Navantia celebra la ceremonia de puesta a flote del segundo submarino S-82 “Narciso Monturiol”.
Navantia ha celebrado este viernes 3 de octubre en su astillero de Cartagena, la ceremonia de puesta a flote del submarino S-82 “Narciso Monturiol” la segunda unidad de la Serie S-80 construida para la Armada Española.
Con la puesta a flote del “Narciso Monturiol” se consolida el proyecto de los S-80, el más ambicioso de la industria naval española, que se sitúa entre las diez mejores del mundo, con capacidad para diseñar y construir submarinos.
La ceremonia celebrada junto al edificio en el que se ha construido el moderno buque, ha sido el paso previo antes de iniciar el proceso de traslado al agua mediante dique inundable. Esta maniobra en la que se requieren varias horas, se llevará a cabo posteriormente como acto de trabajo ya que en el citado astillero no hay botadura en el sentido clásico, sino flotadura a través de dique flotante y que se realizará en las próximas semanas.
El acto ha estado presidida por la ministra de Defensa, Margarita Robles, la cual ha encabezado previamente la ceremonia de la firma del documento de entrega del submarino de Navantia al Ministerio de Defensa. Poco después se ha celebrado el acto de amadrinamiento del nuevo sumergible realizado por Isabel López Fernández, esposa del Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), siendo la encargada de cortar la cinta que activa la rotura de la botella sobre el casco del submarino.
Tras su puesta a flote, el S-82 iniciará un riguroso ciclo de pruebas de puerto que permitirán comprobar todos sus sistemas como la prueba de propulsión sobre amarras y en la mar, que incluyen navegación en superficie e inmersión hasta alcanzar la cota máxima, con el objetivo de ser entregado oficialmente a la Armada en el otoño de 2026 y esté operativo un año después, a mediados de 2027.
Tras el “Isaac Peral” y el “Narciso Monturiol” llegarán otros sumergibles que serán bautizados con nombres de pioneros de la navegación submarina mundial, el S-83 (Cosme García) y S-84 (Mateo García de los Reyes) que contarán con el sistema anaeróbico AIP (Propulsión Independiente de Aire), lo que supondrá un elemento vital e indispensable para que la flota cuente con un elemento de primer orden, al que solo faltaría dotar de la necesaria capacidad de ataque a tierra y de la esperada extensión de la serie en, al menos, otros dos sumergibles más.
El Programa S-80 supone un salto tecnológico sustancial frente a su predecesor, el S-70, ya que cuenta con un Sistema Integrado de Control de la Plataforma y un Sistema de Combate que, al mismo tiempo que permite elevar su grado de automatización, reduce notablemente el número de personas necesarias para operar el submarino.
Sobre el programa S-80
El programa S-80 supone el mayor reto industrial y tecnológico afrontado nunca por la industria de defensa nacional, ya que un submarino es un sistema diseñado para operar autónomamente en un entorno muy hostil durante largos periodos de tiempo, lo que requiere conocimientos altamente especializados en disciplinas diversas.
Con una eslora de 80,8 metros, un diámetro de 7,3 y un desplazamiento de casi 3.000 toneladas, el S-80 tiene capacidades únicas entre los submarinos no nucleares más avanzados del mundo.
J.Alcalá