Brasil estudia la compra de aviones Saab Gripen para sustituir a los antiguos cazas F-5.
Brasil está en conversaciones con Suecia para comprar hasta 12 cazas Saab Gripen C/D de segunda mano como medida provisional mientras retira sus antiguos aviones F-5 y AMX, según ha informado el diario Folha de S.Paulo.
La compra serviría como medida provisional mientras la Fuerza Aérea Brasileña retira sus antiguos aviones Northrop F-5 y AMX, lo que refleja la dependencia que tenía en el pasado de los Mirage de segunda mano. Esta medida provisional pone de relieve los retrasos financieros en la entrega de la flota brasileña de Gripen E/F, planificada desde hace tiempo, en el marco del programa F-X2, un problema crítico para el país en su objetivo de mantener la preparación para la defensa aérea.
Las conversaciones se confirmaron tras la visita del comandante de la Fuerza Aérea Brasileña a Estocolmo el 16 de septiembre, donde se reunió con el ministro de Defensa sueco, Pål Jonson, y firmaron una declaración conjunta sobre cooperación bilateral en materia de defensa. La declaración destacó la compra por parte de Suecia de cuatro aviones de transporte Embraer KC-390, pero no abordó las negociaciones sobre los cazas usados.
Según el periódico, ni Saab ni los gobiernos brasileño y sueco han ofrecido comentarios públicos detallados más allá de reconocer el marco de cooperación.
La búsqueda de cazas provisionales por parte de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) se debe a los repetidos retrasos en su programa Gripen E/F, principalmente relacionados con los ciclos presupuestarios y las decisiones políticas de Brasil (hasta la fecha, ya se han firmado doce adendas contractuales), más que con problemas técnicos con la aeronave. Según el contrato original de 2014, se esperaba que el último de los 36 aviones pedidos estuviera listo para 2024, pero las limitaciones financieras y las sucesivas modificaciones de la financiación han pospuesto esta fecha hasta 2032, un retraso de ocho años con respecto a las proyecciones iniciales.
Hasta el momento, hay diez aviones en Brasil, y se espera que la primera unidad ensamblada local vuele este año desde las instalaciones de Embraer. El cronograma revisado prevé ahora que las entregas se extiendan hasta la próxima década, lo que generará un déficit sostenido de capacidad a medida que se retiren los modelos de combate más antiguos.
Por ejemplo, el AMX A-1, un avión de ataque terrestre ítalo-brasileño, está próximo a ser retirado, con alrededor de 30 ejemplares restantes, aunque no todos están operativos. Estos tienen su base en Santa Maria en Rio Grande do Sul. Por otro lado, la flota mejorada de F-5M se modernizó entre 2005 y 2020 con nueva aviónica, radares multimodo italianos Grifo F, pantallas mejoradas, contramedidas electrónicas y compatibilidad con armas modernas. Sigue en servicio, pero también está previsto un retiro gradual.
Sin una adquisición puente, la FAB corre el riesgo de perder tanto las capacidades de defensa aérea como las de ataque de precisión antes de que la flota Gripen E/F alcance la madurez. Por lo tanto, la Fuerza Aérea Brasileña ha advertido a los legisladores que una brecha de capacidad, descrita como un «apagão» o apagón, en parte del sistema de defensa de Brasil, es un riesgo real si no se adopta una solución provisional.
El objetivo estratégico de Brasil ha sido ampliar su flota más allá de los 36 Gripen originales hasta alcanzar los 50, pero alcanzar esta cifra requeriría un incremento contractual de aproximadamente el 25%, equivalente a unos 5.000 millones de reales. Las autoridades militares consideran que este nivel es financieramente inviable en la situación actual. Por lo tanto, se ha propuesto un acuerdo mixto que combinaría aproximadamente seis nuevos cazas Gripen E/F con doce Gripen C/D usados.
Este acuerdo reflejaría prácticas anteriores, ya que Brasil adquirió una docena de Mirage 2000 de segunda mano de Francia entre 2006 y 2013 para cubrir un déficit previo en su inventario de cazas. Sin embargo, Suecia ya ha decidido no donar C/D antiguos a Ucrania debido a sus propias necesidades de preparación, especialmente tras su incorporación a la OTAN y en medio de la intensificación de las tensiones con Rusia tras la guerra en Ucrania. Transferir doce aviones a Brasil representaría una pérdida significativa de capacidad para Estocolmo, y la decisión debe equilibrar los compromisos de exportación de Suecia con sus obligaciones de seguridad nacional. Esto podría explicar la cautela en torno a cualquier confirmación oficial de un acuerdo.
Además de la opción Gripen C/D, informes previos indican que Brasil ha estado explorando otras opciones de cazas para complementar su fuerza aérea, más allá de su flota actual de Gripen. Entre las propuestas recientes se incluyen el HAL Tejas Mk1A de India, los Lockheed Martin F-16 Fighting Falcon de segunda mano de Estados Unidos e incluso el Leonardo M-346 italiano en configuración de caza de ataque (FA). China también ha propuesto suministrar cazas Chengdu J-10CE a cambio de acceso chino al Centro de Lanzamiento de Alcântara en Maranhão, un sitio estratégico para el lanzamiento de satélites.
Optar por una de estas opciones podría traer ventajas financieras y de disponibilidad para Brasil, pero también introduciría una segunda familia de cazas en servicio en Brasil, con todas las complicaciones logísticas y de entrenamiento que esto conlleva. Cualquiera que sea la opción provisional, operar flotas mixtas durante la transición del Gripen E/F complicará la estandarización de la flota y aumentará la demanda de personal e infraestructura.
El programa brasileño Gripen E/F se mantiene anclado en el contrato de 2014, valorado en 38.900 millones de coronas suecas (unos 4.250 millones de dólares en aquel momento). Dicho acuerdo comprendía 28 Gripen E monoplaza (denominados F-39E en servicio en Brasil) y ocho Gripen F biplaza (F-39F), así como dos simuladores de vuelo. Embraer es el socio brasileño principal, responsable del ensamblaje final y de importantes trabajos industriales. La estrategia de adquisiciones de Brasil también se rige por la normativa interna que exige que la flota de combate esté compuesta por un mínimo de dos y un máximo de tres tipos de cazas, lo que garantiza cierta diversidad sin sobrecargar la logística. Las entregas continúan, aunque a un ritmo menor del previsto inicialmente, debido a la realidad presupuestaria.
Jérôme Brahy
Mucho avión para sustituir a un F-5….. pero es un buen aparato.
También Brasil se nutre de aviones y buques de segunda mano…
También Brasil se nutre de aviones y buques de segunda mano…