Los submarinos estadounidenses tendrán capacidad de ataque con misiles de crucero nucleares.

Según nuevos documentos gubernamentales vistos por los medios estatales rusos, la Marina de Estados Unidos está planeando desarrollar una clase de misil de crucero con ojiva nuclear por primera vez desde el final de la Guerra Fría, y se espera que el primer prototipo se cree en los próximos tres años.

La Marina desplegó anteriormente variantes con ojiva nuclear del misil de crucero Tomahawk desde la década de 1980, pero las retiró poco después de que terminara la Guerra Fría. El Pentágono ha solicitado que los representantes de la industria de defensa realicen una investigación para determinar si los recursos son suficientes para una clase de misil de crucero nuclear y para evaluar la preparación de la industria para seguir adelante con la producción de prototipos.

Se pretende que la nueva clase de misiles esté lista para su despliegue por la Marina en 2034, y está previsto que se integre en los submarinos de ataque de la clase Virginia de la Marina. Es probable que otras clases de submarinos de ataque, y potencialmente los destructores de la clase Arleigh Burke y Zumwalt del país, también los desplieguen, y todas las clases de barcos utilizan sistemas de lanzamiento vertical con altos niveles de similitud. 

No se sabe con certeza si la nueva clase de misiles será un derivado del diseño Tomahawk, que ya se utiliza ampliamente, aunque se considera que es muy probable. Lo que sí se sabe es que todas las operaciones relacionadas con las ojivas nucleares, incluida la instalación de las ojivas, el almacenamiento, la carga y la descarga de los misiles, se llevarán a cabo en los emplazamientos de armas estratégicas estadounidenses de la Base Naval Submarina King’s Bay, en Georgia, y en la Base Bangor, en el estado de Washington.

Si se ponen en servicio, los nuevos misiles revolucionarán la capacidad de la Armada estadounidense para llevar a cabo ataques nucleares tácticos, ya que actualmente el servicio depende en gran medida tanto de armas nucleares lanzadas desde el aire como de submarinos con misiles balísticos estratégicos que sólo pueden contribuir a un intercambio nuclear a gran escala y no son adecuados para ataques a menor escala.

La Armada de Estados Unidos tiene desplegados 22 submarinos de ataque de la clase Virginia, y los 24 submarinos de ataque de la clase Los Ángeles también podrían integrar los misiles. Con la expansión planificada de la flota de la clase Virginia, esto proporcionará más de 50 buques de propulsión nuclear de alcance intercontinental capaces de lanzar ataques con misiles de crucero nucleares en cualquier parte del mundo.

 Añadir la flota de más de 70 destructores de la Armada complicaría aún más la planificación del adversario para la defensa contra ataques nucleares. Cuatro estados estrechamente alineados con Estados Unidos actualmente despliegan armas nucleares, a saber, Gran Bretaña, Francia e Israel, mientras que tres posibles adversarios occidentales tienen tales armas, a saber, China, Rusia y Corea del Norte.

Estados Unidos ha invertido mucho en la modernización de sus capacidades de ataque nuclear táctico y continúa compartiendo armas nucleares con los Países Bajos, Bélgica, Alemania, Italia y Turquía.  Los analistas han postulado durante algunos años que el desarrollo de una clase de misiles de crucero lanzados desde submarinos con ojivas nucleares facilitaría un acuerdo de intercambio nuclear con Australia, que está dispuesta a adquirir submarinos estadounidenses de propulsión nuclear. 

M.Watch