Irán afirma tener capacidad hipersónica naval, pero ¿es viable?

Pocos países han sido capaces de desplegar armas hipersónicas en sus ejércitos, y menos aún desde buques de guerra debido a los requisitos de tamaño de las plataformas.

El régimen iraní ha reivindicado una capacidad que pocos países del planeta han sido capaces de alcanzar, salvo algunas naciones selectas encabezadas por Estados Unidos y China: disponer de misiles hipersónicos en un buque de guerra.

Ayer martes, varios medios de comunicación estatales iraníes publicaron artículos en los que se afirmaba que el jefe de la Armada iraní, el contralmirante Shahram Irani, había declarado que la nueva fragata Damavand-2 estaría equipada con misiles hipersónicos. La agencia de noticias estatal IRNA afirmó que la Damavand-2 entraría en servicio en la Armada iraní en los próximos días.

Se desconocen las especificaciones exactas del Damavand-2, aunque el análisis de las imágenes sugiere un buque de aproximadamente 1.500 toneladas de desplazamiento y unos 100 m de eslora. Es probable que el buque sea una continuación o subvariante de las fragatas ligeras de la clase Moudge que opera la Armada iraní.

En comparación, las patrulleras británicas Batch 2 de clase River desplazan unas 2.000 toneladas y miden poco más de 90 metros de eslora.

Con un desplazamiento tan ligero y las dimensiones del Damavand-2, no está claro cómo Irán, si sus afirmaciones son válidas, ha podido alojar misiles hipersónicos.

En términos generales, un misil hipersónico debe ser capaz de viajar a una velocidad superior a Mach 5, hasta Mach 25 y más allá.

El misil estadounidense-japonés RIM-161 Standard Missile 3 (SM-3) Block IIA, desarrollado por Raytheon y Mitsubishi, es un misil antiaéreo exoatmosférico, supuestamente capaz de viajar a una velocidad de hasta 4,5 km/s, o alrededor de Mach 13. El SM-3, que mide unos 6,7 m de longitud, puede dispararse desde el sistema de lanzamiento vertical (VLS) Mk 41 que suelen equipar los buques de guerra estadounidenses y japoneses.

El fabricante estadounidense del VLS Mk 41, Lockheed Martin, afirma que el módulo está disponible en dos tamaños: de ataque y táctico. El módulo de ataque mide 7,6 m de largo y suele albergar misiles de crucero de mayor tamaño y municiones de defensa contra misiles balísticos, mientras que el módulo táctico, más pequeño, mide 6,7 m de largo.

China ha probado en vuelo su misil hipersónico antibuque DF-ZF, aunque su longitud de unos 11 m es considerablemente mayor que las alternativas estadounidenses. Otros misiles hipersónicos utilizados por China son los YJ-21 hipersónicos embarcados, que están en servicio a bordo de los destructores Tipo 055 del PLAN.

¿Es viable la pretensión hipersónica de Irán o se trata de otro Qaher 313?

Irán ya ha afirmado en otras ocasiones que ha desarrollado material militar avanzado, como un caza furtivo de quinta generación, el Qaher 313, en 2013, aunque sus afirmaciones fueron ampliamente tachadas de propaganda, ya que la plataforma parecía no ser apta para el vuelo y potencialmente no era más que una maqueta en tierra.

Sin embargo, Harshavardhan Dabbiru, analista aeroespacial y de defensa de GlobalData, afirmó que Irán cuenta con una capacidad propia de diseño y fabricación de misiles, y que cualquier sistema de este tipo instalado en el Damavand-2 probablemente se base en el misil balístico hipersónico Fattah 2 presentado recientemente.

El Fattah, que parece medir unos 10 m de longitud, tiene una velocidad de Mach 13-15 y un alcance de unos 1.400 km.

«En los últimos años, Irán ha desarrollado varios misiles de ataque terrestre, como el Dezful, el Fattah, el Hajj Qasem Soleimani, el Kheibar Shekan, el Khorramshahr-4 (Kheibar) y el Rezvan», declaró Dabbiru, quien añadió que, aunque las capacidades iraníes «parecen exageradas», «no son descabelladas».

Además, Dabbiru afirmó que, si bien el aumento de las capacidades de Irán en materia de misiles no suponía «inmediatamente» una amenaza para Estados Unidos y sus aliados en la región de Oriente Próximo, estos países tendrían que ser «cautelosos» ante el ritmo de desarrollo de Teherán en la zona.

Entre los ejemplos de la capacidad de Irán para utilizar este sistema cabe citar su represalia por el asesinato del general de división Qasem Soleimani, jefe de la fuerza paramilitar Al Quds del país, en un ataque estadounidense con drones, en el que las bases estadounidenses en Irak fueron blanco de misiles de largo alcance.

«Los ataques con misiles de Irán contra bases estadounidenses en 2020, y contra los grupos de oposición kurdos en Irak en 2022, así como los planes de Irán de exportar misiles de producción nacional a Rusia, muestran el crecimiento de las capacidades de fabricación de misiles del país», afirmó Dabbiru.

Irán también ha cultivado estrechas relaciones con Rusia y China, ya que las sanciones occidentales le impiden hacer negocios con gran parte del mundo.

Teherán también ha proporcionado un número desconocido de municiones de merodeo Shahed 131 a Rusia para su uso en la guerra de Moscú en Ucrania, con los sistemas vistos golpeando zonas civiles en todo el país, y es posible que pueda aumentar sus contribuciones a la causa de Rusia con misiles de largo alcance.

Richard Thomas