Los futuros aviones de combate chinos podrían alimentarse de la energía del radar enemigo en lugar de ocultarse de ella
Durante décadas, el radar ha sido algo temido por las aeronaves: rayos invisibles que barren el cielo en busca de reflejos que revelen la posición y la intención.
Ahora, investigadores chinos exploran una idea muy diferente: ¿Qué pasaría si esas mismas ondas de radar pudieran absorberse, redirigirse e incluso reutilizarse como fuente de energía?
Esa pregunta está en el centro de un nuevo estudio académico que examina cómo las “superficies inteligentes” avanzadas podrían permitir que los aviones y otras plataformas recolecten energía electromagnética de las señales de radar y comunicaciones que ya llenan el aire.
La investigación no describe un arma ni un sistema desplegado. En cambio, describe un marco teórico y experimental que podría redefinir la interacción de las futuras tecnologías de sigilo y comunicaciones con sensores hostiles.
Cómo las superficies inteligentes podrían absorber y controlar la energía del radar
En el centro del trabajo se encuentra una tecnología conocida como Superficie Inteligente Reconfigurable (RIS), una estructura plana diseñada y formada por cientos o miles de pequeños elementos programables capaces de manipular ondas de radio de manera precisa.
El sigilo tradicional se basa en el modelado y los recubrimientos para dispersar la energía del radar de su fuente. El concepto RIS explorado en el estudio va más allá.

Según los investigadores, una superficie inteligente puede controlarse electrónicamente para absorber, redirigir, enfocar o transformar las ondas electromagnéticas entrantes, en lugar de simplemente reflejarlas.
Cada elemento de la superficie se puede ajustar de forma independiente. Al modificar su respuesta electromagnética, la superficie puede influir en el comportamiento del haz de radar, ya sea debilitándolo, redirigiéndolo o convirtiéndolo parcialmente en una señal utilizable.
De manera crucial, el estudio examina cómo parte de esa energía absorbida podría convertirse en energía eléctrica, en lugar de disiparse en forma de calor.
Convertir la exposición al radar en energía eléctrica utilizable
Los investigadores introducen un concepto que describen como transferencia simultánea de información y energía asistida por RIS. En pocas palabras, esto significa que la misma señal electromagnética puede utilizarse tanto para la comunicación como para la captación de energía.
Las señales de radar, los enlaces satelitales y las transmisiones de comunicaciones ya saturan el espacio aéreo militar y civil. En lugar de tratar este entorno electromagnético como una simple interferencia, el estudio argumenta que podría considerarse un recurso.

En el modelo propuesto, una superficie inteligente captura las señales entrantes y dirige parte de la energía a un circuito de recolección interno, mientras que la señal restante se manipula para la comunicación o el control de la señal
El artículo destaca que este proceso es de naturaleza pasiva. La superficie en sí no emite señales detectables, lo cual es importante para plataformas con baja observabilidad.
Cómo las comunicaciones 6G permiten la recolección de energía del radar
La investigación se centra en las comunicaciones de sexta generación (6G), que se espera que operen a frecuencias más altas y en entornos de señales mucho más densos que las redes actuales.
Según los autores, es probable que los futuros sistemas 6G dependan en gran medida de superficies inteligentes para gestionar la propagación de señales, superar obstáculos y mejorar la eficiencia. Estas mismas características hacen que la tecnología RIS sea atractiva para la captación de energía.
Las señales de mayor frecuencia transportan energía más concentrada, mientras que una cobertura de señal más densa aumenta las posibilidades de captarla. En un entorno así, las aeronaves equipadas con superficies inteligentes podrían captar continuamente cantidades pequeñas pero significativas de energía de las transmisiones ambientales.
Cómo el radar enemigo podría beneficiar involuntariamente a los aviones furtivos
Una de las implicaciones más sorprendentes del estudio es que la iluminación del radar en sí misma resulta contraproducente.
Cuando una plataforma cubierta con una superficie inteligente se ilumina con radar, parte de la energía entrante puede absorberse y reutilizarse. En teoría, cuanto más intensa sea la señal del radar, mayor será la energía disponible para recolectar.

Los investigadores tienen cuidado de no exagerar el efecto. El concepto no hace invisible a una aeronave ni anula por completo el radar. En cambio, las emisiones del radar destinadas a detectar un objetivo podrían terminar beneficiándolo parcialmente
Esto se presenta como un cambio conceptual más que como una realidad operativa a corto plazo.
Dentro de la investigación: cómo las superficies inteligentes gestionan la energía y las señales
El artículo desarrolla modelos matemáticos que describen cómo fluye la energía y la información a través de un sistema basado en RIS. Examina las compensaciones entre:
- Redirección y absorción de señales
- Rendimiento de la comunicación y potencia aprovechada
- Tamaño de la superficie, densidad de elementos y eficiencia general
Los resultados de la simulación sugieren que las superficies inteligentes pueden mejorar tanto la recolección de energía como la confiabilidad de la comunicación en comparación con los sistemas de antena convencionales, al menos en condiciones controladas.
Los autores también exploran estrategias de optimización, utilizando métodos basados en software para determinar cómo se comporta cada elemento de la superficie en tiempo real.
Desafíos técnicos y prácticos de la captación de energía por radar
Los investigadores son explícitos sobre las limitaciones. El estudio no presenta un sistema de aeronave desplegable ni afirma estar listo para operar.
Aún existen importantes desafíos en cuanto a materiales, durabilidad, electrónica de control y la complejidad de los entornos electromagnéticos reales. Los niveles de potencia generados son modestos, y la integración de estos sistemas en plataformas de rápida evolución requeriría nuevos avances.

Aun así, el artículo argumenta que las superficies inteligentes ofrecen una nueva forma de pensar sobre el sigilo, la capacidad de supervivencia y la gestión de la energía a medida que el espacio aéreo se llena cada vez más de sensores y señales
¿Qué podría significar la recolección de energía para los futuros aviones de combate chinos?
En lugar de simplemente esconderse del radar, la investigación imagina sistemas que interactúan inteligentemente con él, remodelando los encuentros electromagnéticos para su propio beneficio.
Si se hace realidad con el tiempo, el concepto apunta a un futuro en el que las aeronaves ya no serán participantes pasivos en el espacio de batalla de los sensores, sino plataformas adaptativas capaces de redirigir, absorber y reutilizar las mismas señales destinadas a exponerlas.
Por ahora, sigue siendo una visión académica. Pero, como sugiere el estudio, incluso los rayos de radar, que durante mucho tiempo han sido símbolos de vulnerabilidad, podrían algún día convertirse en una fuente de energía.
Jay Menon


