El MQ-9A Reaper demuestra sus capacidades en pistas de tierra no preparadas.
El Comando de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea de los EE. UU. ha completado con éxito el Ejercicio Reaper Castillo, una evaluación integral de las operaciones del dron MQ-9 Reaper en pistas de aterrizaje sin pavimentar.
El ejercicio, realizado el 30 de diciembre de 2024 en el Campo de Tiro de la Fuerza Aérea Melrose en Nuevo México, demostró la adaptabilidad del dron a entornos austeros, lo que respalda la estrategia de Empleo Ágil de Combate (ACE) de la Fuerza Aérea.
Durante el ejercicio, los MQ-9 Reapers operaron desde una pista de aterrizaje de tierra, con un equipo de apoyo mínimo del 1.er Equipo de Mantenimiento de la Misión de Operaciones Especiales (SOMST, por sus siglas en inglés) que proporcionó capacidades rápidas de reabastecimiento de combustible, rearme y lanzamiento.
Estas operaciones se gestionaron de forma remota desde Hurlburt Field, Florida, a más de 1.770 kilómetros de distancia, lo que subraya la versatilidad del MQ-9 como plataforma de inteligencia, vigilancia y ataque pilotada de forma remota.
Las pruebas validaron la capacidad del MQ-9 para realizar misiones críticas en entornos que carecen de una infraestructura extensa, destacando su capacidad para despegar y aterrizar en pistas sin pavimentar con el apoyo de un equipo optimizado.
Esta adaptabilidad se alinea con los objetivos de ACE de operaciones descentralizadas y despliegue rápido, asegurando que las fuerzas puedan funcionar de manera efectiva incluso en escenarios de alta amenaza o escasez de recursos.
“En futuros conflictos, es posible que no podamos permitirnos el lujo de depender únicamente de las bases operativas principales”, dijo el comandante de vuelo del 1.er SOMST. “Operar en entornos austeros en cualquier momento y lugar es fundamental. Permite a los comandantes tener opciones, algo esencial para las fuerzas de operaciones especiales”.
El MQ-9, que normalmente requiere pistas pavimentadas y equipos de mantenimiento numerosos, demostró durante el ejercicio Reaper Castillo que es posible utilizar menos espacio logístico sin comprometer la eficacia operativa.
El ejercicio mostró cómo equipos más pequeños pueden generar misiones más cercanas al campo de batalla, mejorando el alcance, la letalidad y el valor estratégico de la aeronave.
La capacidad del MQ-9 para funcionar en condiciones austeras respalda su función en el marco ACE, enfatizando la flexibilidad y la resiliencia mediante la dispersión en múltiples ubicaciones, a menudo remotas. Esta capacidad garantiza que el MQ-9 siga siendo un activo crítico en las operaciones militares modernas, lo que permite misiones en áreas demasiado peligrosas para aeronaves tripuladas.
“Reaper Castillo 24 es más que un ejercicio; es un paso adelante para el Comando de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea”, dijo el teniente coronel Kurtis Paul, comandante del 65.º Escuadrón de Operaciones Especiales (SOS). “Refleja años de innovación y allana el camino para la próxima generación de operaciones MQ-9, llevando la plataforma más allá de los medios convencionales”.
Los datos y las lecciones aprendidas en el ejercicio servirán de base para futuras iteraciones, en las que los equipos se comprometerán a perfeccionar y ampliar los conceptos operativos del MQ-9.
A medida que la Fuerza Aérea continúa adaptándose a las tecnologías emergentes y a las amenazas en evolución, ejercicios como Reaper Castillo ejemplifican el enfoque con visión de futuro necesario para liberar todo el potencial del MQ-9.
Y España solo con 4 unidades.