Aviones F/A-18D Hornets de los Marines de EE. UU. llegan a Japón para reforzar el poder aéreo en el Indo-Pacífico.
La llegada del VMFA-232 del Cuerpo de Marines de los EE. UU. no solo aporta aeronaves multifunción avanzadas, sino también personal con experiencia en combate, en una posición privilegiada para operar en una amplia gama de misiones. El F/A-18D Hornet, un avión de combate y ataque biplaza y apto para todo tipo de clima, proporciona al Cuerpo de Marines una plataforma capaz de realizar ataques aire-tierra, apoyo aéreo cercano, control aéreo avanzado e incluso interdicción nocturna.
Su configuración permite un mayor conocimiento de la situación gracias a un oficial de sistemas de armas dedicado, lo que le otorga una ventaja en entornos operativos complejos como el Indopacífico.
Ubicado estratégicamente a menos de 1610 km (1000 millas) del estrecho de Taiwán y el mar de China Oriental, Iwakuni proporciona a las fuerzas estadounidenses una base robusta y bien integrada para responder a contingencias regionales. Con la expansión de la presencia militar china y su creciente asertividad en los mares de China Meridional y Oriental, el despliegue de estas plataformas, ya heredadas, pero de eficacia probada en combate, proporciona un poder aéreo flexible a las primeras líneas de la arquitectura de disuasión estadounidense.
Funcionarios de defensa familiarizados con la operación destacaron que la presencia del VMFA-232 permite ciclos rápidos de lanzamiento y recuperación, mejora la integración conjunta con las fuerzas aliadas y apoya misiones tanto cinéticas como no cinéticas en la Primera y la Segunda Cadena de Islas.
Si bien el F/A-18D no es el avión más moderno del inventario estadounidense, sus continuas mejoras en comunicaciones, módulos de puntería y compatibilidad con municiones garantizan que siga siendo una herramienta letal y fiable para la proyección de fuerza. Equipados con municiones guiadas de precisión como el JDAM y el AIM-120 AMRAAM, estos aviones son plenamente capaces de enfrentarse a amenazas tanto terrestres como aéreas. Además, su diseño con capacidad para portaaviones ofrece opciones de despliegue de contingencia tanto desde tierra como desde el mar, lo que proporciona una flexibilidad táctica inigualable en plataformas no navales.
Los funcionarios han confirmado que esta rotación incluye no solo aeronaves y pilotos, sino también una dotación completa de personal de apoyo, tripulaciones de mantenimiento y recursos logísticos capacitados para mantener las operaciones en entornos de despliegue avanzado. La integración del VMFA-232 con el 12.º Grupo de Aeronaves de la Infantería de Marina mejora la preparación general del 1.er Ala de Aeronaves de la Infantería de Marina y fortalece el ritmo operativo necesario para contrarrestar amenazas similares.
Este despliegue forma parte de un patrón más amplio de presencia rotatoria que garantiza que las unidades con base en EE. UU. estén familiarizadas con el terreno operativo, las condiciones climáticas y los marcos de interoperabilidad conjunta en el Indopacífico. Más importante aún, integra activos de aviación estadounidenses listos para el combate a una distancia de ataque de los puntos críticos, lo que refuerza el compromiso estadounidense con los aliados regionales y demuestra su determinación a los competidores.
El despliegue avanzado de los F/A-18D Hornets en Japón pone de relieve una estrategia más amplia del Pentágono para mantener una posición de fuerza resiliente, distribuida y reactiva en el Indopacífico. A medida que aumentan las tensiones en el Estrecho de Taiwán y Pekín acelera su desarrollo militar, la presencia sostenida de los activos de aviación del Cuerpo de Marines en Japón constituye un pilar vital para la disuasión y la preparación operativa de las fuerzas estadounidenses en toda la región.
Alain Servaes


