El principal enemigo de un futuro caza alemán es el F-35.
La política nuclear se inmiscuye en las fuerzas aéreas alemanas.
El ejército alemán es un caso de estudio en una fuerza armada que necesita nuevos equipos. Los problemas afectan a la Bundeswehr y son particularmente agudos con el envejecimiento de la fuerza aérea. La flota aérea de combate de Alemania -de unos 180 cazas- tiene alrededor de 85 Panavia Tornados y el resto, son Eurofighter Typhoons.
Los Tornados de la década de 1960 (cazabombarderos con múltiples funciones y capacidad nuclear) tienen muchos problemas. Alemania solo puede volar con ellos alrededor de cuatro meses al año debido a las necesidades de mantenimiento, y como mucho la mitad de ellos son realmente utilizables; el número real puede ser incluso inferior.
La Luftwaffe lleva tres meses de retraso en su programa de entrenamiento. En febrero de 2018, inmovilizaron temporalmente la flota de Tornado debido a una mezcla inadecuada de combustible lo que afectó a las horas de vuelo.
Estos cazas multifuncionales necesitan ser reemplazados muy pronto. La pregunta es con qué. El Tornado fue desarrollado hace décadas por Panavia, un consorcio de empresas aeroespaciales de Italia, el Reino Unido y, lo que era en ese momento, Alemania Occidental. Aquí es donde entran en juego las empresas industriales, ya que Alemania necesita un sustituto.
Y es aquí donde Estados Unidos también quiere jugar un papel importante. Ayer 24 de abril, el gobierno de Estados Unidos hizo una oferta por el proyecto de reemplazo del Tornado en nombre de Lockheed Martin y Boeing.
Lockheed fabrica el F-35 Joint Strike Fighter, mientras que Boeing tiene los cazas F-15 Eagle y F/A-18 Súper Hornet. Según se informa, Alemania está considerando la posibilidad de utilizar uno de estos aviones de combate estadounidenses o, el Eurofighter Typhoon, desarrollado por un consorcio europeo.
El problema es que Alemania también quiere desarrollar un sucesor del Eurofighter con Francia. Si Alemania sigue adelante y compra el F-35 en su lugar, ese proyecto entre ambos países, está muerto.
«Tan pronto como Alemania se convierta en una nación F-35, toda la cooperación con Francia en cuestión de aviones de combate morirá, dijo recientemente Dirk Hoke, CEO de Airbus Defence, al diario Die Welt.
Alemania tiene varias y buenas razones para comprar más Eurofighters. Por un lado, ya los vuela desde hace años. El Typhoon es en realidad un avión bastante caro de mantenimiento para ser un caza de cuarta generación, pero el coste total de la vida útil del caza de quinta generación, es probablemente mayor. Por otro lado, el F-35 es sigiloso, y el Eurofighter no.
Luego está el problema nuclear.
Alemania no posee armas nucleares, pero es parte de un pacto de distribución nuclear de la OTAN que data de la Guerra Fría, lo que significa que algunos de sus cazas -en este caso, algunos de sus Tornados- son capaces de llevar armas nucleares en la forma de la bomba termonuclear de gravedad B61 de Estados Unidos. Según analistas, Estados Unidos mantienen 20 de esos artefactos en los profundos silos de la base aérea alemana de Buechel, cerca de Luxemburgo.
Así que, Alemania está cogida por la necesidad de contar con una parte de sus cazas con capacidad nuclear, y algunos de los F-35A que pudieran entrar en servicio fácilmente podrían desplegar las B61. «Sin embargo, el Typhoon no cumple con ninguno de esos criterios», escribió Dan Goure del Instituto Lexington en Defense News.
El Instituto Lexington ha recibido fondos de compañías militares estadounidenses, incluido Lockheed. «Diseñar, probar y certificar una variante de un Eurofighter con capacidad nuclear llevaría años desarrollar y añadir cientos de millones de dólares al ya de por si elevado coste de este avión», agregó Goure.
Todo esto es cierto, y se necesitaría parte de la próxima década para hacerlo. Pero alternativamente, Alemania podría simplemente retirarse del acuerdo de distribución nuclear con los Estados Unidos cuando se retiren los Tornados, por otro lado, una medida que contaría con el apoyo popular en Alemania, ya que este es uno de los objetivo que los democratacristianos de centro derecha, han tratado de alcanzar.
