Egipto continúa las conversaciones con Estados Unidos para la compra de 46 aviones de combate F-15 Eagle.
Las negociaciones entre Egipto y Estados Unidos para la adquisición de cazas Boeing F-15 Eagle continúan, sin que se haya confirmado un acuerdo final ni un calendario de producción. La venta propuesta, valorada en varios miles de millones de dólares y que abarca hasta 46 unidades, se espera que reemplace la cancelación de la adquisición de los rusos Su-35 y amplíe el programa de modernización de la Fuerza Aérea egipcia.
De acuerdo con informes anteriores, Estados Unidos ha aprobado el acuerdo en principio, pero las revisiones de control de exportaciones y factores políticos siguen retrasando el anuncio formal del contrato.
La primera señal que confirmaba la disposición de Estados Unidos a suministrar el F-15 Eagle a Egipto se hizo pública en marzo de 2022 durante una audiencia del Comité de Servicios Armados del Senado estadounidense, donde el general Frank McKenzie, entonces comandante del Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM), declaró explícitamente: «En el caso de Egipto, creo que tenemos buenas noticias: les proporcionaremos F-15». Sin embargo, si bien Estados Unidos habría aprobado el acuerdo en principio, aún no se ha hecho público ni la firma del contrato final ni la configuración detallada, el cronograma de producción o el plan de entrega.
La propuesta estadounidense, actualizada el 1 de junio de 2022, al parecer presentaba características inferiores y estaba menos equipada que las configuraciones entregadas a otros clientes de exportación, lo que generó descontento en Egipto.
Se entiende que El Cairo busca una variante moderna similar al F-15SA (Arabia Saudí) o al F-15QA (Qatar), pero las restricciones estadounidenses a las exportaciones y las sensibilidades políticas regionales siguen condicionando el ritmo y el contenido de la negociación. Se estima que Egipto solicita hasta 46 aeronaves, para suplir la falta de la adquisición cancelada de los Su-35 rusos. El valor total del acuerdo, que podría incluir armamento, entrenamiento, mantenimiento y apoyo logístico, se prevé que alcance varios miles de millones de dólares, si bien aún no se ha emitido ninguna notificación formal a través de la Agencia de Cooperación para la Seguridad de la Defensa (DSCA).
La posible incorporación de una de las variantes de la familia F-15 Advanced Eagle al servicio egipcio podría alinearse con el plan a largo plazo de El Cairo para modernizar y diversificar su Fuerza Aérea. La flota actual de aviones de combate de Egipto incluye aproximadamente 218 F-16A/C Fighting Falcon, 24 Rafales ya entregados y otros 31 en pedido, además de aeronaves más antiguas como el Mirage 2000, el Mirage 5 y el MiG-29M/M2.
Egipto intentó previamente adquirir aviones Sukhoi Su-35 de Rusia, pero este esfuerzo fracasó, según se informa, debido a preocupaciones relacionadas con la Ley para Contrarrestar a los Adversarios de Estados Unidos mediante Sanciones (CAATSA) y problemas de interoperabilidad con los sistemas occidentales.
En consecuencia, la Fuerza Aérea Egipcia (FAE) buscó alternativas entre proveedores occidentales, en particular aquellos que ofrecían cazas polivalentes de largo alcance y gran capacidad de carga útil. La integración de los F-15 ampliaría la capacidad de la FAE para misiones de superioridad aérea y ataque de largo alcance, proporcionando mayor autonomía, mayor flexibilidad de carga útil y una mejor integración de sensores en comparación con sus plataformas actuales.
El desafío logístico de incorporar un nuevo tipo de aeronave a una flota mixta es considerable, pues requiere inversión en formación de pilotos, infraestructura de base y sistemas de mantenimiento. Sin embargo, la introducción del F-15 aumentaría significativamente el alcance operativo y la flexibilidad de la Fuerza Aérea Egipcia en el Mediterráneo Oriental, el Norte de África y el Mar Rojo.
Israel, si bien tradicionalmente se muestra cauto y poco receptivo respecto a la venta de armas estadounidenses a países vecinos, habría apoyado la transferencia de F-15 a Egipto, considerándola un medio para fortalecer los lazos de defensa entre ambos países y mantener la estabilidad regional bajo un marco controlado. Sin embargo, la legislación estadounidense obliga a Washington a preservar la Ventaja Militar Cualitativa (VMC) de Israel, lo que podría restringir el acceso de Egipto a ciertos modos de radar, misiles avanzados como el AIM-120D o tecnologías específicas de guerra electrónica.
Este factor contribuye a la insistencia de Egipto en recibir una configuración adecuadamente equipada. Las preocupaciones del Congreso sobre los derechos humanos y el uso final en Egipto también representan posibles obstáculos para la aprobación. Desde un punto de vista estratégico, la adquisición reforzaría la capacidad de disuasión de El Cairo, en particular para proteger las rutas marítimas a través del Canal de Suez y asegurar las fronteras contra amenazas transnacionales. Aun así, la eficacia a largo plazo de dicha capacidad dependería de la capacidad de Egipto para mantener altos índices de disponibilidad de aeronaves.
De concretarse, la adquisición probablemente se basaría en la plataforma Boeing F-15 Advanced Eagle, la última evolución de la familia F-15. Esta configuración se caracteriza por una estructura reforzada de alas y fuselaje diseñada para una mayor vida útil, un sistema de control de vuelo electrónico totalmente digital y una cabina de mando avanzada con pantallas de gran tamaño. La aeronave incorpora un radar de barrido electrónico activo (AESA) capaz de rastrear simultáneamente múltiples objetivos y atacarlos en amplios sectores azimutales, un sistema opcional de búsqueda y seguimiento por infrarrojos (IRST) para detección pasiva y el Sistema de Alerta y Supervivencia Pasivo/Activo Eagle (EPAWSS), que proporciona alertas de radar digitales y gestión de contramedidas.
Los tanques de combustible conformados, montados a lo largo de las tomas de aire de los motores, aumentan el alcance de la aeronave, manteniendo disponibles todos los soportes subalares para el transporte de armamento. La arquitectura de misión abierta permite la integración de nuevos sensores, armamento y actualizaciones de enlace de datos a lo largo del tiempo. Las mejoras estructurales en toda la familia Advanced Eagle extienden la vida útil hasta aproximadamente 20.000 horas de vuelo, lo que permite ciclos de mantenimiento a largo plazo.
La incorporación del F-15 al servicio egipcio tendría implicaciones tanto operativas como políticas. Operativamente, le otorgaría a Egipto la capacidad de realizar patrullas aéreas sostenidas de largo alcance, misiones de ataque de precisión y operaciones de disuasión bajo un marco de apoyo occidental.
Políticamente, marcaría la consolidación del giro de Egipto hacia las alianzas de defensa occidentales tras varios años de diversificación con múltiples proveedores. La integración de la aeronave requeriría nuevos centros de mantenimiento, simuladores y centros de capacitación técnica, así como acuerdos a largo plazo sobre el reabastecimiento de municiones y la actualización de datos de misión.
De implementarse con éxito, la adquisición mejoraría significativamente la capacidad de defensa aérea y de ataque de Egipto durante las próximas décadas. Sin embargo, hasta la fecha, el programa sigue dependiendo de la autorización final de Estados Unidos, los acuerdos financieros y la alineación con las condiciones de la política de exportación.
Jérôme Brahy


