Corea del Sur planea desplegar el misil balístico penetrante Hyunmoo 5 a finales de 2025.
Las Fuerzas Armadas de la República de Corea se preparan para desplegar el misil balístico Hyunmoo-5 a finales de año, según ha informado la agencia de noticias surcoreana Yonhap. Con un tamaño similar al de un misil balístico intercontinental, pero adaptado para misiones convencionales, el Hyunmoo-5 es descrito por funcionarios de defensa como un «misil balístico penetrante de corto alcance».
Los analistas militares afirman que el arma representa un cambio decisivo en la postura militar de Corea del Sur, ofreciendo una opción para ataques rápidos y de alto impacto contra objetivos fortificados en la región.
Presentado por primera vez durante el desfile del Día de las Fuerzas Armadas de Corea del Sur de 2024 en Seúl, el Hyunmoo-5 apareció junto a dos transportadores-erectores-lanzadores (TEL) de nueve ejes, lo que confirma su escala operativa y movilidad. Si bien las especificaciones oficiales siguen siendo clasificadas, evaluaciones de fuentes abiertas y analistas de defensa locales estiman el peso de lanzamiento del misil en aproximadamente 36 toneladas, con una carga útil de ojiva de entre 8 y 9 toneladas, una de las ojivas convencionales más pesadas jamás instaladas en un misil balístico.
Diseñado para la penetración profunda de objetivos, el Hyunmoo-5, según se informa, tiene la capacidad de destruir instalaciones subterráneas fortificadas a más de 100 metros de profundidad.
Aunque se ha especulado que su alcance exacto alcanza los 3.000 kilómetros, el Ministerio de Defensa Nacional de Corea del Sur destaca el papel del Hyunmoo-5 como arma de corto alcance. Esta limitación de alcance, sumada a su gran tamaño, lo sitúa en una categoría única que se aleja de la doctrina tradicional de misiles balísticos intercontinentales (ICBM) o de misiles de mediano alcance. En cambio, el Hyunmoo-5 está optimizado para ataques de alta velocidad y penetración profunda dentro de la península de Corea y las zonas de amenaza circundantes.
Las características de diseño del misil subrayan su papel en la estrategia de disuasión de tres ejes de Corea del Sur: ataque preventivo (Kill Chain), defensa activa contra misiles (KAMD) y castigo por represalia (KMPR).
Con una velocidad terminal hipersónica estimada en Mach 10, el Hyunmoo-5 está diseñado para neutralizar centros de mando subterráneos, silos de misiles e infraestructura de armas de destrucción masiva en Corea del Norte, incluso en condiciones de máxima alerta.
El desarrollo del Hyunmoo-5 ha estado estrechamente vinculado a la creciente tensión en la península y a la cambiante arquitectura de seguridad regional. La decisión de Seúl de desplegar un sistema de este tipo transmite un mensaje claro: la potencia de fuego convencional por sí sola puede cumplir una función de disuasión estratégica, siempre que sea lo suficientemente precisa, rápida y destructiva como para eliminar objetivos estratégicos. Los funcionarios de defensa en Seúl parecen cada vez más interesados en reducir la dependencia de la disuasión nuclear extendida estadounidense mediante el desarrollo de capacidades autóctonas creíbles con efecto estratégico.
Desde el punto de vista de la ingeniería militar, el Hyunmoo-5 representa un gran avance. Se cree que el sistema de propulsión del misil es de combustible sólido y de dos etapas, lo que le proporciona una rápida disponibilidad para el lanzamiento y una carga logística mínima. Su pesada carga útil sugiere una sola munición de penetración profunda o un conjunto de submuniciones guiadas diseñadas para neutralizar búnkeres con múltiples compartimentos. El sistema TEL mejora aún más la capacidad de supervivencia, permitiendo una rápida reubicación, camuflaje y operaciones dispersas en el terreno montañoso de Corea del Sur.
El despliegue operativo para finales de año sugiere que la producción en serie ya está en marcha. Es probable que el ejército surcoreano esté finalizando la integración con los sistemas de mando y control, los sensores de puntería y la infraestructura de la cadena de ataque. Para los observadores estratégicos y los contratistas de defensa, este es un indicador crucial del cambio en la postura de amenaza de Corea del Sur.
El Hyunmoo-5 no solo añade una nueva arma al arsenal de Seúl, sino que también redefine el cálculo de seguridad en el noreste asiático.
En la comunidad de defensa estadounidense, el Hyunmoo-5 plantea importantes interrogantes. Si bien el misil es estrictamente no nuclear, su potencial destructivo y su escala, similar a la de un misil balístico intercontinental (ICBM), podrían desdibujar las fronteras entre la guerra convencional y la estratégica. Para los responsables de la política de defensa estadounidense, refuerza la necesidad de revisar la doctrina conjunta sobre disuasión convencional, control de escaladas e interoperabilidad entre los aliados, especialmente a medida que Seúl amplía los límites del ataque de precisión convencional.
Además, las empresas estadounidenses de la industria de defensa especializadas en componentes de misiles, penetradores de blancos reforzados, sistemas de guiado avanzados y tecnologías de plataforma TEL encontrarán en Seúl un socio potencial y un referente. El Hyunmoo-5 ejemplifica el tipo de sistema que integra las exigencias operativas del teatro de operaciones con la innovación tecnológica: rápido, flexible y temible.
Para la región, el despliegue de este sistema marca una nueva fase en la trayectoria militar de Corea, donde las armas convencionales adquieren importancia estratégica. Mientras Corea del Norte continúa expandiendo su arsenal de misiles y armas nucleares, el Hyunmoo-5 se erige como una respuesta directa, no con capacidad antinuclear, sino con una potencia de fuego convencional masiva, móvil y precisa.
Queda por ver si este sistema intensifica la carrera armamentística en Asia Oriental o ayuda a estabilizar la disuasión. Pero por ahora, la República de Corea ha cruzado silenciosamente un umbral: desplegar un misil convencional con fines estratégicos.
Alain Servaes.