O también, Alemania podría seguir volando los Tornados durante un poco más de tiempo, quizá hasta más allá de la década de 2020.
La decisión de comprar F-35As con capacidad nuclear, o no, también viene acompañada por las consideraciones industriales. Decirle ahora a Lockheed que se vaya, y construir un caza de quinta generación con Francia, podría mantener muchos puestos de trabajo, trabajos de alta ingeniería muy bien calificados en Europa.
Robert Beckhusen
No se puede hablar de los caza-bombarderos Tornado como «los Tornado de la década de 1960». El grupo MRCA se formó en 1968 y la Luftwaffe recibió su PRIMER Tornado de serie recién en JULIO DE 1979, quedando operativa la primera unidad a principios de 1980. A todos los efectos, los Tornado son aviones de la década de los 80.
Hablar de «los Tornado de la década de 1960» es como decir «los Typhoon de la década de 1980».
Luego, como ya comenté en un artículo similar: mantener un vector palas B61 es un argumento nimio para decidir gastarse un pastizal en el F-35. Solamente un think-tank pro F-35 es capaz de ponerlo sobre la mesa.
Como se menciona al final de este artículo, la opción más popular en Alemania sería directamente abandonar el componente nuclear. Políticamente pagaría mucho.
Pero si Alemania decidiera mantener su capacidad nuclear, comprar el ASMP-A francés y adaptarlo al Typhoon (como los franceses hicieron con el Rafale) tendría más sentido que comprar F-35 para lanzar las B61. No solamente sería mucho más barato y 100% «made in Europe», sino que un misil de cabeza nuclear como el ASMP-A un efecto disuasorio mucho mayor que las bombas de caída libre B61.
Resulta irónico que Alemania esté preocupada por si compra o no aviones estadounidenses para arrojar bombas atómicas estadounidenses, siempre y cuando sea el propio EE.UU. quien autorice a Alemania a arrojar esas bombas sobre objetivos señalados por EE.UU. Visto así, parece el fondo de una película hecha en blanco y negro en plena era digital… El mundo ha cambiado bastante desde que el Tornado fue concebido y desarrollado, para otro escenario y otros actores. Por más que EE.UU. intente seguir considerando a Europa el centro de un conflicto internacional y a Rusia al enemigo táctico de antaño, Alemania es consciente que Rusia no es la URSS, que el PV no existe más y que la gran mayoría de sus ex integrantes hoy integran la OTAN. Rusia no está en condiciones ni remotamente de sostener un conflicto a gran escala con Europa (ni motivos reales); por otro lado está reforzando su disuación nuclear… En caso extremo, en media hora la mitad de Europa dejaría de existir… y también Rusia. Por lo tanto no existe en la actualidad para Alemania la necesidad de contar con un vector de ataque nuclear táctico. La verdadera amenaza para Alemania (y Europa… y Rusia) proviene del Medio Oriente y las organizaciones terroristas religiosas. A éstos no se los combate con F-35. Hasta un Tornado resulta oneroso. Se necesitan aviones como el A-10, helicópteros blindados como el Apache o el viejo Hind, incluso el Embraer AT-29 resulta más adecuado, o mejor aún drones… En fin, Alemania debería estar pensando en desarrollar su proyecto futuro de avión de combate avanzado en cooperación con Francia. Si adquiere el F-35 lo será para asumir compromisos comerciales y de otra naturaleza excepto la puramente militar. De ser así, no aquirirá más que una cantidad simbólica de tales aparatos, que seguramente distraerán una parte de los recursos económicos, pero no creo que necesariamente deban comprometer el desarrollo futuro del FCAS. Mientras tanto, el EF cumple perfectamente las necesidades alemanas, especialmente si adquiere finalmente la versión Tr.3. Europa, con Alemania y Francia a la cabeza (Gran Bretaña se aleja cada vez más de ambos) no puede darse el lujo de perder posicionamiento en la carrera tecnológica, especialmente la aeronáutica, que es la más sensible de todas respecto a la dependencia del pulpo norteamericano. La guerra no se libra tan solo con los enemigos, sino también con los aliados, pues no hay que olvidarse que el pez peueño siempre resulta devorado por el más grande. Esto Alemania lo sabe. No va a dejar que Europa sea devorada…