suiza venda sus excedentes de Leopard 2A4 a Rheinmetall para «reponer las existencias de armas en los países miembros de la Unión Europea y de la OTAN». El 23 de febrero se envió una carta en este sentido a Viola Amherd, ministra suiza de Defensa. Cabe señalar que los tanques de los que podría hacerse cargo el grupo alemán no estarían destinados a Ucrania.

Por el momento, Berna no ha dado una respuesta que satisfaga la petición alemana… Porque, como en el caso de Polonia, supone primero que los tanques en cuestión sean declarados oficialmente fuera de servicio por el Parlamento suizo. «Actualmente se están llevando a cabo discusiones sobre el tema en el Parlamento», declaró un portavoz del Departamento Federal de Defensa, Protección Civil y Deporte.

El resultado de estos debates es incierto. En enero se lanzó una iniciativa parlamentaria para «devolver» a Alemania una treintena de Leopard 2… Pero fue bloqueada por las comisiones de política de seguridad de las cámaras del Parlamento suizo [Consejo Nacional y Consejo de los Estados].

«La mayoría de los parlamentarios consideraba que los tanques eran una reserva estratégica del ejército y debían conservarse. La Sociedad de Oficiales de Tropas Blindadas también rechazó claramente la idea», recuerda Blick.

Laurent Lagneau