El primer avión C295 SAR de España comienza sus pruebas en Sevilla.
Airbus ha confirmado el vuelo del primero de los ocho aviones C295 español en configuración de búsqueda y salvamento (SAR) tras un vuelo de prueba de dos horas y treinta y cinco minutos desde su base en San Pablo, Sevilla. Este vuelo representa un nuevo hito en el programa lanzado en diciembre de 2023 para renovar las flotas de vigilancia y patrulla marítima, en el marco de un contrato de 1.695 millones de euros para la adquisición de 16 aeronaves (8 + 8) en variantes MSA y MPA.
El primer C295 MSA español se presentó el 30 de julio y estaba previsto que volara antes de fin de año, calendario que se cumplió con la revisión operativa de ayer. Las primeras entregas están programadas en el segundo cuatrimestre de 2026 para comenzar a reemplazar las plataformas CN235 VIGMA operadas por el 802 Escuadrón del Ala 46 en la base aérea de Gando en Las Palmas de Gran Canaria.
Dentro del ecosistema del C295, el fabricante presenta la plataforma como la aeronave de transporte táctico polivalente más versátil y eficiente, destinada al transporte de tropas y carga, patrulla marítima, alerta temprana, vigilancia y reconocimiento, inteligencia de señales, apoyo aéreo cercano, evacuación médica, transporte VIP y extinción de incendios aéreos. Con más de 300 aeronaves contratadas y un historial de fiabilidad diario, la familia C295 presta servicio a fuerzas armadas, gobiernos y ONG en varios continentes.
Las últimas cifras publicadas por Airbus indican 311 pedidos, 239 entregas y 236 aeronaves en servicio, una base de experiencia relevante para una variante SAR española.
En el núcleo de esta configuración se encuentra el Sistema Táctico Totalmente Integrado (FITS) de Airbus Defence and Space, la columna vertebral de la misión que integra radar, torreta electroóptica/infrarroja, AIS y radiogoniometría en consolas modulares. El Sistema Táctico Totalmente Integrado (FITS) vuelve a aparecer como la herramienta que transforma los flujos de sensores en trayectorias útiles y reduce la carga de trabajo de la tripulación. En la práctica, establece y comparte una imagen marítima, Imagen Marítima Reconocida/Imagen Operativa Común (RMP/COP), con los centros de coordinación de rescate y las unidades de superficie, a la vez que gestiona los enlaces de datos que sustentan la interoperabilidad.
En este primer ensayo se han priorizado la validación básica de la aeronáutica y los sistemas de misión del avión; las misiones posteriores integran progresivamente el conjunto completo de la misión y las pasarelas de comunicaciones. En los próximos meses se realizarán nuevas pruebas tanto en vuelo como en tierra, de cara a la entrega final al cliente en el segundo cuatrimestre de 2026.
Tres parámetros resumen la idoneidad de la aeronave para misiones de rescate de larga duración. Primero, la carga útil, de hasta ocho toneladas o 70 personas; segundo, la autonomía, que alcanza las 13 horas según la configuración de combustible; tercero, los winglets, ahora de serie, que mejoran el rendimiento en despegue en condiciones de calor y altitud y reducen el consumo total de combustible entre un 3 y un 6 por ciento.
La cabina presurizada de 12,69 metros, sin obstrucciones, y la rampa trasera facilitan la rápida reconfiguración para transportar palés, kits de supervivencia, equipo de evacuación médica o módulos de misión, adaptándose al ritmo variable de las alertas marítimas.
La propulsión corre a cargo de dos motores Pratt & Whitney Canada PW127G. Este par de turbohélices, conocidos por su bajo consumo de combustible y disponibilidad, proporciona la maniobrabilidad necesaria para búsquedas a baja altitud, donde la estabilidad en vuelo lento y el control de velocidad son cruciales para la identificación y la precisión en el lanzamiento.
El C295 vuela a una velocidad de crucero máxima de aproximadamente 260 nudos y asciende hasta 30.000 pies (9.144 m), manteniendo la capacidad de despegue y aterrizaje cortos en pistas de aterrizaje sencillas. En la cabina de pilotaje, la aviónica Collins Aerospace Pro Line Fusion, con cuatro pantallas táctiles de 14,1 pulgadas, compatibilidad con gafas de visión nocturna y cumplimiento de las normativas civiles y militares (ADS-B Out, TCAS II v7.1, CPDLC, modos LNAV/VNAV), ayuda a reducir el tiempo de vuelo con la vista fija en el objetivo y permite trayectorias precisas.
La versión española de búsqueda y rescate (SAR) amplía la cobertura y el tiempo de operación en sectores con acceso limitado: el Atlántico, el Estrecho de Gibraltar y el Mediterráneo occidental. Su autonomía permite desinfectar grandes áreas de búsqueda sin necesidad de relevo inmediato, y la rampa trasera facilita el lanzamiento directo de balsas salvavidas y cargas de asistencia. Las amplias ventanas de observación permiten realizar barridos visuales al amanecer o en condiciones de mar gruesa.
Cuando se requiere discreción, se mantienen disponibles las posiciones EMCON (control de emisiones), mientras que la arquitectura de comunicaciones proporciona al RMP/COP información de seguimiento con la calidad suficiente para guiar a los buques de la Guardia Civil, Salvamento Marítimo o socios de la OTAN. Su capacidad STOL reduce los tiempos de tránsito al permitir el despliegue avanzado en pistas de aterrizaje sencillas; la lógica de carga paletizada agiliza el cambio entre las operaciones de búsqueda y rescate, vigilancia y evacuación médica.
Más allá de la flota española, la amplitud de la familia C295 respalda esta flexibilidad. Además del avión de transporte táctico y el avión de vigilancia marítima (MSA), Airbus ofrece una versión de patrulla marítima/guerra antisubmarina (MPA/ASW), una variante armada/ISR para apoyo e interdicción, una configuración SIGINT de larga duración, un kit de reabastecimiento en vuelo con capacidad para 5000 kg, configuraciones MEDEVAC y una configuración de bombero para lanzamiento de agua.
Para la Base Industrial y Tecnológica de Defensa (BITD) de España, la actividad en Sevilla apoya el sector de integración de sistemas y aviónica de misión, crea espacio para acuerdos de compensación y prepara futuras ampliaciones de la flota.
Este primer vuelo se realiza en un contexto de flujos migratorios irregulares, tráfico marítimo y mayores obligaciones de seguridad por parte de la Unión Europea y la OTAN en el flanco sur. Una capacidad SAR de gran autonomía y arquitectura abierta mejora la distribución diaria de la carga en el mar, fomenta la interoperabilidad y facilita la construcción de una visión marítima común. La combinación española MSA/MPA proporciona una respuesta creíble, exportable y compatible con la coalición sin depender de plataformas más pesadas y costosas.
Alain Servaes


