El último F-16 construido en Fort Worth deja la fábrica Lockheed.

El último F-16 de Lockheed Martin, producido en su instalación de Fort Worth, Texas, salió de la línea de montaje el 14 de noviembre, marcando el final de una era de 40 años para el caza polivalente monomotor.

El último F-16 fabricado en Texas volará con la fuerza aérea iraquí, pero en las últimas cuatro décadas el caza de cuarta generación ha volado con 28 naciones en todo el mundo, desde la Fuerza Aérea de los EE. UU. y la NASA hasta Israel, Chile o Polonia. Aunque ya no se construye para la Fuerza Aérea estadounidense, la producción todavía sigue activa para la exportación. El avión también ha sido construido bajo licencia en otros países, como Bélgica, los Países Bajos, Turquía y Corea del Sur. Está previsto que el F-16 permanezca en servicio con la Fuerza Aérea de los Estados Unidos hasta el año 2025.

Lockheed comenzará a trasladar la línea de producción a sus instalaciones en Greenville, Carolina del Sur, a final de año, después de entregar los últimos reactores icónicos que se están construyendo para Iraq, dijo Ken Ross, portavoz de Lockheed Martin Aeronautics en Fort Worth.

El F-16 ha sido uno de los pilares de la línea de producción de Lockheed en Texas, pero la planta de Fort Worth necesita espacio, ya que continúa aumentando la producción del F-35 Lightning II. Actualmente, hay 8.800 empleados que trabajan en el F-35 y alrededor de 200 en el F-16. Se espera que estos empleados del F-16 puedan hacer el cambio de trabajo ahora en el F-35.

“Como parte del esfuerzo para dejar espacio a la producción del F-35, la línea de producción del F-16 deberá ser reubicada en Greenville, Carolina del Sur”, dijo Ross.

Durante la vida del programa, Lockheed ha entregado más de 4.573 F-16, de los cuales 3.600 han sido construidos en Fort Worth. A día de hoy la compañía no tiene ningún pedido de nuevos F-16 además de los aviones para Irak, se cree que llevará cerca de dos años volver a comenzar en Carolina del Sur una vez que se reciba un nuevo pedido.

Mover la producción a Carolina del Sur tiene sentido por varias razones, dijeron funcionarios de la compañía.

En primer lugar, Lockheed Martin está intensificando su actividad con el F-35 en Fort Worth y espera contratar a 1.800 empleados adicionales hasta 2020 a medida que el trabajo en el caza furtivo llegue a la producción total prevista. El año pasado, Lockheed finalizó la construcción de 50 F-35 y se espera construir hasta 160 por año a partir del 2019.

En segundo lugar, la planta de Greenville es donde se construirá el nuevo entrenador T-50A si gana el concurso del programa TX para construir el nuevo avión de entrenamiento de la Fuerza Aérea. El T-50A se considera una “rama” del diseño del F-16, por lo que tiene sentido y resultará más rentable tener las dos líneas de montaje juntas, dijo Ross.

Lockheed continuará lanzando la construcción del F-16 en la India. Nueva Delhi quiere modernizar su flota bastante obsoleta de aproximadamente 650 aviones y el Ministerio de Defensa indio ha organizado una competición para construir el nuevo caza monomotor en ese país como parte de una iniciativa “Make in India”.

La administración Trump ha dejado claro que analizará cualquier acuerdo que pueda continuar la producción del F-16 en el extranjero y considera que es el avión correcto para la India. Lockheed argumenta que el contrato indio, mientras mueve la producción al exterior, todavía sería un impulso para la economía doméstica.