El Pentágono duda de la venta de los F-35 a Arabia Saudí, pero es probable que Trump dé su aprobación.
Se espera que el presidente estadounidense Donald Trump apruebe el acuerdo que permita a Arabia Saudita adquirir cazas furtivos F-35 Lightning II, a pesar de las serias preocupaciones del Pentágono, según un informe de Bloomberg News que cita a un funcionario de la Casa Blanca.
El acuerdo podría firmarse cuando el príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, visite la Casa Blanca a finales de noviembre de 2025 para suscribir acuerdos económicos y de defensa, indica el informe.
Según diversas fuentes, la solicitud de Arabia Saudita para comprar hasta 48 cazas F-35 ya superó un importante obstáculo dentro del Departamento de Defensa de Estados Unidos.
Sin embargo, el acuerdo aún está lejos de concretarse. La Casa Blanca no ha confirmado públicamente la venta, y un informe del Pentágono citado por The New York Times plantea inquietudes sobre la posibilidad de que China pudiese acceder a tecnología sensible del F-35 si se concreta el acuerdo.
El F-35 se encuentra entre los cazas más avanzados del mundo, fabricado por Lockheed Martin y operado por Estados Unidos y un grupo selecto de aliados. Los analistas afirman que su venta a Arabia Saudita marcaría un cambio significativo en la política estadounidense hacia Oriente Medio.
Arabia Saudí lleva tiempo buscando la adquisición del F-35 como parte de su modernización militar, enmarcada en su plan estratégico Visión 2030. El reino ya opera cazas F-15 y otros sistemas estadounidenses, pero con el F-35 obtendría nuevas capacidades de sigilo y sensores.
Aun así, la propuesta encuentra resistencia dentro del gobierno estadounidense. El informe de inteligencia del Pentágono señala que los vínculos de defensa de Arabia Saudí con China y otros países generan inquietud respecto a la protección de los sistemas avanzados de la aeronave.
Otro factor es el compromiso de Estados Unidos de mantener la superioridad militar cualitativa de Israel en la región. Permitir que Arabia Saudí adquiera un sistema comparable a la flota de F-35 israelí podría provocar resistencia en el Congreso y entre los funcionarios israelíes.
La Casa Blanca también condiciona las exportaciones de armas a objetivos diplomáticos. Una condición, según se informa, vinculada a la posible venta es la normalización de las relaciones entre Arabia Saudí e Israel en el marco de los Acuerdos de Abraham. Algunos observadores afirman que el acuerdo del F-35 podría depender de esta vía diplomática.
Esteban Pope


