Suiza ampliará los lazos de defensa de la Unión Europea con un nuevo papel en ciberdefensa.
Suiza ha recibido la aprobación de la Unión Europea para unirse a un proyecto multinacional de ciberseguridad militar, según ha anunciado esta semana el Consejo de la UE.
La decisión permite a Suiza formar parte del proyecto Cyber Ranges Federations dirigido por Estonia en el marco de la Cooperación Estructurada Permanente (PESCO) de la UE, lo que supone un notable avance en la cooperación militar entre Suiza y la UE. Y ello a pesar de que Berna mantiene desde hace tiempo una política de estricta neutralidad militar.
Suiza había solicitado su adhesión al proyecto en octubre del año pasado, poco después de presentar una solicitud para otro proyecto conjunto centrado en la movilidad militar. Quedan dos trámites antes de convertirse en miembro de pleno derecho del proyecto: Estonia debe invitar a Suiza a la cooperación, y Berna necesita un denominado acuerdo administrativo con la UE que regule trámites como el intercambio de datos y otros parámetros.
El Gobierno suizo acogió con satisfacción la decisión de la UE de esta semana, afirmando que el país «participará en el proyecto europeo PESCO».
Suiza ha reforzado sus propias capacidades de ciberdefensa en los últimos años con su Swiss Cyber Training Range y un Campus de Ciberdefensa.
La iniciativa de la UE Cyber Ranges Federations pretende centralizar la capacidad, mancomunar servicios únicos y automatizar procesos en todos los Estados miembros, reduciendo la carga de trabajo manual durante los ejercicios y acelerando el desarrollo de tecnologías avanzadas de ciberseguridad.
Austria, Bélgica, Bulgaria, Finlandia, Francia, Italia y Luxemburgo ya son miembros del proyecto, además de Estonia.
Según las normas de participación de terceros Estados de la PESCO establecidas en 2020, los países no pertenecientes a la UE pueden unirse a proyectos individuales si comparten los valores de la UE y no suponen una amenaza para los intereses de seguridad de los Estados miembros. El Consejo ha confirmado que Suiza cumple los criterios políticos, jurídicos y sustantivos requeridos y que aportará «un valor añadido sustancial y un beneficio mutuo» a la federación, según un comunicado de prensa.
El Consejo mantiene la supervisión de la participación de terceros Estados y puede ajustar las condiciones en caso de que evolucionen las consideraciones de seguridad, garantizando la alineación con los objetivos de defensa colectiva de la UE.
Los planificadores de defensa suizos han equilibrado estos nuevos compromisos con la política de Berna de neutralidad armada, y los funcionarios federales califican la cooperación en las iniciativas de la PESCO de «colaboración ad hoc en proyectos específicos que son temáticamente de interés para ambas partes y que no crean dependencias críticas para la neutralidad».
Desde el punto de vista de Berna, la participación en el proyecto cibernético permite a Suiza aportar -y beneficiarse de- experiencia e infraestructura sin enredar demasiado al país en compromisos de defensa más amplios de la UE. El Gobierno suizo dijo que «la participación tendrá lugar de forma selectiva y en función de las necesidades».
El último proyecto forma parte del planteamiento estratégico más amplio de Suiza de participar selectivamente en proyectos de la PESCO que se ajusten a sus intereses de defensa, manteniendo al mismo tiempo la neutralidad.
No es el primer roce de Suiza con las iniciativas de defensa de la UE. En enero, el Gobierno recibió luz verde para unirse a un proyecto de movilidad militar liderado por la UE, que solicitó en septiembre de 2024.
El proyecto de Movilidad Militar pretende simplificar y normalizar los procedimientos nacionales de transporte militar transfronterizo, permitiendo el rápido desplazamiento de personal y medios militares por toda la UE por carretera, ferrocarril, mar o aire. También forman parte de este proyecto otros países no pertenecientes a la UE, como el Reino Unido, Noruega, Estados Unidos y Canadá.
Además de profundizar en su compromiso con la UE, Suiza también es miembro de la Asociación para la Paz de la OTAN desde la década de 1990, al igual que su vecino neutral del este, Austria.
Los defensores a ultranza de la neutralidad llevan mucho tiempo criticando la participación de Suiza en proyectos militares fuera de sus fronteras. Sus críticas se hicieron más acuciantes tras el ataque ruso a Ucrania en 2022. El año pasado, un movimiento civil reunió más de 130.000 firmas certificadas para organizar un referéndum nacional sobre el fortalecimiento de la neutralidad internacional de Suiza.
Los organizadores del referéndum quieren evitar específicamente lo que consideran una erosión gradual de la tradicional neutralidad de Suiza mediante el fortalecimiento de la cooperación internacional en materia de defensa.
Linus Höller
Siempre y cuando no hagan de las suyas bloqueando armamento o equipos o información que la OTAN o Europa intente transferir………
Ser neutro no quiere decir que no puedas tener una buena defensa. Suiza como Lietchtenstein, San marino, Mónaco e Irlanda, bien pueden poner su granito de arena, entre todos hay el mayor nivel de vida de toda Europa. Que son 14,1 millones de personas y austria otros 9 millones.